martes, 2 de agosto de 2022

Naruto - Sasuke

 

 

Había necesitado de este enfrentamiento para poder sentirse satisfecho, al igual que mostrar sus emociones y sentimientos en cada golpe dado para que el contrario pudiera comprender su miseria y ansiedad con el poder de sus puños.

 

Ahora, todo lo que había vivido cada uno parecía un sueño del que se acababan de despertar  cuando sus energías yacían mermándose después del enfrentamiento y estaban intentando recuperar fuerzas con ese falso descanso donde la necesidad de obtener los primeros auxilios básico.

 

Así como la paz inexplicable que se había instalado sobre ellos porque poco había importado el haber ganado la guerra de Madara o el lograr sellar a la mujer extraterrestre o perder el poder de sellado regalado por el Sabio de los seis caminos cuando la realidad de las bajas en el campo de batalla había sido inmensa.

 

A los dos adolescente solo le quedaba apreciar el momento actual en que finalmente volvían a estar juntos para continuar, aún sea con la falsa promesa de haber cumplido su propio propósito o entrar su camino en su vida y el deseo de no separarse, de seguir combatiendo hombro con hombro en el futuro desconocido que los aguarda para tener una vida pacifica de felicidad y prosperidad en la villa shinobi en que nacieron, tal y como debió haber sido desde el inicio si los eventos trágicos condicionaran sus pasos que los había llevado hasta este mismo instante.

 


― ¿Crees que tardarán mucho en llegar? ― Preguntó el rubio después de varios minutos en los  que habían permanecido en silencio, disfrutando  de finalmente haber llegado a un acuerdo sin palabras de reconciliación.

 

― Primero deberán recomponerse después de haber caído en el jutsu y Kakashi como Sakura estarán ayudando a los demás, dobe.

 

― ¡YA LO SÉ! ― Gritó con indignación Naruto mientras giraba su rostro para mirar a Sasuke que seguía observando la bóveda celeste sin interés. ― No soy tan tonto, dattebayo.

 

― Entonces, no hagas ese tipo de preguntas. ― Afirmó el Uchiha con una sonrisa burlona.

 

― Solo quería comenzar una plática, teme… ― Murmuró Naruto con una pequeña ronrisa forzada por sentirse levemente ofendido por la palabras del otro shinobi.

 

El jinchuriki sonreía en su interior porque si Sasuke lo estaba ya tratando así, siginificaba que se había arreglado las cosas con el último Uchiha vivo aunque no estaba seguro de si sus compañeros ninjas llegarían a tiempo para curar sus heridas, agradecía que todo se resolviera entre ellos, recuperando a su amigo.

 

― Pudiste haber comenzado de otra forma, dobe. ― Reprendió con mofa el moreno, dirigiendo su mirada al Uzumaki. ― Aunque tal vez puede que no lleguen a tiempo, los dos terminamos mal.

 

― Sí, igual pensé lo mismo aunque no dudaría en irte a buscar al más allá, dattebayo. ― Aseguró el adolescente de ojos azules con una pequeña risita por lo que acababa de decir.

 

Sasuke tarareo en respuesta con un leve sonrojo por tal declaración mientras el tiempo seguía pasando.

 

― ¿Vendrás a Konoha ahora, dattebayo? ― Preguntó el rubio con un poco de inseguridad como si el Uchiha pudiera desaparecer en cualquier momento a pesar de la gravedad de sus heridas porque entendía que el haber  ajustado cuentas, no garantizaba que Sasuke regresará o buscará la forma de seguir alejándose de la villa.

 

― Eres un usurantokanchi. ― Respondió Sasuke mientras una sonrisa se formaba en sus labios por la absurda pregunta que parecía estar llena de ansiedad o es como si pudiera ir a donde quiera o tenga demasiadas opciones de marcharme de aquí o a donde ir cuando no puedo moverme por mucho que lo desee. Además… ― Elevó lo que quedaba de su brazo izquierdo que no dejaba de sangrar por la brutal ejecución de la extremidad.

 

Naruto miró lo que su amigo mostraba y soltó una pequeña risita porque los dos estaba en las mismas condiciones.

 

― No eres el único, teme… ― Recordó con un tono divertido el chico de ojos azules por compartir su misma situación para también elevar y mostrar lo poco que quedaba de su brazo al otro adolescente.

 

― En estas condiciones no puedo ir a ningún lado y tengo que recuperarme. Es posible que los ancianos del consejo no les guste que yo esté de regreso, mucho menos que camine libremente por Konoha. Sé que hice muchas cosas cuestionables, Naruto. ― Contestó con seriedad mirando a los ojos del rubio.

 

El Uzumaki  se quedó callado ante las palabras de su amigo, procesándolas porque era cierto que Sasuke había hecho cosas que no estaban bien o atentaban a la villa pero el rubio tenía fe en que el dueño del Sharingan fuese perdonado aunque era complicado de que fuese castigado y juzgado por sus crímenes.

 

― No hay razones para tenerme lástima, he hecho lo que consideré adecuado y conociendo las consecuencias de mis decisiones. Sabía que al marcharme de Konoha para ir con Orochimaru, obtendría el poder que deseaba pero también implicaba que sería un desertor a la aldea porque me estaba aliando con un enemigo. Traicioné a todos, a Konoha. ― Explicó Sasuke mientras fruncía un poco el ceño para que Naruto entendiera su delicada situación actualmente.

 

― No eres un traidor, Sasuke. ― Suspiró el jinchuriki. ― Regresaste para ayudar a derrotar a Madara y Kaguya, dattebayo.

 

― Eres muy optimista, dobe.

 

― Lo digo de verdad, dattebayo. ― Insistió con convicción Naruto. ― Todos vieron eso y Sakura chan, Kakashi sensei, incluso, Tsunade obachan… Todos seguíamos sabiendo que no nos diste la espalda y queremos que regreses a Konoha.

 

― No lo sé, usurantonkachi. Dudo que Tsunade haga algo por mí, por ti si creo que metería la mano al fuego, después de todo tú fuiste a buscarla, pero a mí no me tiene tanta estima como para merecer su ayuda. ― Opinó con seriedad el dueño del Sharingan. ― Además, los ancianos del consejo la presionaran para darme una condena acorde a mis crímenes, así como los otros Kages pedirán justicia.

 

― No es así, también Tsunade obachan te apoya y no permitirá que algo pase, Sasuke teme, así que no seas  pesimista al respecto, dattebayo. ― Discutió Naruto sabiendo que las palabras del Uchiha podían ser ciertas pero no por ello debía desesperanzarse porque él mismo lucharía para que Sasuke no fuera fuertemente acusado.

 

Sasuke soltó un suspiro y no deseaba hablar del tema debido a lo positivo que se mostraba como un niño que no quería aceptar la realidad de la situación porque no había forma de que Sasuke Uchiha no fuera juzgado.

 

― Gracias… ― Se limitó a agradecer el Uchiha con un leve sonrojo por tener la confianza del rubio en él aunque él no creyera que saldría impune de todo lo que hizo.

 

― ¿¡EH!? ¿Por qué, dattebayo? ― Inquirió confundido el jinchuriki de Kyuubi.

 

― Por creer en mí a pesar de todo. ― Suspiró Sasuke sin querer mirar a la cara a su compañero.

 

― Somos amigos, no hay forma de que no lo haga. No te dejaré atrás, dattebayo. ― Respondió Uzumaki cerrando los ojos y mostrando una reluciente sonrisa.

