lunes, 25 de mayo de 2020

Mizuki - Iruka



Iruka Umino no cabía de felicidad cuando finalmente recibió un pergamino junto a las felicitaciones de jounnin y el Hokage que lo acreditaba como chunnin. Recibió su pergamino, el chaleco y aún no podía creer el haber aprobado en esta ocasión.

Iruka + Mizuki ~broken friendship~ by AricaJade92 on DeviantArt

Había sido difícil para Iruka poder pasar de nivel ninja y en esta ocasión no tenía tantas esperanzas de aprobar, pues pensaba que no podría conseguir ir más allá de gennin pero este giro de los acontecimientos en su racha de suerte, había sido toda una sorpresa para él, no deseaba esperar más para encontrarse con Mizuki y decirle la noticia que por fin lo había conseguido, estaba en el mismo rango ninja.

Sin embargo, Umino no necesito demasiado tiempo para encontrarse con el hombre de cabello claro ya que este le estaba esperando en el pasillo de salida de la Torre Hokage con los ojos cerrado y rostro contrariado, casi como si estuviera frustrado por algún problema complicado que no dejaba de meditar en su cabeza.

― Si continuas con esa cara te saldrán arrugas antes de llegar a la vejez. ― Bromeó Iruka para captar la atención del otro shinobi, lo cual logró para ver cómo se dibujaba una sonrisa en Mizuki.

― ¡Qué gracioso, Iruka! ― Habló con sorna antes de abrir los ojos para mirar al recién llegado. ― ¿Qué tal te fue esa vez? ― Preguntó con curiosidad porque sabía que hoy se entregaban los resultados a los shinobis que se habían presentado al examen de ascenso a chunnin.

― ¡PASÉ EL EXAMEN! Esta vez lo conseguí. ― Aseguró con emoción mirando a su compañero expectante mientras que Iruka no podía evitar sonreír de la alegría que desbordaba por el resultado obtenido para luego mostrar el pergamino que tenía escrito el certificado que lo reconocía como chunnin de La Hoja.

― ¡MUCHAS FELICIDADES, IRUKA! Te estabas tardando. ― Felicitó al hombre de coleta mientras lo abrazaba por el cuello mientras pegaba su mejilla a la contraria. ― Sabía que podías hacerlo, que ibas a pasar el examen esta vez. ― Entonces… deberíamos celebrar que ya eres chunnin. Te invito a un tazón de ramen. ― Indicó a pesar de que Mizuki detestaba ese platillo, sabía que el ramen era muy significativo para Iruka, ya que le traía recuerdo de sus padres, a tal punto de que era su comida favorita.

― ¿Ramen? Tú detesta el ramen, sería más propio el que me invites a barbacoa coreana o a comer sushi. ― Comentó con fingida indignación y sorpresa por la invitación de Mizuki antes de mostrar nuevamente una gran sonrisa por el rostro de confusión que había puesto su compañero. ― Are… are… es una broma, el ramen está bien. Además, no hay mejor comida para celebrar que subí de rango ninja que comer ramen de Ichiraku ramen.

― Sabes que estoy dispuesto a cambiar el ramen por el sushi, así que mejor no hagas ese tipo de bromas o me las tomaré en serio aunque esté haciendo un sacrificio para sugerir comer ramen. ― Contestó palmeando la espalda de Iruka mientras soltaba su abrazo.

― Lo sé y aprecio que me invites a ramen a pesar de que lo odies. ― Sonrió Iruka.

― ¡Vamos, antes de que se evapore mi propuesta de comer ramen para celebrar que ya eres chunnin! ― Ordenó Mizuki para empezar a caminar hacia el puesto de ramen junto a Umino. ― Ahora que eres chunnin, ¿has pensado que hacer? Puedes continuar haciendo misiones como hasta ahora u ocupar un cargo administrativo u hacer otro tipo de empleo Aunque si continúas con las misiones, además de tener un mayor rango, se te designarán misiones de mayor rango y recibirás un mejor sueldo e incluso, podrías intentar ascender a jounnin. ― Inquirió Mizuki pensando en todas las opciones que tendría desde ese momento su amigo, así como las tiene él mientras llevaba sus manos tras la nuca para recargarse perezosamente sin dejar de caminar hacia el puesto de ramen.

