Naruto
había regresado a Konoha y también, demostró a Kakashi que su entrenamiento en
esos años junto a Jiraiya había dado frutos pero nada más llegar a la villa,
había sido enviado en una misión importante que lo llevaba hasta el vecino país
del Viento.
Akatsuki
había atacado Tsuna, la aldea donde habitaba el jinchuriki de Shukaku y Naruto
no podía obviar que su amigo Gaara, quien guardaba al binju de una cola, además
de ser el actual Kazekage, creara una gran preocupación en el Uzumaki.
Afortunadamente,
la misión había sido exitosa y pudo rescatar a Gaara pero a cambio de las vidas
de muchos shinobis, entre todos ellos la anciana Chiyo quien había descubierto
que su nieto Sasori seguía vivo y formaba parte de Akatsuki. Aunque los
shinobis de Konoha tampoco salieron ilesos ya que Kakashi sufría del desgaste
por el excesivo uso de chakra que requería su Sharingan y necesitaba de tiempo
de descanso obligatorio para recuperarse antes de volver a cumplir con su
trabajo como jounnin y líder de un grupo shinobi, lo que supuso que el equipo 7
tendría otro jounnin como capitán. Sin embargo, el sustituto de Kakashi no fue
la única novedad que recibieron Sakura y Naruto, ya que también se agregó un
nuevo miembro.
Fue un
pequeño impacto emocional al principio para Sakura y Naruto porque no esperaban
que se agregara a otro ninja a su equipo pero este hecho sorpresivo solo
ocasionó que los antiguos integrantes del equipo 7 se sintiesen incómodos con
el nuevo compañero, Sai, un chico que procedía del ANBU de Raíz de Konoha, una
organización con demasiados misterios.
Naruto
pensó que la Hokage quería relegar a Sasuke con la inclusión de Sai en el
equipo 7 como si el Uchiha nunca fuera a regresar o hubiera sido parte del
equipo o no confiara en sus palabras de traer de regreso a Sasuke salvándolo de
las garras de Orochimaru, quien lo había engañado para que dejara Konoha.
Sai
era un chico muy extraño y solo se había dedicado a hablar de penes y meterse
con la virilidad de Naruto desde que se presentaron ya que después de que
Sakura lo había golpeado, no había vuelto a meterse con ella o mencionar al
Uchiha. Ciertamente, Naruto se sentía frustrado por la insistencia de Sai en
hablar de su entrepierna y causaba al rubio bastante vergüenza por hacerlo
frente a la Haruno, a pesar de haber estado entrenando bajo la tutela de un
pervertido, Naruto no estaba acostumbrado a tener que soportar comentarios de
ese tipo o donde se juzgaba algo que le importaba poco como era el tamaño de su
sexo.
― ¿Te
pasa algo, Naruto? ― Preguntó Sakura mientras caminaban rumbo al lugar de su
misión y encontrarían al que era el supuesto espía de Sasori de la Arena Roja
para que esta persona le relevase información importante, entre tuviese que
decirle, quizás lograrían saber del paradero de Orochimaru quien tenía a Sasuke
bajo su tutela.
― No
me gusta ese tipo, Sakura chan. Dattebayo. ― Respondió Naruto con apatía
mientras miraba hacia donde caminaba el chico que provenía de Raíz.
Sakura
observó al chico que miraba el rubio, a ella tampoco le agradaba del todo el
nuevo integrante del equipo como suplente de Sasuke, sentía que todo se había
realizado de forma violenta y Sai había sido bastante grosero con ella.
―Ni a
mí me gusta, Naruto pero tenemos que aceptarlo, no tenemos de otra que cooperar
como equipo si queremos continuar la misión o fracasaremos cuando esta es la
única oportunidad que tenemos para obtener información de Sasuke kun. ― Comentó
la kunoichi soltando un suspiro.
― ¡AH!
¡Ya sé, dattebayo! ¡Pero es tan… insoportable! ― Exclamó el rubio con las manos
en su cabeza.
―
¡NO SE RETRASEN. SAKURA, NARUTO! ―
Ordenó Yamato que se había percatado de los dos jóvenes quedándose rezagados.