 

Sasuke sonrió pensando en las palabras del rubio, quizás a partir de ese día era un nuevo comienzo para todos, incluido él, y Naruto tendría razón con respecto a lo que le espera en Konoha pero fuera lo que fuera lo que el futuro le tendría reservado, lo afrontaría con valor porque sabía que no estaba solo porque tenía un gran amigo a su lado.



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domingo, 29 de mayo de 2022

Hashirama - Madara VI

 

 

Hashirama se acercó al cuerpo de Madara, quien había vuelto aparecer completamente después de que desapareciera con el ataque de Zetsu. El Primer Hokage se percató a cada paso que daba al acercarse a quien fue su gran amigo, rival y amante como divagaba sus últimos pensamientos, sabiendo que era sus últimos minutos en el mundo pero escuchar el murmullo de Madara solo ocasionaba que la opresión de dejá vù doliese más en su corazón.

 

― No se trata de tener razón en nuestros ideales, era consciente de preparar a las generaciones futuras para que aprendieran de nuestras experiencias para que construyeran un mejor presente en el que no se equivocasen en nuestros mismos errores pasados. ― Intentó sonreír mientras tomaba la mano de Madara para entrelazar los dedos con el Uchiha que estaba recostado en el frío suelo en espera de que su vida espirara. ― Quizás no fuimos grandes ejemplos para nuestros sucesores pero nuestros sentimientos son sinceros y bastantes fuertes como para que permanezcan en el tiempo. ― Acarició con su pulgar el dorso de la mano que sostenía.

 

― Solo hemos sido unos idiotas que no han dejado de equivocarse… y no podemos regresar el tiempo… ― Habló Madara con dificultad, sabiendo que poco tiempo le quedaba en el mundo.

 

― No, no se puede Madara… ― Murmuró con tristeza  sabiendo que era la segunda vez que estaba presenciando como moría como guerrero shinobi. ― Si se pudiera regresar el tiempo, quizás se podrían cambiar muchas situaciones del pasado para ser diferente el presente pero ni estando en esta nueva ocasión en el mundo podemos borrar el pasado que vivimos. ― Dijo pensando en que quizás sus vidas hubieran sido diferente si hubieran tomado otras decisiones.

 

― Sí, puede ser Hashirama… muchas cosas habrían cambiado si hubiésemos tomado la otra opción que se nos ofrecía en la vida… ― Aceptó mientras una pequeña tos lo atacó sintiendo el sabor metálico de su propia sangre burbujear en su garganta. ― Tal vez en la próxima vida, si es que hay una nueva oportunidad, las cosas sean diferentes para nosotros.


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Hashirama tragó saliva ante las palabras del Uchiha porque sentía que un pequeño nudo se estaba instalando en garganta y no quería sonar devastado por todo lo que pasaron o las elecciones elegidas que le ocultaba lo que hubiera ocurrido si hubieran optado por otra opción. Por ello, el Senju de cabello castaño apretó su agarre a la mano contraria en un intento de trasmitir su presencia y amor.

 

― Si tenemos otra oportunidad, espero que los errores que cometimos no se repitan y nuestros caminos no se separen. ― Hashirama sintió como las lágrimas se comenzaban acumular en sus ojos ante el tener que presenciar como la luz de vida iba desapareciendo de Madara. ― Nos equivocamos muchas veces pero… no permanecer juntos, ese hecho ha sido nuestra mayor equivocación.

 

― No puedes ser un poco más duro, ¿cierto?. Esa característica de ti ha sido uno de los problemas que nos llevó a no seguir uno al lado del otro. ― Madara sonrió con esfuerzo intentando ocultar la melancolía que latía en su corazón. ― Nunca pude olvidarte. ― Confesó en un hilo de voz y deseando acariciar el rostro de la persona que tanto significaba en su vida pero incapaz de poder mover un solo dedo.

 

― Madara… ― Jadeó el Senju dejando que algunas lágrimas escaparan de sus ojos y rodasen por sus mejillas mientras volvía a afianzar la mano del otro hombre. ― Tampoco pude olvidarte… estuviste presente, aún después de nuestra última batalla. ― Sollozó sin disminuir ni un poco el apretón para mostrar todos aquellos sentimientos que se revolvían en su interior y no habían desaparecido a pesar del tiempo o la muerte.

 

― Siempre has sido un llorón… un raro que no deja de cambiar de estados de ánimos constantemente. ― Bromeó al ver el estado deplorable del Senju que no dejaba de derramar lágrimas pero la punzada de su corazón roto resurgió y buscó la fuerza de callar esa emoción de abandono que padeció porque no valía la pena reprochar el pasado cuando Hashirama la eligió a ella, no quería romper ese momento valioso que se llevaría consigo. Además, hace demasiado tiempo de lo ocurrido aunque no pudiese perdonar tal elección, ahora podía saber que no fue el único que sufrió por ello y el corazón de Hashirama no dejó de ser suyo.

 

― Lo siento… ― Se disculpó mirando al Uchiha con amor.

 

― No te disculpes… de alguna manera, tus honestas emociones fue lo que me atrajo a ti en aquel río. ― Susurró sintiendo sus párpados cada vez más pesados pero no podía cerrarlos porque sabía que no los volvería abrir y quería gastar las pocas fuerzas que le quedaban sintiendo a Hashirama a su lado.

 

― Te encontraré para tomar esos tragos juntos y seguir conversando como los viejos amigos que hemos compartido tantas historias, juntos. ― Aseguró Hashirama sorbiendo por la nariz sin apartar sus ojos anhelantes del shinobi que perdía su fuerza vital a cada segundo que pasaba.

 

― Tan optimista como siempre. ― Madara hizo una mueca en intento de sonrisa. ― Te estaré esperando para tomar esos tragos.

 

― Brindaremos por nuestra reunión y celebraremos el que las nuevas generaciones sean conocedoras de la paz y disfrutaran de una infancia sin guerras. ― Alentó el Senju mientras se acercaba un poco más al otro hombre.

 

― Yo… no soy bueno en eso, mira lo hecho. No quería que me siguieran como referencia aunque quería cambiar las cosas… Tú eras mejor en ello.

 

― No digas eso, Madara. Nuestros actos son los que han construido el presente y servirá para establecer el futuro mejor. ― Su voz salió con cariño y tristeza a la vez.

 

― Realmente, eres demasiado optimista, Hashirama… ― Escupió agotado mientras dejaba salir una gran cantidad de aire como si intentara reír al escuchar al Senju mientras empezaba a cerrar sus párpados incapaz de seguir manteniéndolos abiertos. ― Te estaré esperando, Hashirama… ― Aceptó cerrando sus párpados. ― No me hagas esperar demasiado.

 

― No… no te haré esperar demasiado, Madara. ― Respondió acariciando el rostro del Uchiha. ― Iré a tu encuentro. ― Aseguró mientras se ponía en pie, al apreciar como Madara se había ido, luego miró a su alrededor y despedirse de los shinobis mientras él regresaba a su descanso, al igual que otros shinobis que habían sido llamados por el jutsu prohibido de la resurrección impura.

Hashirama que había sido cegado por la luz que lo regresaba a donde debía estar, por fin pudo volver a abrir los párpados, mientras sentía una suave brisa y el agradable olor de las sakuras florecidas.

 

― Has tardado. ― Indicó en voz baja con una pizca de molestia en su tono.

 

― Lo siento, Madara, pero ya he llegado. ― Se disculpó acercándose al Uchiha que estaba sentado bajo un hermoso árbol de sakura y frente a una mesa que tenía lista la botella para poder cumplir con la promesa de tomar.