― No lo he pensado pero… no creo poder ser jounnin, ha sido muy difícil llegar a chunnin y no soy un buen shinobi. ― Suspiró el hombre con la cicatriz que cruza horizontalmente su nariz desde una mejilla a la otra.

― Te entiendo, yo tampoco soy un ninja excepcional, pensé que podía continuar haciendo la vida de shinobi activo con simpleza pero las misiones que he realizado me ha hecho saber que no soy lo suficientemente fuerte, a pesar de que las misiones sonaran sencillas e incluso, algunas terminaron en un absoluto desastre. ― Confesó con aburrimiento y frustración Mizuki para después reír, retomando su atención en su acompañante. ― Estoy pensando dejar el hacer misiones para entrar en la selección de profesores para la Academia shinobi.

― Suena extraño, regresar a la Academia ninja para enseñar a jóvenes que desean convertirse en shinobis cuando no se cree ser un ninja fuerte… ― Murmuró Iruka con duda el tomar la opción de su amigo.

― ¿Y por qué no? Ayudaría a otros alcanzar su sueño de ser ninja, quizás hasta Hokage y para acceder a la prueba para ser profesor de la Academia tan solo necesitas ser chunnin y dominar perfectamente los conocimientos básicos que se aplicará para enseñar, tan solo es saber que ayudaras en una parte del camino de otros ninjas. Quizás sea una buena opción para nosotros el convertirnos en profesores de la Academia shinobi. ― Argumentó el hombre de cabello claro intentado convencer a su amigo de que también tomara la oferta de ser profesor de la Academia shinobi de Konohagakure no Sato.

Iruka se llevó una mano al mentón, pensando la propuestas de Mizuki porque no se escuchaba mal ni ser un trabajo difícil el ser parte de la cadena que ayudaría a otros chicos y chicas en convertirse en shinobi aunque debía volver a repasar todas las enseñanzas básicas de ninjutsu, taijutsu y genjutsu.

― ¿Entonces…? ― Preguntó Mizuki a su amigo después de varios minutos de espera en lo que el hombre de coleta parecía estar meditando su propuesta.

― No se oye mal de la forma en que lo dices. ― Respondió el castaño mientras tomaban asiento en el puesto de Ichiraku ramen. ― Creo que podría tomar la opción, al igual que tú, hacer la prueba de profesor aunque… ¿ya hay fecha para presentar el examen? ― Inquirió percatándose repentinamente de que no conocía ese importante dato.

― Es el mes próximo mes pero no debes preocuparte tanto, no necesitas prepararte demasiado y nos va a ir bien. ― Aseguró mientras ordenaba dos ramen de cerdo mientras le servían el agua.

― ¡ESO ES MUY PRONTO! ― Se sorprendió el castaño escupiendo el sorbo de agua que estaba bebiendo. ― Casi no hay tiempo para estudiar bien los conceptos con los que necesitaría prepararme y hacer la prueba.

― Si hablamos sobre preparación, tú estás más preparado que cualquier otro shinobi que se presente hacer el examen de profesor, acabas de hacer el examen chunnin. ― Mizuki le recordó con una sonrisa divertida mientras separaba sus palillos en espera de que le sirviera el ramen.

― Diciéndolo así… parece que llevo la delantera para presentarme a la prueba y no tendría problema alguno pero no es así, acabas de contarme y aceptar el llegar hacer un profesor de la Academia shinobi. Además, te recuerdo que he tenido que repetir el examen chunnin para poder lograr el ascenso de rango ninja. ― Rezongó apenado el hombre de tez morena.

― Con mayor posibilidad estás más que capacitado para hacer la prueba de profesor shinobi, aún más que yo. ― Insistió Mizuki para palmear uno de los hombros de su amigo. ― Has estado estudiando todo lo necesario para poder convertirte en chunnin, estás más preparado ahora mismo que cualquiera.