― ¡SÍ,
YAMATO TAICHOU! ― Respondieron sobresaltados los jóvenes por la orden del
jounnin y aproximarse con rapidez.
― No
está bien atrasarse en la misión para hablar de tu pequeño pene. ― Dijo con una
sonrisa Sai mirando a Naruto y evitando llamar nuevamente fea a Sakura porque
no quería recibir otro golpe de la chica de cabello rosa.
―
¡DEJA DE HABLAR DE PENES Y ESPECIALMENTE DE MI PENE, DATTEBAYO! ― Gritó Naruto
con el rostro rojo de vergüenza por el hecho de que Sai solo tuviese ese tema
para referirse a él porque no era cierto y no estaba bien hablar de penes
frente a Sakura.
―
Dejen de pelear. ― Reprochó Yamato mostrando un rostro de terror a los
revoltosos adolescentes.
Naruto
tembló al observar aquel rostro tenebroso que había puesto el hombre de cabello
castaño, realmente era aterrador.
― Lo
siento, Yamato taichou pero todo es causado por Sai, dattebayo. ― Se disculpó
el rubio señalando al chico de Raíz mientras lo fulminaba con la mirada por
recibir el regaño de Yamato.
―
¿Culpa mía? ¿Por qué? Yo no tengo culpa de que tengas pequeño el pene. ― Alegó
Sai sin borrar su sonrisa mientras se encogía de hombros.
―
¡MALDITO, DATTEBAYO! ― Escupió el rubio tomando al chico de pelo negro por la
camisa y empezando a agitarlo. ― ¡DEJA DE HABLAR DE MI PENE, DATTEBAYO! No
debes decir cosas pervertidas delante de una chica, dattebayo. ― Habló con
irritación Naruto sin poder hacer que desapareciera el sonrojo de sus mejillas.
― ¿Una
chica? ― Susurró Sai mirando a Sakura. ― Ella no parece una chica. ― Afirmó Sai
al recordar la fuerza descomunal que poseía Haruno.
―
S-A-I… ― La voz de Sakura fue una clara amenaza mientras elevaba su puño
mirando a Sai para indicarle que no continuara con su análisis.
― ¡YA
BASTA! ― Intervino Yamato un poco de frustración por las discusiones de los
adolescentes que parecía no cesar. ― Tenemos una misión que cumplir.
― La
misión es más importante que el pequeño pene de Naruto. ― Aceptó Sai con una
sonrisa mientras se soltaba del agarre del rubio.
―
¡SERÁS…! ― Gritó el rubio pero no pudo continuar hablando porque una jaula de madera lo encerró junto a Sai,
inesperadamente.
― Os
quedaréis ahí hasta que aprendías a soportaros mientras Sakura y yo nos
encargaremos de la misión. ― Dictó Yamato molesto por lo infantiles que se
comportaban los chicos mientras hacía un clon de madera para que se quedara
vigilando a los dos chicos. ― Si os comenzáis a comportar como auténticos
shinobis, mi clon os dejará salir y os acompañará hasta que nos deis alcance
pero si continuáis con infantiles riñas, no sois necesarios para realizar la
misión.
―
Pero… ¡no puede hacernos esto, Yamato taichou, dattebayo! ¡Sasuke puede estar
ahí! ― Intentó Naruto convencer al mayor.
― No
lo intentes, Naruto. Si no sois capaces de soportaros, no sabréis trabajar en
equipo y por tanto, la misión será fallida. ― Afirmó Yamato antes de darse la
vuelta y ponerse a caminar seguido de Sakura.
―
¡AYUDAME, SAKURA CHAN, DATTEBAYO! ― Pidió el rubio a su compañera que se
marchaba tras el jounnin.
― Lo
siento, Naruto. ― Contestó girándose para mirar un instante al Uzumaki.
―
¡MIRA LO QUE HAS OCASIONADO, DATTEBAYO! ― Acusó el rubio a Sai dándose la
vuelta con molestia.
― No
es mi culpa que tengas el pene pequeño. ― Insistió con su respuesta Sai
mientras se encogía de hombros como si hubiera dicho algo trivial.