 

― Vas a venir o voy a tomar yo solo. ― Sonrió logrando hacer que Hashirama se moviera hacia él mientras se disponía a servir el licor pero cuando volvió a poner la botella sobre la mesa y antes de que pudiera tomar el pequeño recipiente para beber fue sujetado del brazo y levantado de un tirón. ― ¿¡QUE…!? ― Fue lo único capaz de pronunciar porque fue silenciado por los labios del Senju en un beso.

 

― He querido volver hacer esto hace mucho tiempo. ― Habló en voz baja mientras abrazaba a Madara por la cintura y siendo correspondido al sentir como el Uchiha abrazaba su cuello mientras una sonrisa se formaba en ambos antes de volver a besarse.

 





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viernes, 11 de marzo de 2022

Obito - Kakashi

 

 

El enfrentamiento que tanto había esperado realizar el Uchiha, finalmente estaba sucediendo y pensaba hacerle pagar a aquel traidor todo su dolor y mentiras. Obito solo desea que Kakashi experimentase el mismo sufrimiento que le hizo sentir al romper su promesa de cuidar y mantener a salvo a Rin Nohara pero Hatake había desechado su promesa y cuando más debía haber protegido a la amable kunoichi que era parte de su equipo, Kakashi había optado por asesinarla para sobrevivir.

 

― Maldito… ― Se quejó Obito arrastrando sus palabras mientras combatían en el interior de un genjutsu. ― No creas que vaya a permitir que continúes.

 

― Obito… por favor, debes escucharme. ― Intentaba hablar Kakashi esquivando los kunais. ― Tenemos que hablar, creía que estabas muerto… ¿por qué no regresaste?

 

― No tengo que responder ni escuchar las palabras de alguien como tú. ― Gruñó el Uchiha mientras fruncía el ceño.

 

― Tan solo escúchame, Obito no podemos… ― Insistió el ninja de cabello gris, esquivando los golpes con que lo atacaba.

 

― No, no tengo por qué hacerlo, eres una escoria Kakashi! ― Exclamó con furia el Uchiha, logrando patear al ninja copia. ― Tú la mataste, cuando te pedí que la protegieras, Kakashi. ― Acusó antes de hacer varios sellos y lanzar un katon.

 

Kakashi sin perder tiempo imitó el movimiento de manos de su amigo e igualmente, contraatacó con un katon, ambos jutsus causaron una gran explosión al colisionar y la onda expansiva empujó lejos a los dos ninjas.

 

― No llegaremos a nada si continuamos así. ― Declaró el hombre de cabello gris levantándose del lugar donde había caído y poniéndose en posición de defensa. ― Obito…

 

― ¡CALLATE! ― El desgarrador grito del Uchiha hizo que el otro hombre lo mirara sorprendido. ― Solo te pedí que la cuidaras pero tú… ― Apretó los dientes mientras forma nuevos sellos con sus manos.

 

― No lo entiendes, lo que pasó… ― Kakashi aún seguía absorto debido a la revelación, no sabía cómo el otro ninja tenía dicha información pero aún estaba más sorprendido por cómo estaba empujando sus emociones y cordura por lo que en ese momento pasa sin poder tener un segundo para asimilar que su antiguo compañero de equipo estaba vivo y atacándolo.

 

― ¿¡QUÉ NO ENTIENDO!? ― Aulló mirando con furia al ninja copia. ― La mataste sin tentar el corazón, Kakashi. Lo vi con mis propios ojos. ¡YO LO VI! ― Terminó exclamando al mismo tiempo que realizaba un nuevo jutsu para atacar a Hatake.

 

El ninja copia al estar sorprendido mirando a su compañero, por aquellas palabras no podía reaccionar bien mientras su cerebro solo procesaba el que; “Obito lo había visto, ¿él había visto cómo su manos atravesaba el pecho de Rin?”. Se hacía aquella pregunta por poco es golpeado por el jutsu que había hecho su contrincante.

 

― No, no fue así, Obito. ― Respondió mientras esquivaba el puñetazo que le había lanzado el Uchiha. ― Tan solo escúchame y hablemos, no sabes todo lo que pasó, Obito. ― Pidió pateando al otro shinobi, el cual esquivo su patada alejándose de un salto hacia atrás.

 

― No hay nada que puedas justificar lo que hiciste. ― Masticó Uchiha las palabras mientras el recuerdo se repetía en su cabeza.

 

― Las cosas no fueron cómo crees, ¿es qué piensas que haría algo así porque quisiera? ― Cuestionó con voz dolida Hatake y logrando aturdir al otro hombre.

 

― No puedes negar lo que presencié. ― Afirmó el shinobi de cabello oscuro lanzando un kunai a su adversario.

 

― Obito, por favor… ― Esquivó el arma arrojadiza mientras volvía atacar cuerpo a cuerpo al otro shinobi e intentar inmovilizarlo. ― Rin me lo pidió… Ella me pidió que lo hiciera.

 

― ¡DEJA DE MENTIR! Ella  era la única… no hay manera de que la opción fuera hacer lo que hiciste. ― Insistió Obito sin reducir el ritmo de golpes con que lo contraataca el ninja copia.

 

― ¿¡ENTONCES ERA MEJOR QUE FUERA EL ENEMIGO QUIEN LA MATARA DESPUÉS DE TODO LO QUE LE HICIERON!? Ellos buscaban lo que guardaba en su interior y la matarían de una forma mucho más cruel y dolorosa. Rin no quería eso. ― Indicó el shinobi de cabello gris logrando golpear a Obito. ― Ella lo sabía y por eso… me pidió que acabara con su vida. Sabía lo que le esperaba si continuábamos porque no íbamos a poder escapar del enemigo cuando estábamos tan lejos de Konoha y sin refuerzos que llegaran a nuestra ayuda. ― Escupió reanudando su ataque.

 

Kakashi había logrado conectarle un golpe pero pudo esquivar los siguientes que le dio. Obito estuvo a punto de flaquear  y ser convencido por su antiguo compañero de equipo ninja pero no creyó en sus palabras y volvió atacar al ninja copia.

NARUTO 

― Nunca me perdonará no haber llegado a tiempo para salvarla. Cuando llegué ya era tarde y ella me pidió que la matara porque ya no había salvación para ella. Tú no sabes todas las pesadillas que he tenido que sufrir… ― Confesó Hatake con tristeza e impotencia por la culpa de años en que solo podía sentir que era responsable de la muerte de sus compañeros de equipo.

 

Obito endureció sus rasgos faciales  porque solo pensaba en su propio sufrimiento sin creer que pudiera pasar todo lo que estaba contando  Kakashi, todas esas noches que recordaba lo que ocurrió con Rin no podía ser un mal entendido y estuviera todo este tiempo equivocado.

 

― Su muerte no es justificada. Ella no pudo pedir algo así… ― Murmuró Obito apretando los puños mirando al otro shinobi que estaba tan agotado y sangrando tanto como él mismo. ― ¡TAN SOLO TENÍAS UNA COSA QUE HACER! ¡TENÍAS QUE CUIDARLA! ― Volvió a gritar mientras lágrimas brotaban de sus ojos.

