sábado, 27 de febrero de 2021

Inoichi - Shikaku

 

¡Atención!, contenido +18.


Inoichi Yamanaka había terminado su labor en el centro shinobi de seguridad de Konoha y ayudar a mejorar algunos defectos para que el escudo protector de Konoha continuara funcionando adecuadamente y retener el mayor número de personas sospechosas.

 

Yamanaka estaba pasando por un pequeño parque en el que solía ir a jugar cuando era un niño, los recuerdos afloraron en su mente y lo feliz que era a pesar de haber crecido en un tiempo conflictivo donde Konoha estaba en guerras con otros países ninjas.

 

Sin embargo, un recuerdo golpeó en la mente de Inoichi, se trataba de un árbol en medio del pequeño bosque que había en el centro de ese parque y que había convertido en su lugar secreto de niño, incluso había grabado sus iniciales en la corteza de dicho árbol casi como si estuviera reclamando ese lugar como propio.

 

El hombre de largo cabello dorado sonrió con nostalgia mientras dirigió sus pasos al interior del pequeño bosque en busca del árbol de su infancia hasta que lo encontró, aún estaba allí, con sus iniciales grabadas, que no dudó en acariciar el rugoso tronco.

 

Inoichi estaba por abandonar la zona en el que hermosos recuerdos vividos abrumaban su mente, cuando al bordear el árbol se percató de que había alguien más en el lugar.

 

Shikaku Nara estaba durmiendo cerca de donde se encontraba Inoichi, el shinobi de cicatrices en el rostro estaba apoyado a uno de los árboles cercanos y parecía estar complacido con lo que su sueño le mostraba.

 

― No… eso est… ― Balbuceó Shikaku entre sueños.

 

Una sonrisa ladina se formó en los labios del rubio shinobi y buscó un lugar en el que ocultarse para sentarse mientras pensaba que iba a ser divertido ver que había creado la mente del Nara para que ese sueño lograse hacer decir palabras inteligibles mientras dormía al hombre más perezoso de Konoha.

 

Después de hacer los sellos oportunos, el cuerpo se desplomó mientras que Inoichi real se adentró en el interior de la cabeza de Shikaku.

 

Yamanaka se sintió un poco confundido hasta que pudo percatarse de que estaba rodeado de personas que iban y venían por una calle que pronto reconoció como una de las calles del centro de Konoha.

 

El rubio debía felicitar a su amigo porque la mente de su amigo había logrado recrear hasta el más mínimo detalle de esa zona de la villa, este pensamiento le recordaron a Inoichi que estaba ahí para saber que tanto soñaba el Nara y no para apreciar lo detallado que era capaz de reproducir un lugar la mente de Shikaku.

 

Apresurando su andar, el rubio shinobi finalmente encontró la imagen de Shikaku que parecía estar charlando con alguien pero hizo que una sonrisa volviera a formarse en sus labios al percatarse de que era una visualización del propio Yamanaka quien se encontraba conversando con el Nara. No obstante, la sonrisa se había borrado de los labios de Inoichi al ver como aquella copia onírica se abalanzó sobre Shikaku para acurrucarse en el hombro del otro hombre que parecía complacido con ese comportamiento.

 

El verdadero Yamanaka abrió y cerró la boca varias veces sin saber cómo asimilar aquella escena que ocurría frente a sus ojos pero sintió que debía acercarse y asegurarse de que todo eso que acababa de ver tan solo se trataba de un mal entendido. Inoichi & Shikaku #inoichi #shikaku | Naruto, Naruto images, Naruto teams

 

― Regresemos pronto, Shikaku. ― Pidió el Yamanaka del sueño mientras acariciaba amorosamente el rostro de un Nara complacido por el mimo.

 

― El departamento no está lejos. ― Sonrió Shikaku mientras rodeaba la cintura de la ilusión para empezar a guiarlo por la multitud.

