Minato
se encontraba caminando al punto de encuentro, había citado a Kakashi para
felicitarlo por su entrada a la élite de Konoha, que no eran otros que los
ANBU.
Al
llegar vio que el menor aún no había llegado y tomó asiento para esperarlo, lo
cual no sabía cuánto sería lo que esperaría ya que el menor había tomado el
vicio de llegar tarde y decir una excusa pequeña, le recordaba tanto a Obito.
En
otro lugar se encontraba un joven de cabello gris ayudando a una señora a
cargar sus compras, sabía que ya se le había hecho tarde para llegar donde lo
esperaba su maestro, este lo había citado pero no sabía el motivo; cuando llegó
a la casa de la anciana, la ayudó con las bolsas, se despidió y corrió lo más
rápido que podía para llegar con su sensei.
―
Lamento la tardanza, sensei pero me encontré con una anciana que necesitó de mi
ayuda. ― Se excusó Hatake mientras se sentía avergonzado por la tardanza.
― Está
bien, Kakashi. ― Minato habló intentando menguar la pequeña tensión que tenía
su ex discípulo. ― No te he llamado para regañarte. Ya no soy tu sensei,
Kakashi, desde que lograste ser jounnin, te volviste en un igual y ahora, eres
ANBU. ― La alegría en la voz del rubio estaba teñida con un ápice de melancolía
del recuerdo de tenerlo bajo su protección no pasó desapercibida para ninguno
de los dos.
― Yo…
siempre lo veré como mi sensei, Minato sensei. ― Aseguró Kakashi rascándose la
mejilla izquierda con un poco de timidez.
―
Gracias, Kakashi. ― Escuchar a su pequeño discípulo lo conmovió y le regaló una
pequeña sonrisa al chico mientras le agradecía, revolviéndole el cabello sin
poder contener su felicidad.
― ¿Por
qué quiso que nos encontráramos, sensei? ― Sus mejillas se sonrojaron al sentir
la muestra de afecto del mayor, una pequeña sonrisa se pintó en sus labios
mientras intentaba hacer su pregunta con seriedad para disipar la vergüenza que
sentía por lo que acaba de ocurrir.
―
Bueno, quería que vinieras para felicitarte apropiadamente por lograrlo, así
que… ¡Muchas felicidades, Kakashi! ¡Serás un buen ninja! ― Minato sonreía
mientras miraba a su antiguo alumno mientras exclamaba con emoción las
felicitaciones logrando avergonzar aún más, si es que era posible al Hatake.
Kakashi
no sabía cómo actuar, le resultaba muy extraña la situación porque solía
recibir felicitaciones constantes por compañeros aunque sentía que cada vez que
Minato lo felicitaba era como recibir las felicitaciones de un padre, lo que lo
hacía sentirse lleno de una calidez reconfortante.
―
Ojalá que Obito y Rin pudieran estar aquí, Así podrían ver lo mucho que has
crecido y cómo has logrado llegar a ser un excelente shinobi. ― El comentario
de Minato irrumpió los pensamientos de Hatake.
―
Sensei… no creo que fuese así, exactamente. ― Murmuró Kakashi con un ápice de
tristeza ante el recuerdo de sus compañeros de equipo perecidos. ― Obito... Quizás
me detestase si estuviese aquí por incumplir sus promesas. ― Afirmó apretando
sus puños.
― En
realidad, te torturas demasiado por lo ocurrido aunque fue algo inevitable.
Quizás no soy tan buen sensei como estimaba cuando uno de los chicos que tuve
bajo mi responsabilidad no logra sobrellevar su pasado como un shinobi que sabe
de las adversidades que afronta ser un ninja. ― Respondió el rubio llevándose
una mano al mentón con cara pensativa. ― Kakashi, eres un shinobi, no
abandonaste a tus compañeros, tampoco huiste de tus responsabilidades con
ellos. Realizaste bien tus misiones y actuaste en concordancia a tu juicio y se necesitaba de ti en cada momento de
todas las misiones que has hecho. ― Indicó con esperanza de que el joven no se
torturase por el pasado.
― No
lo entiendo, sensei. ― La voz de Hatake salió entrecortada. ― Yo fui muy
estúpido, no pude hacer una estrategia adecuada porque si lo hubiese hecho,
Obito y Rin continuarían aquí. ― Apretó con fuerza los puños. ― Si no hubiese
sido un idiota, le hubiera podido decir a Obito lo que sentía. ― Comentó en un
hilo de voz que fue muy difícil de escuchar a Minato mientras el rostro de
Kakashi se ensombrecía.
