¡Atención!, contenido +18.
Hiruzen
había llamado a Kagami para que dejara su función de secretario y cubriera una
misión secreta en el interior de Konoha, ya que el actual Hokage presentía que
algo estaba mal en la villa, después de que varios pequeños incidentes que
rodeaban a los archivos confidenciales guardados en la torre Hokage hubieran
surgido y algunos altercados con espías. A pesar de que la vivencia en Konoha
parecía ser normal, Hiruzen había presentido que todo esos sucesos estaban
relacionado y el responsable de los sucesos debía estar caminando libremente
por La Hoja.
Kagami
había sido muy discreto en sus investigaciones hasta entender lo que estaba
ocurriendo concretamente y si no fuera porque lo pudo comprobar por sí mismo después
de investigar cautelosamente los incidentes pasados, no lo habría creído en la
posibilidad de que algo así ocurriese si se lo contaran.
Danzou
Shimura era quien estaba detrás de todos los problemas que recientemente
ocurrían en Konohagakure no Sato porque cuidadosamente estaba planeando un
golpe de estado para deshacerse del actual Hokage y ocupar el puesto de líder
ninja de Konoha.
Kagami
había conocido a Danzou desde sus días de Academia ninja, incluso no podía
encontrar un por qué a todo ese planteamiento de Shimura por estar creando un
motín contra su propio Hokage y amigo, Hiruzen Sarutobi.
Kagami
sintió su cabeza ser golpeada por el recuerdo de Tobirama Senju y sus dudas
sobre quien legar el puesto de Hokage. El segundo Hokage había hecho confidente
a Kagami de sus pensamientos como expectativas futuras de quien dejar su apoyo
como el próximo Hokage y que tanto, Danzou como Hiruzen eran actos para ocupar
el puesto pero no podía confiar completamente en Shimura como el tercer Hokage
de La Hoja. Siendo ese el motivo de que Senju Tobirama dejara en indicado que
sería Hiruzen quien era más recomendable para ser el futuro Hokage después de
que él no estuviera en el cargo de líder ninja.
El
Uchiha sacudió su cabeza de derecha a izquierda para despejar su mente de
conjeturas del pasado y continuar con su misión. Siguió a su objetivo
sigilosamente por los pasillos del cuartel general de Raíz pero al pasar la
puerta por la que ingresó Danzou, pudo escuchar como la puerta se cerraba a su
espalda estrepitosamente después de pasar la entrada y un chasquido hacía eco,
indicando de qué había sido asegurada la puerta.
―
Sabía que un gato callejero me estaba siguiendo pero no pensé que fueras tú,
Kagami. ― Habló Danzou con sorna cuando el Uchiha se giró. ― No intentes usar
el Sharingan, aquí no funcionará el orgulloso kekegenkai de los Uchiha. ―
Indicó para señalar el suelo y el techo donde varios sellos se dibujaban. ― De
hecho, usar chakra en este lugar para cualquiera que no sea yo, sería un
suicidio. ― Advirtió con petulancia antes de golpear el estómago del Uchiha.
―
Mald…ito… ― Logró pronunciar Kagami mientras se inclinaba sujetando su vientre
por el fuerte golpe.
Kagami
no soportó su peso cuando no pudo esquivar otro puñetazo del líder de Raíz y
cayó de rodillas jadeando de dolor.
― ¿Y
bien? ¿Ahora me dirás qué te trae por aquí Uchiha? ― Preguntó Danzou con una enorme
sonrisa, al mismo tiempo que tomaba bruscamente del cabello al otro shinobi
mientras usaba un poco de fuerza para que levantase el rostro y poder observar
aquellos ojos que deseaban mostrar el Sharingan. ― ¿Hablarás o tendré que jugar
un poco más contigo para que maúlles, gatito? ― Se burló.
―
Eres… un maldito, Danzou… ― Escupió con ira, sosteniendo su mirada llena de
coraje a su ex compañero de equipo cuando una nueva mueca de dolor se dibujó en
sus labios al sentir como el otro hombre le tiraba con más fuerza de su
cabello.
― Es
muy divertido ver como contienes el dolor pero no te hará bien y lo sabes,
Kagami. ― Aconsejó Shimura divertido para propinarle una bofetada. ― Sé un buen
chico y dime, ¿por qué me has seguido hasta aquí? ― Interrogó.
Kagami
intentó activar su Sharingan una vez más pero su cuerpo volvió a sentirse
entumecido a merced de Danzou, quien esperaba una respuesta mientas disfrutaba
ocasionándole dolor. Sabía que Shimura estaba esperando una respuesta pero él
era incapaz de pronunciar algún insulto, solo pudo mirarlo con dureza antes de
recibir otro fuerte golpe en su vientre, escuchando como algún hueso de su
interior crujió por el impacto ocasionando que el dolor se multiplicara pero
consiguió tragarse el aullido lastimero porque era consciente de que ese
crujido debió ser alguna de sus costillas siendo quebrada por el fuerte impacto
que acababa de recibir.