 

Inoichi tenía la boca abierta y sentía que sus ojos se saldrían fuera de sus cuencas oculares, incluso cerró sus párpados con fuerzas por la sorpresiva escena porque no podía encontrar una explicación a lo que soñaba su Shikaku.

 

Llevado por la curiosidad y en busca de alguna seña que le dijera todo se trataba de un error, el rubio shinobi de Konoha siguió al dueño del sueño que abrazaba a una copia dejando una distancia prudente.

 

― Estás algo ansioso, Inoichi. ― Comentó con todo divertido el Nara al sentir como el Yamanaka de su sueño se abrazaba a él.

 

― Claro que no… ― Comentó con una pequeña risa nerviosa y sonrojadas mejillas. ― Aunque…. Digamos que un poquito.

 

Shikaku rió mientras seguían caminando mientras el falso Inoichi se había abrazado al brazo izquierdo del Nara.

 

Yamanaka no podía creer y mucho menos deseaba querer pensar que Shikaku tenía ese tipo de sueños con una recreación suya pero necesitaba asegurarse de que todo eso trataba de un mal entendido, por ello es que no se detenía y continuaba siguiendo a los protagonistas de que la recreación onírica.

 

El rubio casi advierte de su presencia al dueño de la fantasía cuando  se percata de que había ido hasta donde se encontraba en frente de un edificio que conocía muy bien, pues no era otro edificio que uno en donde una de sus primas vivía.

 

Shikaku rebuscó en su bolsillo hasta encontrar la llave para abrir la puerta sin percatarse que había un intruso en su mente que lo seguía.

 

Inoichi se apresuró a seguirlos antes de que la puerta desapareciera y el quedase atrapado en algún lugar del subconsciente y cuando atravesó la puerta apareció en una alcoba, donde el ambiente burbujeaba perfecto para cumplir con instintos precarios del ser humano.

 

La enorme cama de sábanas grises en medio de la habitación era la que ocupaba toda la atención del lugar, como si el resto de adornos imaginados solo fueran un capricho de la mente del Nara que estuvieran allí.

 

― No hagas eso o no podré contenerme más. ― Advirtió el Nara a la ilusión creada por su mente de su amigo.

 

― Lo deseas tanto como yo. ― Respondió el falso Yamanaka mientras repartía pequeños besos por el cuello del Nara.

 

Inoichi se escondió detrás de una columna ornamentada mientras llevaba sus manos a la boca para contener la voz que deseaba salir para detener todo movimiento.

 

― Tan solo mira… Algunas caricias y ya estas así. ― Susurró la copia de Inoichi continuaba su función en el sueño de Shikaku, quien besaba el cuello del moreno mientras sus manos iban bajando hasta los pantalones.

 

― Maldita sea, Inoichi… ― Contestó con voz ronca Shikaku intentando contener el jadeo de la brusca caricia en su erección mientras se apresuraba a tomar la nuca contraria para separar al rubio junto a él de su maltratado cuello y poder robarle un beso.

 

Yamanaka no podía creerlo y la repulsión de la escena en los sueños de su amigo se estaba mezclando con el deseo, aunque era consciente de que se trataba del ambiente que el subconsciente del Nara estaba recreando para avivar el lívido.

 

― ¿Estás seguro de esto? ― Preguntó con los ojos brillantes Shikaku al amante de su sueño, logrando que el rubio volviera el rostro para mirarlo por lo inusual que parecía esa pregunta en un momento como ese.

 

― ¿Debería tener dudas? ― Respondió con una pregunta el falso Inoichi mientras acariciaba el pectoral del Nara para incitar a que continuara.

 

― Tienes razón, disculpa mi pregunta pero no seré suave. ― Aclaró para empujar al rubio que cayó sobre la cama riendo mientras él se quitaba la ropa.

 

― No espero ninguna gentileza de ti. ― Afirmó para abrir sus piernas para mostrar el bulto escondido bajo los pantalones que no dudó en acariciar sugerentemente para atraer al creador del fogoso sueño.