 

― Obito… lamento que las cosas sucedieran así. ― Kakashi se disculpó con la voz rota porque se sentía culpable por lo ocurrido con su amiga y la promesa que no pudo cumplir. ― Nunca fue mi intensión que pasara pero cuando ella fue secuestrada y forzaron su sello… Ella misma sabía que no le quedaba tiempo. ― Miró al otro hombre sabiendo que era su única oportunidad de que lo escuchara y comprendiera lo sucedido. ― Yo no… No quería hacerlo porque ella era lo único que me quedaba. No sabes cuánto lamenté lo que te pasó y cuando nos acorralaron mientras huíamos, no tuvimos más opción. Ella me lo pidió y se fue agradeciéndome que no dudara mientras sonreí. Entiende que no fue mi opción lo que pasó.

 

― ¿Por qué…?

 

― Sensei no estaba cerca, él tenía otra misión. Tampoco contaba con algún kunai especial de Minato sensei porque él no sabía que fui a buscarla y yo había tomado la decisión arriesgada de ir solo a buscar a Rin para rescatarla sin pedir ayuda o refuerzos pero fallé aunque hice todo lo que pude para rescatarla y protegerla. Sin embargo, no pude hacer nada. ― Musitó con tristeza Hatake. ― Te perdí a ti y luego a ella, después… No pude hacer nada para salvaros...

 

Obito bajó la mirada sintiéndose tan miserable como el otro shinobi porque podía comprender el dolor que manifestaba pero las cuestiones de si él mismo estaba equivocada sobre todo lo que vio, escuchó y sintió comenzaron a punzar con más fuerza en su corazón.


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martes, 21 de diciembre de 2021

Madara - Obito I

― Podría decirse que así es, Obito. ― Respondió mirando al menor por su percepción aguda. ― Estas nuevas generaciones realmente se han hecho débiles. ― La molestia en su voz era palpable, como si le quemara la lengua al decir sus pensamientos al compararlo con los viejos tiempos en los que se había enfrentado a muchos shinobis pero, obviamente, nadie se había comparado a Hashirama, el único hombre que podía respetar y ver como un igual y su rival.

Naruto: Cosplays de Madara y Obito enloquecen a los fans | La Verdad  Noticias

 


 

Madara no podía tomarse con seriedad  todos esos shinobis débiles porque al parecer , el espejismo de paz y comodidad que portaba el mundo en la actualidad fue las consecuencias de los desvaríos de Hashirama para que las siguientes generaciones se encontraran con potenciales derrochados por la pacifica vida, puesto no había encontrado a nadie interesante en ese lugar con quien poder bailar. Incluso, el ex líder del clan Uchiha se sentía decepcionado de los actuales Kages que no presentaron un contrincante adecuado.

 

― Ha sido demasiado fácil. ― Murmuró Madara una vez que el Juubi fue invocado.

 

― Aún sin estar completo, ¿se podrá completar el plan? ― Preguntó Obito, quien había aparecido a un lado del legendario Uchiha que miraba el campo de batalla con aburrimiento.

 

― No te preocupes por eso, es un problema que se podrá solucionar eventualmente.

 

― Parece que algo te defraudó. ― Comentó en voz baja el Uchiha con cicatrices en el rostro.

 

 

― Bueno… algunos no crecieron en tiempos de guerra. ― Recordó Obito encogiéndose de hombros mientras el pensamiento que la única amenaza eran ellos con el fin de conseguir su objetivo.

 

― Aun así, pudieron entrenar, aprender sus propios jutsus y naturalezas o crear nuevos, en vez de conformarse con mediocres técnicas que cualquier infante ya ha aprendido. Solo en el pasado, la retirada no era una opción factible. ― Sentenció el mayor de los hombres mientras chasquea la lengua.

 

― Quizás tengas razón pero esto nos pone las cosas más fáciles y el plan podrá llevarse a cabo sin demasiados contratiempos. ― Obito miró a todos los shinobis que intentaban acercarse ellos patéticamente, ya que eran fácilmente vencidos por los Zetsu y los shinobis del pasado que habían vuelto  a ser traídos al presente.

 

― Le quitas la diversión a la batalla. ― Insistió mirando como si fueran cucarachas la batalla que se desarrollaba frente a sus ojos y lo fácil que su enemigo estaba siendo derrotado.

 

― Podríamos darle un poco más de emoción si encontramos un rival adecuado. ― Susurró en un hilo de voz Obito mientras buscaba con su mirada a su antiguo compañero de equipo y al que deseaba hacerle pagar por la muerte de Rin, ya que dudaba que hubiera sido derrotado aún.

 

― Te apoyo en eso, Obito… ― Habló solemne Madara. ― Por qué ya comienza a aburrirme. ― Indicó con tono aburrido para desviar su mirada al otro hombre que no dejaba de buscar algo o alguien en medio del campo de combate.

 

Obito no pudo evitar el reír un poco al escuchar al anciano y continuó buscando al destacado shinobi que lo había traicionado hasta que finalmente, localizó su ubicación.

 

― ¿Te parece que nos separemos?, yo ya encontré un poco de diversión. ― Anunció el shinobi de cabello más corto en tono divertido y con un leve tinte de emoción por acabar con quien asesinó a Rin.

 

Madara iba a responder cuando pudo sentir un chakra familiar procedente de unas cuantas millas, su cabeza giró tan rápido en dirección del que provenía la conocida energía mientras una extraña sonrisa se dibujaba en sus labios y sus ojos centellearon con felicidad y diversión.

 

― Parece que comenzará el baile. ― Murmuró el viejo Uchiha apretando los puños para resistir el ser él quien fuera al encuentro del chakra que se acercaba.

 

― ¿Qué? ― Preguntó Obito mirando a su mentor sin haber logrado escuchar lo que había dicho.

 

― Ve hacer lo que quieras. ― Escupió en respuesta a Obito mientras que él no podría esperar a que llegara el hombre que inició toda la ideología provocando la debilidad de las fuerzas shinobis actuales, incluso, él mismo había creído en algún momento en esa persona con argumentos de cuentos de hadas.

 

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domingo, 28 de noviembre de 2021

Hashirama - Tobirama II

 

 

Hashirama se había sentido desorientado al aparecer junto a su hermano frente a varias personas sabiendo que él había concluido su vida aunque no podía saber cuánto habría pasado desde ese día que fue él último.

 

Sin embargo, no había hecho más que sentirse triste al saber que las batallas continuaban aunque un pequeño vestigio de alegría punzó en su interior al saber que volvería a ver a Madara, pues tenía tanto que deseaba decirle a pesar de no saber si tendría la oportunidad de dialogar con su viejo amigo, rival y amante.

 

― Aniya, no deberías mostrar tanto tus deseos tan abiertamente como si fueses a tomar té, recuerda que vamos al campo de batalla. ― Habló Tobirama sacando a Hashirama de sus pensamientos.

 

― ¿De qué hablas? ― Preguntó confundido el mayor de los hermanos Senju.

 

― Madara. ― Indicó cruzando sus brazos el hombre albino. ― Hiciste bien en ser cuidadoso con el relato sobre el pasado pero no te sobreexpongas cuando el objetivo es detener la guerra que ha creado.

 

― No puedo evitarlo, yo… ― Comenzó a murmurar Hashirama.

 

― Está siendo la causa de una guerra, no es para ocupar tu mente con tonterías porque como te he dicho tantas veces, es alguien peligroso. ― Recordó molesto Tobirama.

 

― Te he escuchado, también te oí las veces anteriores, Tobirama. ― Respondió intentando restar importancia a las palabras ya que no podía evitar el tener tantas emociones arremolinándose en su interior porque en breve se encontraría con Madara.