― Él
hubiera no existe, Kakashi. ― Susurró mirando al chico. ― Aunque hubieses
planeado una perfecta estrategia nada te aseguraría que saldría al pie de la
letra, nadie sabe lo que pasará en el futuro. ― Comentó el rubio dando un leve
apretón en el hombro contrario. ― Así que no te eches la culpa. ― Indicó
preocupado por el rostro de dolor de Kakashi. ― Además… tal vez no hayas podido
decirle lo que sentías a Obito pero quizás él podía sospecharlo o intuía lo que
sentías y no era indiferente. ― Soltó una pequeña risa mientras intentaba
animar al joven.
― ¿Qué
quiere decir, sensei? ― Preguntó curioso Kakashi sin poder evitar observar al
Namikaze con sorpresa por lo que estaba seguro había podido escuchar,
consiguiendo que una repentina ansiedad surgiera en su interior queriendo saber.
―
Ustedes dos, Obito y tú… Eran tan claros como el agua aunque Obito dijera que
le gustaba Rin, podía apreciarse que esos sentimientos no eran así y estaba
dirigido a su otro compañero de equipo. Ambos siempre se buscaban o encontraban
con la mirada. Además, me contaste que Obito te protegió y no solo eso, sino
que te dejó un regalo muy preciado, una parte de él muy valiosa para cualquier
miembro del clan Uchiha. ― Comentó para señalarle su ojo con el Sharingan.
― Eso
no dice nada, solo actuó como cualquier shinobi cabeza hueca actuaría. ―
Respondió un poco molesto a pesar de que entendía de que Namikaze estaba
intentando restablecer sus ánimos. ― No podré perdóname jamás el no poder hacer
nada por Obito y no poder cumplir la promesa que le hice. ― Bajo el volumen de
su voz para acabar mirando la palma de su mano derecha recordando cómo el mismo
había sido quien no tuvo más opción que acabar con la vida de Rin.
―
Kakashi, no puedes reprenderte toda tu vida por sobrevivir o porque el mundo
shinobi te haya hecho pasar por duros momentos, todos pasamos por nuestros
propios infiernos pero eso no quiere decir que tengamos que quedarnos en esa
oscuridad. ― Advirtió Minato preocupado por su ex kohai. ― Eres consciente de
hacia dónde pueden llevarte tus pasos pero tienes que curar tus heridas para
que continúes el camino y estoy seguro que puedes ver la luz al otro lado. ― El
rubio sonrió.
―
¿Insinúa que olvide a mis compañeros? ― Kakashi apretó los puños sin querer
entender las palabras de quien fue su sensei.
― No.
No debes olvidar a Rin y Obito, ellos siguen contigo pero piensa en cómo estás
desaprovechando su esfuerzo y las esperanzas que depositaron en ti. Se lo debes
y eso es suficiente para que no sigas burbujeando en el pasado. En lamentar los sucesos que no se pudieron
pensar sucederían o seguir llorando lo que no podrás cambiar. Has llegado hasta
aquí, afortunadamente, pero si continuas así, tendrás que dar muchas respuestas
del por qué no continuaste tu brillante camino, Kakashi. ― Aclaró.
Kakashi
mordió su labio inferior sabiendo que estaba ocupando un tiempo de luto por sus
amigos más allá del que se consideraba saludable.
―
Además, Obito siempre estará observando lo que haces. ― Sonrió Minato señalando
nuevamente el ojo con Sharingan que tenía Kakashi.
Kakashi
llevó su mano a la bandana que ocultaba el Sharingan de Obito mientras los
segundos parecieron transcurrir como si fueran horas.
―
Tengo que marcharme y Kushina se molestará si no estoy en casa para la cena. ―
Comentó casual Minato mientras miraba a su ex kohai. ― ¡Enhorabuena, Kakashi! ―
Felicitó con una amable sonrisa nuevamente.
Hatake
asintió antes de observar como el rubio se alejaba.
― Lo
siento mucho, Obito… Rin… No soy tan increíble como pensabais que era pero haré
algo al respecto. ― Susurró para sí mismo, Kakashi. ― Gracias… sensei. ― Dijo
antes de poner su máscara ANBU y abandonar el lugar en el que se había reunido
con Minato.
Fin
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