En
medio de un paraje solitario apareció Nagato, quien observó su alrededor antes
de salir del ataúd de madera en el que se encontraba. El Uzumaki podía estimar
donde se encontraba debido a la zona y la vegetación que lo rodeaba aunque no podía
estar completamente seguro ya que era consciente que estaba muerto pero no
estaba seguro de cuánto tiempo había transcurrido desde ese entonces que había
abandonado el mundo de los vivos.
Con
dificultad, ya que no había sido llamado en las mejores condiciones físicas,
avanzó por el bosque, necesitando de apoyarse en los troncos de los árboles
constantemente para seguir el camino que le ordenaban seguir y no podía hacer
nada para desobedecer.
―
Parece que necesitas ayuda. ― Una voz familiar habló con seguridad haciendo que
el Uzumaki elevara la vista para encontrarse
un rostro conocido con la misma muestra de ser también víctima del jutsu
que lo había traído de la muerte.
― No
es cómo si se hubieran preocupado que al regresarme aquí debiera estar en plena
forma, aunque si buscaban que tuviese cierto poder pero no se tomó en cuenta
cuanto había extralimité mi cuerpo a causa del dolor. ― Bromeó con la realidad
de su estado físico, Nagato.
A
Itachi se le formó una pequeña sonrisa al escuchar la broma del otro shinobi
pero comprendiendo la gran realidad de sus palabras porque él también podía
sentir que su estado físico estaba completo pero se trataba para quien los
hubiera traído pudiese hacer uso de su poder al completo.
― Creo
que tendrás que presentar una queja a la persona que no ha traído por no
haberte resucitado en tu mejor forma física. ― Continuó con la broma el hombre
de cabello negro mientras acercaba a Nagato y lo tomaba de la cintura para
pasar un brazo por su cuello para ayudarlo a caminar.
― Yo
creo que sí, eso haré si me lo encuentro no dudaré en hacerlo. ― Dijo un tanto
divertido por la respuesta del Uchiha. ― Gracias… ― Agradeció el gesto de
Itachi.
―
También, ¿tienes la orden de seguir hacia el este? ― Preguntó el Uchiha
empezando a caminar con su ex compañero de Akatsuki.
― Sí…
no podemos ignorar la orden con tanta facilidad a cuando se está vivo, ya no
pertenecemos este mundo y nos controlan como a marionetas, si encontrásemos al
titiritero o conociéramos quien es, podríamos advertir a los shinobis que nos
encontrásemos para para detener este jutsu. ― Se recargó un poco más en el
hombre cabello largo para poder avanzar con menor dificultad. ― Parece que los
planes no salieron como tenía planeado en un comienzo y ha tenido que buscar a
un aliado con este jutsu como segunda opción para poder llevarlo a cabo. ― Miró
hacia el cielo como si esperara encontrar alguna señal. ― Se suponía que no
implicaría combatir directamente a no ser que fuera extremadamente necesario,
mucho menos con los shinobis de las diferentes naciones.
― Te
has percatado también. ― Afirmó Itachi. ― Nada sucedió como se planeó.
―
Tienes razón. ― Asintió Nagato.
―
Aunque hagas planes y quieras seguirlos al pie de la letra, siempre habrá algo
que los rompa. ― Pensó en voz alta Itachi ante lo dicho por el ex líder de
Akatsuki, sin detener su avance.
― Eso
es cierto, estoy totalmente de acuerdo contigo, Itachi pero jamás pensé que
tomaría una opción cómo esta. ― Indicó un poco frustrado porque no estaba
seguro de que estaba sucediendo en donde podía sentir grandes núcleos de chakra
de shinobis. ― Aunque me pregunto a quienes nos encontraremos en el camino,
espero no sean muchos y nos puedan detener. ― No podía dejar de preguntarse a
cada paso que daba y tampoco estaba seguro si podían hacerle frente, después de
todos ellos no habían sido shinobis simples. No obstante, Nagato esperaba
volver a ver el rubio discípulo de su maestro, una sonrisa se dibujó en sus
labios porque esperaba fuera Naruto quien pudiera detener su avance y también
comprobar cuán fuerte se había vuelto.
―
Parece que estás pensando en alguien conocido. ― Itachi se percató de la nueva
sonrisa de su compañero.
― Solo
recordé a alguien a quien quizás pueda ser la piedra en el zapato de quien nos
ha regresado y también, ser en quien pueda romper estos hilos que nos tiene
preso para regresar a donde debemos estar. ― Respondió para mirar al otro
hombre. ― Antes de dejar este mundo deposité todas mis esperanzas en él para
que logre lo que yo no he podido e intentaba realizar de forma equivocada.
―
Creo… qué se ha quien te refieres. ― Murmuró recordando a cierto rubio a quien
también le otorgó parte de sus esperanzas. ― Ha conseguido hacer grandes
hazañas, así que no sería tan complicado pensar en que estará presente o
aparecerá en algún momento. ― Apoyó Itachi ya que había podido conocer parte de
la forma de ser Naruto para saber que no se quedaría de brazos cruzados y
también, comprender que Nagato se estaba refiriendo al contenedor del Kyubi.
Los
dos hombres continuaron el camino que les era marcado, sin hablar demasiado
después de esa pequeña charla y en espera de que apareciera quien los liberara
de ese infame jutsu.