 

― Ese amor por el Uchiha es el que te ha cegado todo este tiempo, si hubieras sido consciente desde el principio, esta situación no se hubiese ocasionado. ― Arrastró sus palabras mientras rodaba los ojos por lo que su hermano mayor había dicho. Por ello, Hashirama no podía ver lo serio que era el punto de enfrentar a Madara Uchiha y habían llegado a crear un conflicto en el futuro cuando sus nombres solo debían ser memorias.

 

― Eres consciente de que todo mi trabajo lo realicé con el fin de que la paz llegara y fue gracias a Madara que puede iniciarlo pero parece que aún queda mucho para que el tiempo sin sangre llegue. ― Suspiró Hashirama con decepción de que aún no se hubiera cumplido su deseo. ― También, es la única oportunidad en años de poder hablarle. ― Apretó los puños.

 

― Deja esos fantasiosos pensamientos por una vez, solo lograrás comentar un error con grandes consecuencias. ― Chasqueó la lengua Tobirama. ― Todo esto solo ha pasado porque no acabaste con su vida aquel día y preferiste seguir su juego y creer sus mentiras.

 

― Si hubiera derramado su sangre aquel día, Konoha seguiría siendo un sueño. ― Contestó con frustración de la terquedad de su hermano menor. ― Esto ha pasado por no haber tomado las decisiones correctas en momentos cruciales. Nunca debí dejar que se marchara y pasara tanto tiempo él solo.

 

― ¡Tonterías, aniya! Tú debilidad es lo que hace que continúes con eso. ― Señaló con dureza el hombre albino.

 

― Tú lo llamas debilidad, Tobirama, pero no creo que lo sea. ― Habló con seriedad a su hermano, sin poder evitar el pensamiento de que si tan solo se hubiera casado con Madara, todo lo que estaba sucediendo se hubiera evitado, pues fueron sus malas decisiones las que estaban causando todo ese alboroto en la actualidad. ― Realmente espero que el tiempo de paz llegue y por eso estamos aquí, ayudaremos a detener esta guerra y a Madara.

 

― Ni siguiera deberíamos de estar en este tiempo, teníamos que estar descansando en vez de estar de nuevo en una guerra y con Madara. ― Gruñó mirando a su hermno mayor y quiso gritarle que todo era culpa de Hashirama por tener un amor tan ciego por ese Uchiha que no lo dejaba ver la realidad de las cosas pero aunque si lo aullara sabía que su hermano mayor no lo vería así.

 

Hashirama miró a su hermano con incredulidad, no porque sus palabras carecieran de peso sino por el hecho de que estaban ahí debido a uno de sus caprichosos jutsus cuando le advirtió de lo preocupante que sería la resurrección impura pero el albino solo derivaba todo al hecho de que Madara hubiera aparecido en el futuro.

 

― Deja de mirarme así, aniya. Es molesto. ― Aclaró el hombre de cabello blanco por la mirada de su hermano.

 

― No es como si dependiese solo de mí el que no continuemos en el más allá. ― Recordó en voz baja mientras se deprimía mientras escuchaba a su hermano menor resoplar con enfado.

 

― No me acuses de tus errores con ese hombre. ― Arremetió mientras descruza sus brazos para señalar la dirección en la que captaba el chakra de Madara junto muchos otros.

 

― Tobirama… ― Murmuró sintiéndose peor el hombre de largo cabello castaño.

 

Tobirama chasqueó la lengua al escuchar lo dicho por su hermano con tono triste, no había querido hacer sentir mal  a su aniya pero sabía que este solía tener cambios bruscos de humor.

 

Hashirama tenía razón, no solo era su culpa por tener debilidad hacia Madara Uchiha, sino que Tobirama tenía algo de responsabilidad por haber creado un jutsu tan peligroso como ese aunque Tobirama nunca pudo imaginar que iban a perfeccionarlo hasta el punto de poder estar ahí como se estuvieran vivos pero con un fino hilo de chakra que les recordaba que eran las marionetas de un shinobi.

 

― Ya dejemos el tema, lo mejor es prepararnos para ir de una vez a donde está Madara, aniya. ― Avisó Tobirama cuando sintió como algún tipo de gran ataque se estaba preparando para ser realizado.

 

― Es más importante el pensar algo antes de llegar aunque lo primero será neutralizar esa gran fuente de chakra. ― Acotó Hashirama logrando sentirla a pesar de no ser un shinobi sensor. ― No deja de sorprender a pesar de que no pertenezca tampoco a esta época, sus habilidades como shinobi es asombrosa.

 

― Deja de alabarlo y concéntrate en la batalla, aniya. ― Demandó el hombre de cabello blanco.

 

― Lo siento, lo siento… ― Se disculpó Hashirama apresurándose sin poder evitar querer llegar al campo de batalla tan rápido fuera posible para poder encontrarse con su viejo amigo que intuía debía de estarlo esperando.

 

 

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martes, 12 de octubre de 2021

Sasuke - Orochimaru

 

 

Orochimaru sintió como algo o más bien alguien estaba arrastrándolo con fuerza, no tardó en percatarse de que alguien lo había llamado de nueva cuenta, era consciente que no podía retener el estar siendo llevado. No obstante, cuando el viaje terminó, se sorprendió de que se tratase de la persona que lo estaba obligando a mostrarse en el exterior.

 

― ¡Qué sorpresa! ― Rió siseante el hombre de cabello largo. ― Hola, Sasuke kun, ¿quién podría decir que el discípulo que buscaba mi muerte me hay traído de nuevo de vuelta.


 10 veces que Sasuke no mereció la redención | Cultture


― No sé por qué dices que te maté cuando solo has estado escondiéndote porque te convenía. Hiciste todo para conseguir tu longevidad y me engañaste haciéndome pensar que te había acabado contigo, sino hubiera sido por Itachi… ― Apretó los puños con malhumor Sasuke. ― ¿Qué tanto obtienes haciéndote pasar por muerto?

 

La risa del Sannin de las serpientes reverberó en el lugar como respuesta a la pregunta insulsa de su kohai y Sasuke frunció el ceño ante la diversión que parecía tener Orochimaru.

 

― No es así cómo debes tratar a alguien que ha apoyado tus decisiones, Sasuke kun. ― Indicó mientras miraba el cuerpo desmayado de Anko y comprendiendo que el sello que tenía la kunoichi había sido el que el joven Uchiha utilizó para traerlo frente a él. ― No he dudado de que seas un joven inteligente pero tú tienes la respuesta a esa pregunta.

 

― No te he traído de vuelta para perder el tiempo. ― Gruñó el Uchiha.

 

― No esperaba que lo hicieras. ― Aceptó mientras poyaba su mano derecha en la cadera sin dejar de observar al adolescente. ― No creo sea de tu gran interés el por qué no me mostraba dejando mi presencia latente en los sellos cuando te has esforzado en que te de la cara.

 

― No juegues, Orochimaru, o esta vez si terminaré contigo. ― Amenazó mostrando el Sharingan.

 

― Estoy siendo honesto, Sasuke kun y me inquieta saber el por qué me requieres cuando ya tu objetivo fue cumplido.

 

Sasuke escuchó las palabras del Sannin de las serpientes y chasqueó la lengua por la conversación que estaban llevando hasta ese momento.

 

― Necesito de tu conocimiento, estoy seguro que lo has notado, todo ese chakra es porque las grandes naciones Shinobis están en guerra con lo que queda de Akatsuki. Ahora quiero obtener información para comprender las palabras de mi hermano porque dependiendo del resultado es posible que aproveche la oportunidad para hacer tu deseo realidad, destruir Konoha. ― Habló dejando en claro de que no estaba bromeando.