―
¡DEJA DE HABLAR ASÍ DE MI PENE, DATTEBAYO! ¡Y NO LO TENGO PEQUEÑO ES DE TAMAÑO
NORMAL Y EL TUYO TAMPOCO ES COMO SI FUERA TAN GRANDE, DATTEBAYO! ― Aulló Naruto
exasperado por el comportamiento del chico de piel pálida mientras lo señalaba.
―
Naruto idiota. ― Murmuró Sakura sonrojada al escuchar los gritos del Uzumaki
mientras ocultaba su rostro sonrojado entre sus manos sin dejar de seguir a
Yamato.
― Solo
he dicho la verdad. ― Se justificó Sai mirando sin entender la perdida de
nervios del Uzumaki.
― Deja
de hablar de penes, dattebayo. A nadie le importa y menos importancia tiene mi
pene o su tamaño, dattebayo. ― Casi suplicó con lagrimones el jinchuriki del
Kyubi por lo que parecía ser una obsesión del chico de Raíz. ― Además, si no
hacemos que el clon de Yamato taichou piense que nos llevamos bien, no podremos
continuar la misión y no sabremos donde está Sasuke, dattebayo.
― ¿Por
qué buscar con insistencia a Uchiha Sasuke? Él traicionó a Konoha cuando
decidió marcharse con Orochimaru. ― Preguntó Sai mirando al rubio con
curiosidad porque no podía entenderlo y tampoco a Sakura. ― Él dejó la aldea
por voluntad propia para irse sería mejor olvidarse de Uchiha Sasuke.
― ¡Es
mi amigo, dattebayo! ― Escupió Naruto, quien estaba pensando en cómo engañar al
clon para poder alcanzar a Sakura y Yamato pero se volteó a mirar con el ceño
fruncido al otro chico después de escucharlo. ― No voy a dejar que se hunda en
la oscuridad cuando su lugar es estar en Konoha, dattebayo.
―
Realmente, no te entiendo y puede que seas lo que llaman idiota. ― Agregó Sai
mirando confundido al rubio sin comprender la terquedad del rubio por querer
traer a alguien que eligió marcharse y no parecía tuviese intenciones de
regresar.
Naruto
no pudo evitar enfadarse y dos pequeñas venas aparecieran en su frente al
escuchar como lo insultaba pero se controló, no quería seguir retrasándose y el
clon pensara que no debían salir de esa jaula en la que se encontraban.
― No
importa si no puedes entenderlo pero es parte de mi camino ninja y no renuncio
a la promesa, dattebayo. ― Afirmó mientras se cruzaba de brazos el Uzumaki.
Sai
miró al chico impulsivo y luego, miró al clon de madera que los custodiaba que
parecía aburrido por estar vigilándolos.
―
Tengo que salir de aquí, dattebayo. ― Murmuró Naruto mientras intentaba romper
los barrotes de madera con la fuerza de sus brazos.
― No
servirá de nada hacer eso para salir. ― Indicó Sai con calma mientras se
acercaba al rubio para mirar al clon del shinobi que capitaneaba el equipo. ―
¿Nos quedaremos aquí hasta que regrese tú yo original? ― Cuestionó al clon de
madera.
― Si
es necesario, así será. ― Aseguró el clon de madera.
―
¿¡Cómo voy a tranquilizarme si nos ha encerrado para no continuar con la
misión, dattebayo!? ― Preguntó molesto Naruto.
― Hace
rato que dejamos de hablar del pequeño pene de Naruto. ― Acotó Sai con una
sonrisa recibiendo una mirada iracunda del rubio que empezaba a elevar su puño
como una amenaza de golpearlo.
― Está
bien, está bien… tenéis que aprender a trabajar en equipo junto a cualquier
shinobi con el que seáis asignado, la misión depende de todos nosotros para
obtener buenos resultados. ― Explicó el clon de madera liberando a los
adolescentes. ― Apresurémonos, Sakura y mi yo real están llegando al punto de
encuentro. ― Ordenó para empezar a correr por el sendero seguido de los dos
chicos.
Fin
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