 

Inoichi abrió la boca tanto como pudo al ver lo provocador que era su copia onírica, no podía pensar que fuera posible verse así de sexy para alguien, incluso él mismo sintió una punzada en su ingle por la morbosidad.

 

― Esto no es necesario aquí. ― Habló divertido el Nara mientras retiraba los pantalones del Yamanaka de su imaginación. ― ¡OH! Eso no lo esperaba. ― Ronroneó al percatarse de que la ilusión no llevaba ropa interior al ser despojado de sus pantalones dejando al descubierto la erección.

 

― No quería que perdiéramos tanto tiempo cuando podríamos estarlo pasando tan bien. ― Habló con voz juguetona el espejismo mientras terminaba de quitarse el chaleco y la camisa para luego soltar su largo cabello dorado que se desplegó sobre la cama. ― No me hagas esperar, Shikaku kun…

 

― No pienso hacerlo… ― Murmuró el Nara una vez que se terminó de quitar lo que le faltaba de ropa. ― Haré de ti un completo desastre. ― Amenazó con lujuria mientras se colocaba entre las piernas  del Yamanaka que estaba bajo su merced y esa copia de su subconsciente abrió más las piernas para que el otro hombre se acomodara.

 

― Te estás tardando mucho… ― Rezongó el rubio onírico mientras rodeaba el cuello contrario con sus brazos y se acercaba para dar un apasionado beso al Nara.

 

El beso se rompió a causa de que los dos quisieron premiar al contrario con un jadeo cuando sus erecciones se acariciaron pero sin perder tiempo, Shikaku comenzó a repartir besos por todo el largo del cuello contrario mientras sus manos tomaba la cadera del Yamanaka y comenzaba a moverse en busca de liberar la presión.

 

Poco a poco, Shikaku descendió por el cuello de Inoichi en pequeños besos y succiones hasta encontrar uno de los pequeños pezones, al que torturó con sus dientes e incluso mordió para deleitarse de los gemidos y gritos de sorpresa del rubio bajo él.

 

La ilusión llevó las manos al cabello de Shikaku para liberarlo de su atadura y cayese para obtener aquella visión del Nara, quien sonrió antes de llevar una de sus manos hasta sus penes, los cuales tomó para empezar a acariciarlo en un tortuoso ritmo.

 

El rubio intruso se llevó las manos al rostro, quería gritar y detener todo aquello que no debía conocer, así que se movió en busca de otro lugar que lo escondiera en ese sueño, necesitaba salir de ahí sin ser visto.

 

― Shi… kaku, deja de jugar y hazlo ya… ― Lloriqueó el falso Inoichi mientras llegaba al orgasmo.

 

― No eres nada… divertido. ― Se burló jadeante el Nara para retirarse sin aún haber podido alcanzar su propia liberación.

 

― ¡CALLA! ― Gritó la ilusión mientras arrojaba una almohada al Nara quien rió. ― Solo… apresúrate.

 

― ¡QUÉ PROBLEMÁTICO! ― Murmuró Shikaku con una sonrisa maliciosa mientras ponía las piernas del rubio sobre sus hombros. ― Luego no llores si no puedes caminar. ― Advirtió mientras tomaba su pene y lo acercaba al apretado ano.

 

― No pas… ― La ilusión onírica no pudo terminar lo que hablaba debido a que fue penetrado rudamente de una sola vez, haciendo que su espalda se curvara mientras que su voz parecía haber desaparecido.

 

Yamanaka sintió que se iba a desmayar al ver aquella escena plenamente y como Shikaku, sin un ápice de duda, había ultrajado a esa imagen que imitaba su aspecto.

 

Las piernas de Inoichi fallaron por el shock y ahí estaba el líder del clan Yamanaka, observando como su mejor amigo estaba teniendo sexo con una recreación creada en un sueño.