 

― Interesante, Sasuke kun, estás intentando decidir que harás en esta situación, si destruir Konoha, aliarte a un bando de la guerra o ignorar lo que sucede. ― Resumió Orochimaru.

 

― No es como si fuera a quedarme de brazos cruzados, aún no perdono por todo lo que tuvo que pasar Itachi. ― Contestó Sasuke.

 

― Parece que estás en una controversia personal, Sasuke kun. ― Siseó el Sannin ante las palabras del Uchiha. ― Es posible que no todas las respuestas que necesites en este momentos las puedas obtener o que yo tampoco pueda cubrir tus dudas.

 

― Necesito saber qué son los ninjas y el significado que tienen. También, si las aldeas shinobis tienen un significado mayor de que implica ser el núcleo de formación de ninjas. ― Arrastró sus incógnitas mientras apretaba sus puños.

 

― Los shinobis hemos sido herramientas para el combate, Sasuke kun, por eso se exige que no tengamos emociones para poder cumplir las órdenes que se nos da con mayor eficiencia. ― Contestó Orochimaru con simpleza a la pregunta más simple hecha por el adolescente.

 

― Pero… ― Intentó hablar Sasuke cuando el hombre de largo cabello negro lo detuvo.

 

― Pero no siempre ha habido aldeas shinobis y la aparición de estas se ha distorsionado demasiado, si hay alguien sobre el por qué de las aldeas shinobis debe ser él. Quizás… lo correcto es que estas preguntas se las realicen a los que han dado origen a nuestra actualidad y a los ninjas. ― Aclaró el hombre de aspecto serpentino.

 

― No deberíamos desaprovechar el tiempo aquí, Orochimaru. ― Dijo Sasuke mirando al shinobi mayor, sabía que si había alguien que podría dar alguna respuesta a sus dudas sería él.

 

― Bien, ya que me lo pides, tendremos que ir hasta ese lugar y podrás preguntarles a ellos sobre los shinobis y las aldeas porque me intriga lo que decidirás. ― Comentó divertido pero también consciente de que el llamar al Shinigami recuperaría sus brazos. ― Ten en cuenta que es posible que las respuestas no alimenten tu vacío o no todas tus preguntas puedan ser respondidas, Sasuke kun. ― Advirtió Orochimaru empezando a caminar.

 

― No imposta si no puedo tener explicación a todas mis preguntas si solo obtengo la respuesta a la pregunta que necesito para comprender a Itachi. ― Afirmó mientras seguía al Sannin en silencio junto a Juugo y Suigetsu.

 

― Solo alientas mi curiosidad, Sasuke kun. ― Susurró con interés Orochimaru mientras se dirigían en busca de la máscara necesaria para invocar al Shinigami.


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sábado, 11 de septiembre de 2021

Mizukage - Hokage - Raikage

 

 

La guerra había comenzado, generando la alianza que une a las grandes naciones ninjas para enfrentar a un enemigo común. Un hecho insólito que no había sucedido anteriormente y de alguna forma significativa, el mundo shinobi cambiaría a partir de ese día independientemente del resultado que se obtendría.

 

La base establecida como centro de operaciones y de donde se comunican con todos los frentes de batalla, había quedado con los mejores estrategas bélicos de cada una de las cinco aldeas shinobis, también por sus líderes como por los ninjas y kunoichis que podían utilizar jutsus de comunicación telepática que se amplificaría con la ayuda de un máquina especial para la utilización del jutsu que trasmiten las órdenes decididas al resto de shinobis que combatían valientemente en la batalla.

 

Sin embargo, el Kazekage había decidido estar prestando su poder en el campo de batalla y no en la base donde, en un comienzo, se había acordado debían permanecer los cinco Kages hasta que las circunstancias de la batalla necesitaran de su aportación en la guerra.

 

La aparición de un antiguo Tsuchikage provocó que Oonoki, quien había sido conocido Mu, abandonara la base para hacer frente al ninja y si las cosas no estuvieran bastante mal, parecían empeorar cuando no pudieron detener a Naruto y Killer Bee, quienes se habían percatado de la situación bélica que sucedía. Ambos jinchurikis abandonaron la isla oculta que pertenecía a Kumogakure, poniéndose al descubierto ya que el plan de enviar a la isla a los dos últimos jinchurikis que quedaban con vida para salvaguardarlos del enmascarado pero el deseo de los poseedores de un binju en ayudar a sus amigos, en especial cuando todo lo que pasaba se debía a ellos no cambiaron de idea de participar en la guerra. Aunque el Raikage y Hokage intentaron persuadir a los dos jinchurikis de que regresaran a la isla estos fueron abatidos por Naruto y Killer Bee quienes siguieron su camino hacia el combate.

 

― Se suponía que nadie podría entrar o salir de esa isla a no ser que fuera un shinobi de élite de Kumogakure. ― Exigió Tsunade molesta después de conocer el reporte de la intromisión de Kisame, quien había sido derrotado, y el que Killer Bee ayudara a Naruto a salir de la isla para participar ambos jinchurikis en la batalla, aunque en un comienza ella no estuviese de acuerdo con esconder a los junchurikis ya que Naruto había demostrado ser suficientemente capaz de participar en la guerra que se estaba desarrollando para que los últimos dos binjus no fueran arrebatados.

 

― No estás en condiciones de recriminarme nada, Hokage. Usted no parecía muy convencida de la decisión de resguardar y proteger  a los jinchurikis que quedaban. ― Recordó Raikage golpeando la mesa.

 

― Bueno… es cierto pero ahora es diferente. No sabemos que pueda pasar porque no conocíamos que conociera el Kuchiyose: Edo Tensei. ― Dijo con tono preocupado la rubia, lo que menos quería era que le pasara algo al rubio a quien apreciaba mucho, al grado de sentirlo como a un hijo.

 

― Lo único que puede pasar es que capturen a los dos últimos jinchurikis y eso significaría el final de la guerra. ― Comentó Raikage con seriedad. ― Pero Bee es poderoso, así que confío que ese hombre que dice ser Madara Uchiha no podrá con él, ya intentó Akatsuki atraparlo y no pudo con él al enviar a un grupo donde estaba el renegado de Konoha, Sasuke Uchiha.

 

Tsunade gruñó por las palabras que escondían una acusación hacia Konohagakure y sus shinobis pero el sentimiento de confianza hacia Naruto, estaba en su corazón, sabía que el rubio era más fuerte de lo que aparentaba y no se dejaría capturar pero el pequeño rasguño de temor a que Uzumaki fuera capturado la destrozaba, ya que no deseaba perderlo a manos de Akatsuki o del enmascarado que los amenazaba.

 

― Todos los jinchurikis son poderosos gracias al binju que contienen sellado en su interior pero eso no ha sido un problema para que Akatsuki los haya vencido y apoderado de la bestia con colas que poseían. ― Recordó Mei mientras entrelazaba sus dedos para apoyar su mentón sobre el dorso de sus manos unidas. ― Y en esta ocasión el enmascarado nos ha declarado la guerra y no solo ha capturado a la mayoría de los binjus sino que posee a esos seres blancos sino también a usado un jutsu prohibido de Konoha para traer a los shinobis del pasado.

 

―Nos estamos ocupando del problema de los Zetsu muy bien, no son contrincantes poderosos aunque nos superen  en número esas cosas de aspecto humano y hay ninjas con conocimientos de jutsus de sellado en todos los frentes. ― Masticó molesto A.