― No entiendo cómo puedes decir eso y confiar tanto en mí cuando yo mismo dudo de mi capacidad para poder afrontar esa prueba. ― Comentó Iruka llevando una mano a su rostro ante la angustia ocasionaba saber que no contaría más tiempo que algunas semanas para prepararse.

― ¿Lo hago? ― Cuestionó a su amigo llevando una mano al mentón mientras fingía pensar su propia pregunta.

― ¡MIZUKI! ― Gritó Iruka ofendido por las palabras de su amigo de la infancia al mismo tiempo que se les servía los tazones de ramen.

― Solo bromeo. ― Se rió el hombre de cabello claro mientras unía sus manos. ― ¡ITADAKIMASU! ― Exclamó antes de probar el ramen, el cual no tenía ningún encanto para su paladar. ― He estado estudiando contigo y he visto lo mucho que te has esforzado como para estar seguro de que podrás superar el examen sin problema. ― Se encogió de hombros después de tragar los fideos sin emoción alguna.

― Son muy alentadoras tus palabras pero no puedo confiar en que se trate de una prueba sencilla. ― Susurró avergonzado sus dudas el shinobi de la cicatriz en el rostro.

― No deberías preocuparte tanto de tus propias habilidades y capacidad, Iruka. ― Mizuki sonrió modestamente. ― Verás que lo conseguiremos, sin tener que hacer este examen una segunda vez y ¡COME YA TU RAMEN! O me sentiré ofendido por estar desaprovechando así mi invitación en un platillo que no es mi favorito. ― Señaló el tazón humeante de ramen con el ceño fruncido.

― Lo siento, lo siento… ¡ITADAKIMASU! ― Se apresuró hablar Iruka para separar sus palillos y comenzar a comer. ― ¡QUEMA, QUEMA! ― Aulló Umino al tragar un trozo de carne de cerdo humeante apresuradamente sin preocuparse en la temperatura de la carne y logrando que la risa de su amigo apareciera mientras él, intentaba calmar el calor bebiendo agua.

― Con más calma o romperás el clima de celebración. ― Dijo Mizuki entre risas.

― Mizuki… gracias. ― Interrumpió Iruka una vez había podido calmar el calor que lo abrazaba por haber comido carne sin preocuparse de la temperatura que podría tener.

― ¿Por qué agradecer? ― Inquirió confundido el shinobi de cabello claro.

― Porque me apetece y quería decírtelo. ― Respondió con fingida indignación Umino para al final, romper en risas ante el rostro de compañero y provocando que Mizuki también se uniera a reír.



Fin.




lunes, 11 de mayo de 2020

Shisui - Itachi



Shisui esperaba a Itachi cerca del río, sabía que no faltaría a la reunión, especialmente cuando ese día era muy importante para ambos.

― Shisui… lamento la tardanza pero Sasuke no deja de querer estar a mi lado. ― Se excusó mientras se acercaba al otro chico que estaba esperando sentado sobre una roca.

― No te preocupes, ya me siento agradecido de que puedas estar aquí, después de que ingresaras en el ANBU casi no podemos vernos. ― Respondió observando a su compañero. ― ¿Cómo te encuentras? ― Preguntó preocupado.

― El ANBU es muy aburrido y estoy bien pero no creo que funcione entre nosotros. ― Itachi tocó su vientre con tristeza.

― Es normal, por lo que sé aparece alguien así cada mil años y no hables como si no estuvieras contento de estar en el  ANBU. ― Sonrió Shisui. ― Ahora lo más importante es Konoha. ― Afirmó recordando cual era la misión de ambos.

Itachi asintió a las palabras del contrario y tomó asiento a un lado del otro chico.

― Si lo sé, hay que averiguar que están planeando para poder defender a la aldea. ― Comentó con tono de preocupación.

  Sabes que te ayudaré en todo. ― Le recordó con una pequeña sonrisa y no pudo ignorar aquel gesto que hizo Itachi de llevarse la mano al vientre. ― ¿Te duele el estómago, Itachi? ― Preguntó con preocupación mirando a su pareja, sabía que su encuentro en la noche ambos habían sido muy apasionados pero no deseaba causarle daños a su amante.