 

― Eres tan… bueno… ― Gimió Shikaku como si fuese un lobo hambriento con un pedazo de carne entre sus fauces y esa voz endurecida por el sexo hizo jadear más a su imaginado amante mientras que el Inoichi real sentía como un escalofrío descendió por su espalda hasta su entrepierna que se empezaba a elevar con intensidad.

 

― No te de… tengas… Shikaku. ― Rogaba la ilusión de Inoichi.

 

― Lo siento… ― Murmuró el infiltrado en aquel privado sueño mientras adentraba una de sus manos en sus pantalones para liberar su erección, la cual comenzó a atender con premura que había ocasionado la escena pasional que ve.

 

Inoichi onírico se aferró con fuerza al cuello del Nara cuando una de sus piernas cayó y Shikaku cambió el ángulo y velocidad de sus embestidas que lo estaban enloqueciendo.

 

Sin embargo, el verdadero Inoichi tuvo que ahogar un jadeo cuando escucho a su copia gritar de aquella manera. Además, los sonidos húmedos y obscenos de los amantes frente a sus ojos estaban haciendo que su lívido aumentara a un grado que no había experimentado antes pero sin que el mismo rubio se percatase, estaba moviendo su mano al compás de las embestidas del Nara.

 

― Eres tan excitante, Inoichi… ― Susurró con lujuria Shikaku mientras apretaba las caderas del hombre a su merced y una sonrisa maliciosa se formó en los labios del moreno cuando solo hubieron gemidos como respuesta. ― ¡VAMOS, INOICHI! ― Gritó aumentando el ritmo, cuando parecía no ser posible, de las estocadas y estaba cerca de llegar al orgasmo.

 

― ¡MALDICIÓN! ― Gritó el falso líder Yamanaka. ― Tú… no dejas de hacer que me sienta… tan bien… estoy tan cerca… ― Jadeó advirtiendo de que estaba cerca del final.

 

Inoichi aceleró el ritmo, todo en ese sueño del Nara estaba recreado para afectar las emociones de quienes se encontraran en ese sueño para despertar los instintos más precarios porque actuaba como un genjutsu.

 

― Shi… Shika… ku… ― Escupió en un gorgoteo la ilusión de Yamanaka mientras eyaculaba su orgasmo.

 

Shikaku gruñó al llegar a su final, terminando al mismo tiempo que el hombre que se había adentrado en su mente mientras soñaba pero si bien el placer obtenido era agradable, también era el aviso de que Nara había llegado al final de su sueño y daba comienzo el despertar, por lo que la habitación recreada por Shikaku en su subconsciente empezaba a desmoronarse.

 

― ¡MIERDA! Se está despertando. ― Farfulló un agotado Inoichi después de haber terminado de liberar su orgasmo mientras que los amantes se acurrucaban sin importarle como todo a su alrededor desaparecía. ― Tengo que apresurarme a salir. ― Murmuró reponiéndose para buscar la forma de marcharse del sueño y mente del Nara.

 

El verdadero Yamanaka hizo los sellos que lo sacarían de la mente del Nara y lo primero que vio al despertar fue como el cuerpo de Shikaku se removía intentando despertar, luego observó sus pantalones, donde había una mancha húmeda que lo hizo sonrojarse e incitó en salir de allí precipitadamente.

 

Inoichi corría a su casa mientras esperaba no encontrarse con nadie a quien tener que dar explicaciones o viera su situación actual pero su mente era un verdadero caos después de lo ocurrido se encontraba confundido e indignado por verse afectado por un sueño o el mismo hecho de que Shikaku tuviese sueños eróticos con él, provocándole escalofríos el recordar lo vivido.

 

Shikaku sintió como si lo observaran pero no había nadie alrededor, tampoco sentía ningún chakra lo suficientemente cerca para luego mirar sus pantalones mojados, a duras penas recordaba el sueño pero lo ocurrido solo lograba que una mueca de disgusto se formara en su cara, debía regresar rápido a su casa antes de tener que mostrarse así frente a alguien.

 

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