 

― Los Kages del pasado no son huesos duros de roer. ― Suspiró Mizukage al recordar a Yagura, el yondaime Mizukage y que también había sido traído de la muerte.

 

― No es momento de perder la esperanza, contamos con el conocimiento del poder que poseían los shinobis del pasado para enfrentarlos de la mejor forma posible. ― Alegó Tsunade intentando disminuir la preocupación del uso del Kuchiyose Edo Tenshei.

 

― Como siempre, Tsunade buscando lo positivo de las cosas sin medir la magnitud de gravedad que contiene. ― La ironía de A fue demasiado palpable para todos los presentes.

 

― Y como siempre el pesimista eres tú. ― Contestó Tsunade molesta mientras fulminaba con la mirada al Raikage.

 

― Es cierto lo que dice Tsunade, tenemos el conocimiento de los jutsus y estilo de combate de los shinobis del pasado. ― Habló Mei tras escuchar como discutían nuevamente el Raikage con la Hokage porque parecía no ponerse de acuerdo con nada. ― Podemos contraatacar y vencerlos porque si no tuviéramos esa pequeña ventaja para saber cómo mejor enfrentarlos o estaríamos en graves problemas. ― Agregó Mei mirando a sus compañeros. ― Además, tenemos a los dos últimos jinchurikis de nuestra parte y son los más poderosos. Tenemos que confiar en el poder que poseemos para vencer.

 

― No hable tan a la ligera, Mizukage. ― Arrastró las palabras el Raikage mientras entrecerraba los ojos. ― Muchos shinobis murieron con jutsus ocultos o que nadie sobrevivió para contar que jutsu usaron para arrebatarles la vida y estamos en una situación difícil porque no dejan de aparecer peligrosos ninjas del pasado.

 

― Estoy de acuerdo con usted, Raikage, pero amedrentarnos solo logrará que perdamos esta batalla. ― Apretó los puños Tsunade porque ella misma sabía que habían shinobis demasiado poderosos que no estaba segura de poder afrontar si lograban traerlos, por fortuna, su tío y abuelo como Sarutobi sensei estaban sellados en el Shinigami, así como yondaime Hokage, por lo que no podrían ser llamados por la técnica impura que creó en algún momento el segundo Hokage.

 

― Si no confiamos en nuestra propia fuerza, ¿por qué no nos rendimos desde un comienzo en vez de prepararnos para enfrentar al hombre que se hace llamar Madara Uchiha? ― Contestó Mei ante tanto padecimiento. ― ¡DESPERTAR! ― Gritó la mujer de cabello castaño para tener la atención de los otros dos Kages. ― Yo confío en mis shinobis y hasta yo misma entraré al campo de batalla  si la situación empeora.

 

― No serías la única Mizukage, yo igual iré al campo de batalla para ayudar a mis shinobis. ― Expuso Tsunade.

 

― ¡No somos tan débiles para rendirnos, Mizukage! ― Exclamó A con molestia mirando mal a la mujer por insinuar que se rindieran sin intentar defenderse. ― E igual, si la situación lo amerita, saldré de este lugar para ayudar y es lo que preferiría pero estamos aquí, solo esperando a que aparezca el que inició todo esto.

 

― Entonces, dejen de comportarse de forma tan vergonzosa y no pierdan las esperanzas. ― Declaró la mujer de vestido azul.

 

― No se puede discutir que hemos perdido los estribos  pero estamos enfrentando una situación que no se había presentado antes. ― Masculló Tsunade mientras se escuchaba algunos gruñidos del Raikage que apoyaba sus palabras.

 

― Disculpen, se está registrando una nueva fuente de chakra en la zona del desierto donde está el Kazekage y el Tsuchikage. ― Interrumpió Inoichi Yamanaka desde su puesto de comunicación.

 

― Es otra resurrección impura. ― Afirmó la evidencia Shikaku como estratega elegido y en representación de Konohagakure. ― No había hecho el jutsu en mitad de la batalla.

 

― No… no puede ser. ― Tartamudeó estupefacto Yamanaka ante la información que estaba llegando desde el campo de batalla.

 

― ¿Qué ocurre? ― Preguntó ansioso A.

 

― Es… es Madara Uchiha, el verdadero Madara Uchiha acaba de aparecer en el campo de batalla con la técnica de resurrección impura. ― Anunció Inoichi sintiendo su propio cuerpo mostrar un leve temblor por la información que obtenía de los shinobis que eran sensores.

 

― Sabía que ese enmascarado no podía ser Madara Uchiha porque mi abuelo fue quien acabó con su vida. ― Murmuró Tsunade. ― La aparición del verdadero Madara Uchiha cambia todo, es momento de intervenir. ― Declaró la Senju levantándose de su asiento para caminar hacia la salida y dirigirse al lugar donde estaba.

 

― No irás sola, Hokage. ― Afirmó A siguiendo a la rubia.

 

― A llegado el momento de que mostrar porque soy la Mizukage. ― Habló Mei siguiendo a los otros dos Kages para salir del edificio y enfrentarse al verdadero Madara Uchiha, uno de los shinobis más temidos de su tiempo pero que también se decía que solo había un ninja capaz de hacerle frente y estar a la par a Madara Uchiha y no era otro que el conocido como el Dios shinobi, Hashirama Senju.



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sábado, 21 de agosto de 2021

Itachi - Nagato

 

 

En medio de un paraje solitario apareció Nagato, quien observó su alrededor antes de salir del ataúd de madera en el que se encontraba. El Uzumaki podía estimar donde se encontraba debido a la zona y la vegetación que lo rodeaba aunque no podía estar completamente seguro ya que era consciente que estaba muerto pero no estaba seguro de cuánto tiempo había transcurrido desde ese entonces que había abandonado el mundo de los vivos.


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Con dificultad, ya que no había sido llamado en las mejores condiciones físicas, avanzó por el bosque, necesitando de apoyarse en los troncos de los árboles constantemente para seguir el camino que le ordenaban seguir y no podía hacer nada para desobedecer.

 

― Parece que necesitas ayuda. ― Una voz familiar habló con seguridad haciendo que el Uzumaki elevara la vista para encontrarse  un rostro conocido con la misma muestra de ser también víctima del jutsu que lo había traído de la muerte.

 

― No es cómo si se hubieran preocupado que al regresarme aquí debiera estar en plena forma, aunque si buscaban que tuviese cierto poder pero no se tomó en cuenta cuanto había extralimité mi cuerpo a causa del dolor. ― Bromeó con la realidad de su estado físico, Nagato.

 

A Itachi se le formó una pequeña sonrisa al escuchar la broma del otro shinobi pero comprendiendo la gran realidad de sus palabras porque él también podía sentir que su estado físico estaba completo pero se trataba para quien los hubiera traído pudiese hacer uso de su poder al completo.

 

― Creo que tendrás que presentar una queja a la persona que no ha traído por no haberte resucitado en tu mejor forma física. ― Continuó con la broma el hombre de cabello negro mientras acercaba a Nagato y lo tomaba de la cintura para pasar un brazo por su cuello para ayudarlo a caminar.

 

― Yo creo que sí, eso haré si me lo encuentro no dudaré en hacerlo. ― Dijo un tanto divertido por la respuesta del Uchiha. ― Gracias… ― Agradeció el gesto de Itachi.

 

― También, ¿tienes la orden de seguir hacia el este? ― Preguntó el Uchiha empezando a caminar con su ex compañero de Akatsuki.

