Los Kages de las cinco grandes naciones estaban reunidos, después de lo
ocurrido con la sorpresiva aparición de Sasuke Uchiha y la declaración de
guerra inminente del enmascarado que se hizo llamar Madara Uchiha, solo era
cuestión de horas o quizás minutos para decidir y tomar las medidas adecuadas.
― Naruto ya está de camino con Killer Bee, como has predispuesto para
la seguridad de los últimos jinchurikis, Raikage. Ellos ahora son nuestra
máxima prioridad como únicos jinchurikis que quedan después de que Akatsuki se
haya apoderado de todos los binjus. ― Habló Tsunade de mala gana porque no
estaba muy convencida de enviar al territorio del Rayo a Naruto para garantizar
que estuviera a buen resguardo.
― Ellos estarán seguros ahí, su ubicación es secreta y está resguardada
por jutsus. Es casi imposible dar con el lugar a no ser que algún shinobi bajo
mi mando tenga ordenes de mostrarle donde está. ― Contestó el Raikage.
― Ya hemos solucionado el tema de los jinchurikis, deberíamos
centrarnos en la amenaza que presenta ese sujeto que dice ser Madara Uchiha y
en especial si Sasuke Uchiha está cooperando con él. ― Habló la Mitsukage.
― Es imposible que sea Madara Uchiha pero no podemos descuidar sus
palabras después de que ha conseguido a casi todos los binjus con la excepción
de dos. Confiamos en su palabra Raikage. ― Expuso Oonoki para apreciar el
asentimiento de A.
― Cierto que no puede ser Madara Uchiha, mi abuelo fue quien se encargó
del verdadero Madara Uchiha, hasta el punto de custodiar personalmente su tumba
pero como dice el Tsuchikage no podemos quedarnos de brazos cruzados. ― Apoyó
la Hokage.
― Hay pocas opciones que podamos tomar en esta situación. ― Murmuró
Gaara mientras apoya su mentón sobre sus manos.
― No sabemos en qué momento el supuesto Madara se le ocurra atacar. ―
Habló la Mitsukage.
― Yo creo que lo mejor es comenzar a preparar a los shinobis de cada
aldea para que entiendan que no nos enfrentaremos a un combate ordinario. ―
Agregó Gaara.
― De eso no hay duda, Kazekage. Es mejor prevenir que lamentar el no
estar preparados para esta guerra, desde el primer Hokage no se ha visto a
alguien que haya tenido bajo su mando a los binjus. ― Comentó Oonoki.
― Además de prepararnos, creo que lo mejor es que entre todas las
naciones trabajemos juntas para derrotar el poder que parece tener este Madara.
― Sugirió Tsunade con preocupación. ― Considero que es momento de dejar por
esta vez nuestras diferencias y unirnos, crear una alianza para poder derrotar
al enemigo que nos ha declarado la guerra.
― Konoha no es el más adecuado para hablar de diferencias y proponer
treguas de unión cuando no respetan sus acuerdos de antaño. ― Acusó A mirando a
la Senju mientras apretaba sus puños.
― No eres el más adecuado para acusar a otros, Raikage, y si no lo
recuerdas, fueron ustedes quienes no cumplieron el acuerdo. ― Reprochó la
rubia.
― ¡BASTA! No es momento de discutir por viejas rencillas sino de hacer
algo con respecto al supuesto Madara Uchiha, sea quien sea en realidad porque
si en verdad se trata del verdadero Madara Uchiha estaremos en problemas, puedo
afirmarlo porque aunque lo vi una vez, pude darme cuenta del poder que
desprendía y no será un hueso duro de derrotar aún tenga más de 100 años. ―
Recordó Oonoki para detener la disputa de los Kages del Rayo y la Hoja.
― El Tsuchikage tiene razón, solo perdemos el valioso tiempo que
tenemos cuando deberíamos estar planteando el problema al que nos enfrentamos.
― Añadió la Mitsukage.
― Sin duda, esta no será una batalla que se haya realizado antes en la
historia, cuanta con el poder de casi todos los binjus y no podemos dejar que
se apodere de los demás. ― El Kazekage miró a todos los presentes.