Itachi se puso nervioso por la pregunta del mayor, pensando que se había advertido la tristeza que lo embargaba a veces el pensamiento que se había instalado en su memoria aquel día que Shisui le contó el secreto de su existencia pero el mayor lo estaba observando en silencio y luego agitar la cabeza.

― No… pero ya lo sabes, no funcionará. ― Itachi sonrió amargamente porque hacía años atrás que su novio le había hablado acerca de la posibilidad de que había hombres que podían gestar a un bebé ya que contaban con ambos sexos activos, siendo  el propio Shisui el resultado de la posibilidad que ofrecía esa extraordinaria posibilidad. ― Solo he pensado en sí entre nosotros se diera la oportunidad de… tener un bebé. ― Suspiró Itachi.

Unos brazos rodearon al Uchiha de cabello largo y un beso fue depositado cariñosamente en la cabeza.

― No te preocupes por eso, Itachi. Ni siquiera las personas que cuentan con esa cualidad le debe ser tan fácil y aún nosotros somos demasiado jóvenes. ― Intentó animar al otro chico, Shisui.

Itachi sonrió por el beso que le dio el mayor, a veces Shisui era muy tierno.

― Lo sé y me imagino que debe pasarla más pero igual de seguro se maravillan con el sentir crecer una vida en su interior. El sentir como se mueve y decirles a sus padres, “¡aquí estoy!” ― Comentó con una pequeña sonrisa al recordar cuando Sasuke estaba en el vientre de su madre.

Shisui sonrió enternecido por su pareja y sin poder apartar la vista de él mientras sonreía.
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― Creo que habrías sido una buena madre, Itachi. ― Afirmó logrando que Itachi se sonrojara por dicho comentario.

― Bueno, yo creo que sí lo hubiese sido pero igualmente, tú serias un gran padre, Shisui. ― Aseguró mirando al chico de cabello corto.

Shisui picó la frente de Itachi juguetonamente con una sonrisa mientras el otro chico se llevaba una mano a la frente para reír porque era lo mismo que él hacía a Sasuke.

― Nadie podría imaginar lo cursi que nos ponemos a veces. ― Habló en voz baja Itachi avergonzado pero haciendo reír a su compañero.

― Tiene su punto bueno. ― Susurró Shisui antes de toser un poco sonrojado. ― Quizás no tiene caso que hablemos del futuro o nos divirtamos tanto cuando todo depende de nosotros. ― Recordó apretando su mandíbula.

― Shisui, ¿qué ha pasado? ― Preguntó serio, sabía que el cambio de comportamiento de su novio era inusual y debía de tratarse de un asunto importante.

― Danzou lo sabe. ― Deshizo el abrazo y se levantó para tomar algunas piedrecillas del suelo para empezar a lanzarlas hacia las aguas del río frente a ellos. ― No me lo dijo directamente pero su advertencia me dejó en claro que sabe quién soy. ― Frunció con ira su ceño antes de lanzar otra de las piedrecillas que había tomado del suelo.

Itachi no sabía que decir, tampoco sabía que debía hacer aunque podía suponer que su novio estaba enfadado.

― Aunque es lo que menos debe de preocuparnos. ― Continuó hablando Shisui sin girarse para ver a la cara al otro chico. ― Está esparciendo rumores entre los aldeanos y los Uchiha. Está presionando a tu padre para crear una rebelión del clan Uchiha contra Konoha. ― Afirmó poniendo sus manos a la cintura.

― Ahora entiendo… ― Susurró Itachi atando cabos, había visto a su padre salir varias veces y reunirse con diferentes personas de gran influencia del clan Uchiha. ― Mi padre ha estado teniendo reuniones con personas del clan, creo… que es posible que estén ya planeando lo que harán. ― Informó a su pareja con preocupación.

Shisui volteó a mirar a Itachi, esperando que le afirmara que se trataba de una broma pero no era así.

― ¿Aún no te ha pedido que asistas a esos encuentros como sucesor a ser el próximo líder del clan Uchiha? ― Preguntó Shisui con temor.