―
Sigues siendo un buen perro, si hubiera más shinobis como tú, Konoha sería una
gran potencia en este mundo pero hoy día los ninjas no conocen la dureza que
vivimos y son vulnerables, así como fáciles de persuadir. Seguramente, fue esta
lealtad una de las cualidades que Tobirama sama vio en ti para que te eligiera
como su puta personal aunque seas un Uchiha. ― Comentó mientas liberaba a
Kagami con brusquedad quien logró apoyar las manos en el suelo para tener un
poco de estabilidad sin poder evitar el escupir sangre.
― Eres
una… vergüenza, no ensucies… el nombre de sensei… con tu boca, traidor. ― Logró
decir mientras se llevó su mano derecha al costado izquierdo, intentando calmar
el punzante dolor en su interior.
― No
soy yo quien avergüenza el nombre del segundo Hokage. ― Se burló entre risas
Danzou antes de propinarle una fuerte patada al Uchiha. ― Puedo estar así
durante horas, ¡RESPONDE A MIS PREGUNTAS, ESCORIA! ¿Quién te envía? ― Ordenó
mientras pisaba la espalda del contrario, quien se retorció de dolor sobre el
suelo, esperando una respuesta.
Kagami
ahogó un jadeo lleno de dolor y soltó una pequeña risita por lo irónico de las
palabras del contrario.
― Me
acusas de haber sido la ramera del segundo pero… pero tú… ¿tú no te has visto?
― Acusó con fingida soberbia, agotado de escuchar las acusaciones y la presión
de que revelara su misión pero no podía continuar así y necesitaba distraer a
Shimura. Por ello, no se le ocurrió nada mejor que hacerle saber que conocía el
secreto que tan recelosamente Hiruzen y Danzou guardaban.
― ¿Qué
quieres decir? ― Preguntó sin interés, pateando con fuerza la espalda de
Kagami.
El
Uchiha aprovechó aquel atisbo de duda de su agresor para invertir las
posiciones y atrapar a Shimura, era un ninja y también sabía aprovechar o crear
oportunidades. Además, de que era completamente consciente de que no iba a
poder hacer uso de su Sharinga o chakra con facilidad debido a los sellos pero eso
no iba a brindar a su enemigo la oportunidad de ser una presa fácil y debía de
demostrarlo. Kagami se había preparado para no ser un shinobi inofensivo aunque
no pudiera hacer uso de su chakra.
― Tú
puedes pensar que nadie conoce ese secretito pero… muchos sabemos cómo bajas
tus pantalones frente a Hiruzen. ― Susurró con una sonrisa maliciosa
canalizando el dolor de sus costado. ― Responderé a tu pregunta a pesar de que
no es mi estilo… revelar mis misiones pero eres uno… de los principales
sospechosos que atentan contra… Konohagakure no Sato. Eres alguien peligroso y
sabes mucho secretos que no debieron ser de tu conocimiento… Alguien que puede
ser el principal líder de estar intentando dar un golpe… de estado por tener
tanta información en tus manos… ― Reveló, esperando que de esa manera Danzou
revelara sus intenciones.
Sin
embargo, el forcejeo entre los dos hombres no tardó en volverse rudo pero
Kagami estaba herido y necesitaba equilibrar sus movimientos constantemente
pero Danzou, aprovechó este hecho para retener nuevamente al Uchiha.
―
¡MALDITO! ― Aulló Shimura mientras lograba retener nuevamente al Uchiha con
brusquedad mientras le propinaba un certero puñetazo. ― Ahora no pareces tan
valiente, ¿cierto? ― Se burló mientras pateaba al Uchiha para luego, retenerlo
con fuerza. ― Verás, sucio gato callejero, quizás lograste engañar a Tobirama
sama con facilidad para ser su perro. Incluso, si Konoha permanece ciega a ello
pero es lo que te ha dado un lugar para seguir aquí. ― Apretó el agarre
obteniendo un gruñido del otro shinobi. ― Si tanto deseas saber, yo quiero
proteger esta aldea y para ello, se necesita cambiar todo el sistema que
actualmente Konoha tiene porque no es el adecuado. Hiruzen está haciendo que La
Hoja vaya directamente a la decadencia. ― Reveló sus intenciones
despreocupadamente.
― ¿De
qué demonios… habla? Tú eres quien está intentado destruir… todo lo que los
fundadores de Konohagakure… crearon. ―
Recordó Kagami cuando sintió un escalofrío mientras una fría mano de su
opresor se introducía bajo sus ropas, tocando su piel con descaro.
― Haré
una nueva y perfecta Konohagakure no Sato como era el deseo de Tobirama sama
pero para ello, hay que comenzar deshaciéndose de los estorbos que causan
problemas. ― Murmuró al oído del Uchiha. ― El segundo Hokage te entrenó bien,
¿cierto? Tu cara siempre ha sido tan linda como la de las chicas, ¿qué te
parece si jugamos nosotros solos? Tú y yo, sin interrupciones en este momento.
― Ronroneó maliciosamente, ocasionando que el otro ninja se removiera por lo
qué podrían estar significando esas palabras.