 

― Sí… no podemos ignorar la orden con tanta facilidad a cuando se está vivo, ya no pertenecemos este mundo y nos controlan como a marionetas, si encontrásemos al titiritero o conociéramos quien es, podríamos advertir a los shinobis que nos encontrásemos para para detener este jutsu. ― Se recargó un poco más en el hombre cabello largo para poder avanzar con menor dificultad. ― Parece que los planes no salieron como tenía planeado en un comienzo y ha tenido que buscar a un aliado con este jutsu como segunda opción para poder llevarlo a cabo. ― Miró hacia el cielo como si esperara encontrar alguna señal. ― Se suponía que no implicaría combatir directamente a no ser que fuera extremadamente necesario, mucho menos con los shinobis de las diferentes naciones.

 

― Te has percatado también. ― Afirmó Itachi. ― Nada sucedió como se planeó.

 

― Tienes razón. ― Asintió Nagato.

 

― Aunque hagas planes y quieras seguirlos al pie de la letra, siempre habrá algo que los rompa. ― Pensó en voz alta Itachi ante lo dicho por el ex líder de Akatsuki, sin detener su avance.

 

― Eso es cierto, estoy totalmente de acuerdo contigo, Itachi pero jamás pensé que tomaría una opción cómo esta. ― Indicó un poco frustrado porque no estaba seguro de que estaba sucediendo en donde podía sentir grandes núcleos de chakra de shinobis. ― Aunque me pregunto a quienes nos encontraremos en el camino, espero no sean muchos y nos puedan detener. ― No podía dejar de preguntarse a cada paso que daba y tampoco estaba seguro si podían hacerle frente, después de todos ellos no habían sido shinobis simples. No obstante, Nagato esperaba volver a ver el rubio discípulo de su maestro, una sonrisa se dibujó en sus labios porque esperaba fuera Naruto quien pudiera detener su avance y también comprobar cuán fuerte se había vuelto.

 

― Parece que estás pensando en alguien conocido. ― Itachi se percató de la nueva sonrisa de su compañero.

 

― Solo recordé a alguien a quien quizás pueda ser la piedra en el zapato de quien nos ha regresado y también, ser en quien pueda romper estos hilos que nos tiene preso para regresar a donde debemos estar. ― Respondió para mirar al otro hombre. ― Antes de dejar este mundo deposité todas mis esperanzas en él para que logre lo que yo no he podido e intentaba realizar de forma equivocada.

 

― Creo… qué se ha quien te refieres. ― Murmuró recordando a cierto rubio a quien también le otorgó parte de sus esperanzas. ― Ha conseguido hacer grandes hazañas, así que no sería tan complicado pensar en que estará presente o aparecerá en algún momento. ― Apoyó Itachi ya que había podido conocer parte de la forma de ser Naruto para saber que no se quedaría de brazos cruzados y también, comprender que Nagato se estaba refiriendo al contenedor del Kyubi.

 

Los dos hombres continuaron el camino que les era marcado, sin hablar demasiado después de esa pequeña charla y en espera de que apareciera quien los liberara de ese infame jutsu.

 


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martes, 27 de julio de 2021

Naruto - Kushina


 

Naruto aún no podía creer que frente a él estuviera su madre real, aquella mujer que no conocía ni su nombre, aunque hubiera escuchado toda la historia de cómo Kyubi fue encerrado en su interior en un acto desesperado que supondría convertirlo en un héroe por contener al zorro de nueve colas en su interior pero las cosas no habían transcurrido como desearon sus padres y tenía tantas preguntas y reproches que hacer pero que en ese momento habían desparecido de su mente, sin tener en cuenta que no tenía más tiempo para conocer más a la mujer de largo cabello rojo frente suyo.

 

― Yo… yo te necesité tanto en todo este tiempo. ― Confesó en un hilo de voz el rubio mientras mira a Kushina sintiendo como sus ojos se humedecen porque aquellas palabras salieron de su boca inconscientemente.

 

― Naruto… ― Suspiró con tristeza la pelirroja el nombre del chico porque cuando decidió junto a su esposo entregar sus vidas para salvar Konoha encerrando a la bestia con colas en el interior de su hijo recién nacido, sabían de que Naruto los necesitaría y no estarían ahí para ayudarlo, apoyarlo y ver como crecía.

 

― Realmente me hicieron mucha falta. ― Dijo el rubio con tristeza siendo más consciente de sus palabras y recordando todos aquellos momentos en que no tenía una madre o un padre que lo reprendiera, lo abrazara, lo consolara… ― No os odio por haber tomado la decisión de encerrar al Kyubi dentro de mí, entiendo bien lo que hicieron pero igualmente, estoy feliz ahora mismo por haberte podido conocer.

 

― Lo siento tanto, Naruto. ― Se disculpó Kushina sintiendo sus ojos picar por las palabras de su hijo, así como el hecho de que Naruto estaba llorando y ya no era aquel bebé que recordaba y dejó junto a su marido con una gran responsabilidad. ― Nunca quisimos dejarte solo.

 

― Está bien mamá no tienes que disculparte. ― Afirmó el rubio tomando la mano de la pelirroja y sonriendo levemente. ― Sé que lo hicieron para proteger la aldea y a mí. No había otra forma de hacerlo.

 

― Me gustaría que tu padre estuviese aquí para escucharte porque nos fuimos depositando tantas esperanzas en ti y el temor de que nos odiaras por dejarte con tan grande responsabilidad. ― Kushina limpió las lágrimas que derramaba silenciosamente.

 

― También, me hubiera gustado conocer a chichiue. ― Sonrió Naruto con un poco de tristeza por no ver a su padre ahí. ― Lo admiraba sin saber quién era, deseando ser un día como él. ― Confesó avergonzado.

 

― Te has convertido en todo un hombre, Naruto. No puedo evitar sentir tristeza por no estar a tu lado y disculparme por no verte crecer, hijo. ― Habló la pelirroja mientras se acercaba al adolescente frente a ella. ― Eres un gran chico.

 

― Muchas gracias, mamá, pero no tienes que disculparte por algo así porque no tengo nada que perdonarte. ― Dijo el rubio con una sonrisa mirando a su madre quien sonrió antes de abrazar a su hijo mientras lágrimas salían de sus ojos.

 

― Gracias Naruto. ― Agradeció la mujer entrecortadamente estrechando más el abrazo con su hijo que ya era todo un hombre y no aquel indefenso bebé que había cargado una sola vez antes de morir.

 

Naruto sonrió dejándose abrazar por su madre porque él había anhelado el sentir el abrazo de su madre hasta que finalmente, ahora lo había cumplido y hacía que se sintiera feliz.

 

― Ya debo marcharme junto a tu padre, hijo, pero no olvides que te queremos. ― Se despidió la pelirroja conteniendo más lágrimas que deseaban abandonar sus ojos. ― Estás creciendo fuerte y la mujer que esté a tu lado y se convierta en tu esposa será muy afortunada. ― Sonrió Kushina deshaciendo el abrazo.

 

― Madre… ― Gimió Naruto al percatarse de que no volverí a ver nuevamente a la mujer que le otorgó la vida.

 

― Eres un gran chico y te convertirás en un buen shinobi. Recuerda comer sano y asearte diariamente. ― Aconsejó Kushina mientras sonreía empezando a desvanecerse.

 

Naruto asintió mientras más lágrimas brotan de sus ojos y la pelirroja desaparecía con una sonrisa amable y afectuosa.


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Naruto - Sasuke

    Había necesitado de este enfrentamiento para poder sentirse satisfecho, al igual que mostrar sus emociones y sentimientos en cada golp...