― El País del Hierro aportará su fuerza samurái a esta guerra shinobi.
― Interrumpió Mifune que había permanecido en silencio escuchando a los grandes
líderes ninjas presentes. ― Puedo comprender la magnitud de la gravedad de este
asunto y por lo tanto, aunque los samuráis no estamos implicados directamente,
también es nuestro deber impedir que alguien con tal poder haya declarado la
guerra que afectará a todos sin distinción.
― Sin embargo… necesitamos de la aprobación de los Daimyou, como de su
apoyo económico para poder hacer frente a este Madara Uchiha. ― Dijo Mei con
agotamiento por tener que hacer trámites con los Daimyou.
― Enviemos un pergamino a cada Daimyou
con nuestra petición. ― Incitó Oonoki. ― Mientras más nos apresuremos
con esto, podremos prepararnos mejor para la batalla.
― También, hay que darle aviso a nuestras aldeas para que tomen las
medidas oportunas. ― Interrumpió la Mitsukage.
― Ya que trabajaremos en conjunto, necesitamos que nuestros estrategas
se conozcan y trabajen juntos para decidir la mejor forma de afrontar esta
guerra. ― Planteó Gaara. ― Como, igual, necesitaremos un punto clave donde
todos los shinobis de cada aldea se reúna.
― Esas son palabras demasiado grandes para que alguien tan joven como
usted, Kazekage. ― Habló el Raikage. ― No tienes la experiencia de las
verdaderas guerras y necesitamos de estrategas bélicos adecuados que cuenten
con el conocimiento suficiente para afrontar una guerra de esta magnitud.
― Tampoco conoce la crueldad en su máximo poder, Raikage. ― Recordó Mei
mientras se cruza de brazos. ― Si la experiencia es algo a tener en cuenta,
Tsuchikage y Hokage sama son los más adecuados en asesorarnos sobre ello. ―
Señaló la kunoichi de vestido azul.
― Si a Mifune san no le molesta, recomiendo el País del Hierro como la
base de esta unión y poder enfrentar esta amenaza ya que es el más adecuado por
no ser un territorio shinobi. ― Propuso Tsunade para dirigir sus ojos castaños
al líder de los samuráis para aligerar la tensión que parecía haber en la sala.
― No hay problema con tener aquí la central de operaciones. ― Aceptó
Mifune.
― Entonces, solo falta hacer y enviar el pergamino a los Daimyou
mientras organizamos nuestro plan de defesa y ataque. ― Expuso Tsunade cuando
el líder de los samuráis les dio su aprobación de que el País del Hierro fuera
la cede shinobi para la batalla a iniciarse. ― Tal vez, el Kazekage sea joven,
Raikage, pero nunca subestime a un buen shinobi por su edad, puede sorprenderse
de lo que puede realizar. ― Alegó Tsunade sabiendo lo habilidoso que era Gaara
y no por nada se le había dado el cargo de Kazekage a temprana edad.
― No defienda tanto a quien en un futuro podría ser su enemigo, Tsunade
porque sé muy bien que actualmente tienen una gran amistad con la Arena pero
nada dura tanto. ― Respondió A con el ceño fruncido mientras se cruza de brazos
y terminar chasqueando la lengua con fastidio.
― Pasaré por alto esa insolencia. ― Gorgoteó la rubia con fastidio. ―
Es más importante ocuparnos en planear una defensa que en pelearnos entre
nosotros.
― Parece que no hay momentos para jugar, Raikage. ― Rió Mei mirando al
líder del País del Rayo ante las palabras de la Hokage.
― Si no hay más temas que abarcar y estamos todos de acuerdo sobre lo
hablado, considero que debemos comenzar en establecer el comunicado a los
Daimyou mientras empezamos a reunir nuestra fuerza shinobi para detener la
amenaza que presenta el enmascarado. ― Indicó Mifune para ver como todos los
demás presentes asentían e iniciar con los preparativos de una guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario