Tobirama
estaba feliz, finalmente su hermano se había deshecho de Madara Uchiha, el
hombre que representaba un problema para el bienestar y crecimiento de
Konohagakure, especialmente ahora que la aparición de otras villas similares y que
fueron creadas tomando a Konoha de ejemplo, estaban en una situación inestable
que solo anunciaba una guerra muy diferente a las realizadas en el pasado,
cuando eran clanes independientes.
Sin
embargo, Tobirama sabía que algo había pasado con su hermano y no se trataba de
que su cuñada se hubiese convertido en un jinchuriki o que debido al apresurado
sellado utilizado en la pelirroja, el jutsu tuviera consecuencias en Mito como
el que su vientre fuera dañado y ya no pudiese concebir. Tobirama era consciente
que para su hermano mayor era una nimiedad que no resultaba un verdadero
problema. Además, la pareja ya contaba con hijos propios y no tenían que
preocuparse por la concepción de un bebé.
El
hombre albino no dejaba de preguntarse qué había ocurrido en esa batalla de
hace unos días atrás para que hubiera logrado cambiar tanto la personalidad de
Hashirama pero hasta que lo descubriera, él seguía observando agudamente a su
hermano. Tobirama estaba preocupado por su familiar y no estaba seguro de si
ese nuevo estado en Hashirama era un problema para enfrentarse a lo que estaba
por venir.
― Se
hará una reunión con los Kages de cada aldea y quiero que me acompañes,
Tobirama. ― Habló Hashirama mirando a su hermano después de leer uno de las
tantas hojas que había sobre el escritorio que ocupaba.
―
Alguien debe quedarse como dirigente en tu ausencia, aniya. ― La respuesta
parca de Tobirama hizo que Hashirama negara con la cabeza.
―Ya he
pensado en ello, dejaré a Mito y Touka en nuestra ausencia. Necesito que vengas
conmigo como un shinobi de confianza, es la primera vez que se realiza una junta
de líderes de aldeas ninjas. Es un evento importante, espero sea una
oportunidad para acordar la paz y no vuelva a comenzar una guerra que solo
puede traer sufrimiento. ― Habló el Hokage con esperanza de que la reunión de
Kages ayudara a solucionar la tensión que parecía haber entre las recién
creadas villas shinobis.
― Iré
contigo, aniya, pero tengo dudas de que sea tan fácil llegar a un acuerdo de
paz. ― Respondió Tobirama sin dejar de escrutar a su hermano.
Hashirama
asintió para regresar su atención a los documentos sobre su mesa sin dejar de
sentir la mira penetrante de Tobirama, era consciente de que su hermano deseaba
preguntarle sobre su encuentro con Madara desde la noche que llegó anunciando
la muerte del Uchiha aunque no llevaba el cadáver de su ex amante porque él
mismo se ocupó de encontrar un lugar oculto para que descansara pero aún Tobirama
no abordaba el tema e hizo que escapara un pequeño suspiro de sus labios.
― Di
lo que quieras preguntarme, Tobirama. ― Animó al otro hombre mientras inspiraba
derrotado con sus ojos atento en su hermano.

Hashirama
suspiró, no creyó que se apreciara tanto el vacío que sentía de haber perdido a
Madara como para entender que nada de lo que tenía iba a curar esa herida que
el ex líder Uchiha dejó en él.
― Ya
sabes cuán importante es Madara para mí, lo que él significaba. ― Comenzó a
explicar Hashirama intentando encontrar las palabras para expresarse.
― No
me des un rodeo, aniya. He soportado todo este tiempo tu encaprichamiento por
ese Uchiha como para que ahora no seas concreto. ― Cortó Tobirama molesto. ― Ve
directo al punto. ― Exigió cruzando sus brazos sobre su torso.
― El
perdió un hijo. ― Musitó bajando la mirada con tristeza mientras parecía que su
enorme cuerpo se encogía en su asiento detrás del escritorio.
― ¿Y…?
Muchos padres, especialmente los shinobis, pierden a sus hijos. Pudo intentar
volver a embarazar a la mujer o buscar otra para que tuviera a sus hijos. ―
Indicó con frialdad sin entender por qué ese hecho afectaba tanto a Hashirama.
―No lo
entiendes… fue mi causa que su hijo no esté vivo, así como es mi culpa que Mito
no pudiese tener a su bebé. ― Habló el Hokage comenzando a derramar lágrimas.
― ¿Por
qué sería tu culpa que perdiera a su hijo? No entiendo porque te afecta tanto.
― Indicó comenzando a procesar lo que hasta ahora le había dicho su hermano,
quedando callado por un momento, pues cuando Mito había estado embarazada y
perdió al bebé de manera natural, Hashirama no se vio tan mal. ― No me digas
que él… ¿él te dijo que estaba esperando? ― Pregunta con escepticismo mirando a
su hermano.
Hashirama
asintió con la cabeza mientras comenzaba a llorar con fuerza, le dolía conocer
lo ocurrido porque Madara había perdido a su hijo por su causa ya que no
insistió ni detuvo su marcha de Konoha.
Tobirama
soltó un gruñido de sorpresa por la afirmación de su hermano mientras su cabeza
comenzaba a doler.
― ¿Y
cómo sabes que no mentía, Hashirama? ― Pregunta sin creerse del todo que el
Uchiha estuviese esperando un hijo de su hermano, sabía que Madara era un
hombre extraño pero la posibilidad lo aturdía y sin hacer mención a la
naturaleza que limitaba a las personas para poder procrear.
― Él
no mentía, Tobirama. No me hubiera dicho si no fuera que ese infante llevara mi
sangre también. Madara me lo contó con tanto dolor en su voz que no tuve dudas
sobre lo real que eran sus palabras. ― Habló de manera entrecortada recordando
la voz de Madara cuando dijo aquello y como había llevado una de las manos al
vientre como si allí albergara un ser que crecía aunque ya no había nada ahí. ―
Se oía tan roto, igual a cuando me confesó que Izuna había muerto… ― Comentó
mirando a su hermano. ― ¡Si no fuera un cobarde! ¡NUESTRO HIJO ESTARÍA VIVO!¡MADARA
ESTARÍA VIVO! ― Exclamó lleno de dolor mientras golpeaba las manos sobre su
escritorio.
Tobirama
deshizo sus brazos para llevar una de sus manos a la cabeza para masajearla intentando
hacer desaparecer el creciente dolor que sentía mientras su otra mano se
dirigió a la cadera. Tobirama no entendía nada en absoluto, mucho menos sabía
dar ánimos o dar apoyo pero en toda esa historia había algo que no se ajustaba
a la realidad y es ¿por qué Hashirama creía algo así cuando no era probable?
Madara era hombre y por tanto, no podía embarazarse como una mujer.
― Estamos
hablando de Madara, él era hombre y no una mujer. Por un momento, estamos
hablando de él como si fuera una mujer y por tanto, no pudo estar gestando un
hijo a no ser que el fuera el padre del niño que debió estar gestando alguna
mujer que tuviese la estúpida idea de tener sexo con un hombre como ese Uchiha.
― Recordó Tobirama, aún se preguntaba cómo era que su hermano lo había hecho
olvidar lo obvio y lograr que pensara algo tan bizarro hacia un hombre que lo
único femenino que podía tener era usar un henge. ― ¿O es qué era una mujer e
incluso, tú ocultaste su género? ― Ironizó mientras rodaba los ojos. ― Aniya,
Madara solo inventó eso para que reaccionaras como lo haces. Probablemente,
utilizó algún genjutsu para que sintieras como reales sus palabras pero todo
fue una mentira con el objetivo de que sufrieras porque no pudo obtener su
objetivo. Un hombre no puede quedar en cinta por mucho que lo intente. ―
Frunció el ceño mientras su hermano mayor seguía sin dirigirle la mirada y
derramando lágrimas desconsoladas.
― No,
Tobirama. Si Madara hubiera usado algún jutsu rápidamente me habría percatado y
neutralizado el ataque pero él era un hombre con esa maravillosa cualidad que
pocas veces ocurren en el mundo porque no solo las mujeres pueden gestar, algunos
hombres también tienen la posibilidad y Madara podía lograrlo debido a que
nació con ese extraordinario don. ― Afirmó apretando sus puños sin poder
detener sus lágrimas. ― Él me lo contó hace mucho tiempo, antes de que
nosotros… ― Se mordió el labio con fuerza por los sentimientos que lo abordaban
aunque Tobirama a duras penas logró escuchar las palabras de su hermano por lo
bajo que habló.
― Pero
eso… no puede ser real. ― Insistió Tobirama sin saber cómo reaccionar a la
confesión.
― Lo
es, es la verdad. Cuando Madara me lo dijo pensé que bromeaba y se enfadó mucho
conmigo porque se sintió ofendido por mi incredulidad pero me incomodaba que él
estuviera molesto conmigo, así que comencé a investigar. Podría decir que fue
por él que me interesé en el ninjutsu médico porque era la única manera en la
que comprobé cuan cierta eran las palabras de Madara. No es un suceso común en
las personas y ha ocurrido en más ocasiones pero son pocos los hombres y
mujeres que nacen con ambos géneros. ― Hashirama se levantó de la silla para
girarse y ver las calles de Konoha desde la ventana más cercana. ― Sé que no
mentía esa vez, que habló con sinceridad y si me reveló algo tan importante
mientras moría en mis brazos, solo era para decirme que su hijo también era mi
hijo. ― Se llevó las manos al rostro sintiéndose quebrado por no haber estado
con Madara para que nada de eso pasara.
Tobirama
no entendía nada, estaba sorprendido por lo que su hermano le reveló y él ni
era consciente de que existieran personas así, mucho menos de que Madara
pudiera engendrar, logrando que se sintiera como un completo ignorante pero ver
tan destrozado a su hermano lo entristecía.
El
hombre albino chasqueó la lengua y se acercó a su hermano, apoyó la mano en el
hombro del mayor, no sabía que debía decir, siempre había sido malo para dar
apoyo o ánimos, solo podía quedarse ahí, junto a su hermano mayor para tratar
de consolarlo de alguna manera con su presencia.
Hashirama
sintió otra vez las lágrimas deslizándose por sus mejillas cuando el contacto
de Tobirama en su hombro lo hizo girarse para verlo, sabía que estaba tratando
de brindar apoyo pero él perdió todo ese día; a la persona que ama y saber que
pudo haber tenido un hijo, una familia junto a Madara, lo hacía sentir
devastado.
― Sigo
sin creerme del todo el que él haya tenido un hijo pero si tú lo dices… yo creo
en ti, aniya. ― Susurró Tobirama.
― No
te preocupes, sé que es difícil de creer. Ya te dije que yo mismo no pude
creerlo en un principio pero pude comprobar ese don que poseía en nuestra corta
convivencia. Ojala nada hubiera ocurrido como pasó, yo debí cuidarlo y no dejar
que abandonara mi compañía. ― Se lamentó, limpiando su rostro.
― Nada
ha sido tu culpa, aniya. Él decidió marcharse y nadie sabía que podía suceder,
ahora debes recordar que sigues teniendo hijos, esposa y esta villa que te
necesita. No puedes dejar todo lo que has conseguido y anhelaste desde que eras
un niño. ― Dijo el hombre albino.
―
Tienes razón, Tobirama. ― Contestó mirando nuevamente Konoha pero sabía que
todo eso no haría desaparecer su dolor y tampoco borraría el recuerdo de Madara
de su corazón.
-Fin-
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