―
¡ESTÁS… LOCO! ― Susurró Kagami con odio y repugnancia a las palabras del otro
hombre.
Kagami
se estremeció al sentir el aliento cálido de su opresor junto a la sensación de
asco que le producía sentir como las manos contrarias no dejaban de acariciar
su piel en busca de zonas sensibles del otro hombre.
― Sé
que te gusta esto, gatito callejero. ― Susurró con excitación Danzou.
― ¡EN
TUS SUEÑOS, SHIMURA…! ― Exclamó el Uchiha retorciéndose en el toque que le
repugnaba para liberarse pero el dolor en su costado no ayudaba a que pudiese
moverse con libertad.
Danzo
no se molestó por las palabras del moreno, se limitaba a observar y deleitarse
con diversión como podía someterlo a él con facilidad, a pesar de que el Uchiha
intentaba liberarse de su contacto pero Danzou había soñado incontables
ocasiones con tener de esa manera al Uchiha.
― No
negaré que he soñado muchas veces con esto, Kagami kun. Tú de esta menara, no
sabes cuánto me gusta tener esta vista. ― Murmuró cerca de la oreja contraria
para capturar con sus labios el lóbulo de la oreja y succionarla. Mientras
llevó una de sus manos a uno de los pezones de Kagami, logrando que se
estremeciera el Uchiha por el brusco contacto. ― ¿Así que era esta la forma en
que Tobirama sama logró que obedecieras? Mira cómo reacciona tu cuerpo por unas
pequeñas caricias. ― Se mofó cuando el Uchiha dejó de forcejear para estremecerse
por otra violenta caricia que llegaron a presionar la zona donde punzaba el
dolor de la lesión. ― No puedo dejar de imaginar cómo se verá tu cara llena de
placer pero debía ser excitante si Tobirama sama, te eligió a ti tan
celosamente. ― Divagó con diversión.
― Mal…
dito… ― Jadeó Kagami antes de gritar cuando sintió que Danzou clavó algo en su
pierna derecha.
― No
quería llegar a esto pero quiero ver el final y no me apetece que saber si
estás dispuesto o no a cumplir este precario capricho. ― Indicó mientras
inyectaba el líquido en Kagami para besarlo violentamente y esperaba a que el
sedante hiciera su efecto sobre el otro hombre al retirar la inyección que lo
dejaría a su merced.
Todo
sucedió demasiado lento y el dolor solo había sido la cuerda que había
permitido tener consciente al Uchiha porque lágrimas escaparon de los ojos de
Kagami, sufriendo la crueldad de Danzou en su cuerpo mientras el sufrimiento no
se detenía y cada segundo sentía como Shimura estaba desgarrando cada musculo
de su anatomía y mancillando su piel.
― Sin
duda, eres muy entretenido a pesar de que no soy el primero pero eso solo hace
que haya disfrutado mucho más contigo de lo que puede ofrecer un
inexperimentado. ― Habló satisfecho Danzou mientras acomodaba sus ropas.
Kagami
miró al otro hombre con ira y dolor mientras volvía a recuperar un poco de
movilidad, fue la suficiente para poder mover su brazo y tomar uno de sus
kunais con fuerza en su mano derecha que habían sido esparcido por el suelo,
cuando Danzou arrancó sus ropas.
Danzou
caminaba hacia la puerta para salir de la sala, cuando sintió el punzante dolor
en la espalda que lo hizo caer estrepitosamente.
― No
podré perdonarte esto. ― Afirmó Kagami mirando el cuerpo de Danzou con mirada
indiferente. ― No te mataré pero vivirás con el peso de tus pecados desde hoy
porque cada día que te levantes y te dirijas algún lugar, aún sea a mear, vas a
recordar todo el mal que has hecho. ― Concluyó sintiendo sucio por lo que había
pasado entre ellos e intentando recuperar con mayor rapidez su movilidad.
―
¿¡QUÉ HAS HECHO!? ― Preguntó Shimura sintiendo como una de sus piernas se
entumecía y parecía estar perdiendo la movilidad de una parte de su cuerpo
mientras su ropa eran empapadas por la sangre que brotaba de la herida de su espalda
a causa del kunai con que lo habían herido.
Kagami
no respondió mientras lograba levantarse torpemente para vestirse como pudo con
su destrozada ropa y caminar con lentitud hasta uno de los pasajes para salir
de ahí, después de recuperar parte de su movilidad e ignorando los gritos de
Danzou.
Horas
más tarde, Danzou fue encontrado en una sala de enfermería del pequeño hospital
de Konoha donde estaba recuperándose de la herida y Shimura fue arrestado al
ser acusado de su intento de crear una rebelión y conspiración contra el tercer
Hokage. Kagami se recluyó en su hogar, sin deseos de recuperar su puesto en la
torre Hokage aunque Hiruzen le pidió en varias ocasiones que regresara, Kagami
se negó, queriendo vivir una vida tranquila e intentando olvidar su última
misión en el ambiente tranquilo de su familia.
Fin.