― No, no me ha comentado nada ni solicitado asistir pero tendremos que avisarle al tercer Hokage de que Danzou ya ha comenzado a ejecutar su plan. ― Recordó un tanto preocupado por lo que podría suceder.

― Ten cuidado con ello, Danzou tiene ojos y oídos en todos lados. ― Shisui se llevó una mano a la cabeza. ― Hablé con Hokage sama acerca de mis últimos avances y espero que las medidas que deban realizarse se apliquen rápidamente porque ya hay bastante resentimiento. ― Miró a Itachi a la cara. ― Tú también debes de ser precavido. Raíz sabe de ti y Danzou pareció interesado en tus habilidades. No quiero que te involucres, ya es bastante saber el que estás en el ANBU. ― Afirmó con tristeza.

Itachi sonrió, le encantaba saber cuánto se preocupaba Shisui por él a pesar de que conocía que es un formidable ninja e intentaba no arriesgarse innecesariamente, es una de las tantas cualidades de su novio que le gusta.

― Descuida. ― Afirmó mientras se acercaba para abrazar al otro chico. ― Deberías estar más preocupado por ti, si Danzou sabe quién eres, también es posible que conozca el motivo de lo que haces. No quiero imaginar que podría suceder en el futuro si consigue corromper a los Uchiha con sus rumores. ― Apretó el abrazo.

― Itachi, pase lo que pase… Haré lo posible para proteger Konoha como prometimos de niños y especialmente, tú puedas continuar viviendo aunque deba dar mi vida a cambio de la tuya. ― Murmuró correspondiendo el abrazo.

― No digas eso Shisui… ― Susurró ocultando su rostro en la curvatura del cuello contrario sintiendo un pequeño malestar al imaginarse perder a su pareja. ― No quiero perderte… ― Susurró con dolor a esa posibilidad.

― Preferiría morir mil veces por protegerte a ti, que dejarte morir, Itachi. Yo sé que eres más fuerte que yo y sé que si llego a faltar, tú podrás cumplir con nuestros sueños hasta lograrlo. ― Explicó comenzando a acariciar la espalda contraria buscando calmar a su compañero. ― Así que no te lamentes y te culpes por si llego a morir, lo hice para proteger lo que más amo. ― Afirmó para separarse un poco y mirar a su pareja. ― Y ese eres tú… ― Confirmó antes de besar los labios contrarios siendo correspondido al instante.

Itachi bajó la cabeza y tomó la camisa del otro chico a la altura del pecho, apretando la tela en sus puños sin poder encontrar palabras para expresar lo que sentía.

― Itachi, ya debemos irnos de aquí, si continuamos en este lugar, alguien podría encontrarnos. ― Indicó Shisui acariciando con su mano derecha el cabello del contrario. ― Te enviaré la señal para nuestro próximo encuentro. ― Aclaró con un leve suspiro.

― Solo… ― Itachi negó con la cabeza intentando calmar sus emociones, sabía que ambos no eran más que meras herramientas moviéndose para proteger a Konoha pero eso no eludía el hecho de ser  seres  con sentimientos y emociones. ― Entiendo. ― Respondió mientras intentaba calmarse. ― Estaré observando a mis padres y a los consejeros del clan Uchiha para confirmar si se han dejado influenciar por Danzou. ― Suspiró. ― Espero tu mensaje. ― Levantó la cabeza para mirar a su pareja con sus emociones más tranquilizadas.

Shisui sonrió antes de acercarse a los labios contrarios y besarlo suavemente.

― No olvides que te amo. ― Le recordó Shisui antes de separarse y marcharse del lugar.

Itachi se quedó unos minutos más en aquella zona, observando a la nada mientras acababa de calmar sus sentimientos y emociones, que estaba en conflicto con su deber de shinobi de Konoha y el hombre al que amaba, para regresar a casa.




Fin






lunes, 4 de mayo de 2020

Hiruzen - Naruto



Naruto había ido al parque a jugar con otros niños pero como solía ocurrir, los padres de sus amigos llegaban y se marcaban con tanta rapidez que no podía divertirse.

El niño rubio no entendía porque ocurría, en otras ocasiones había llegado temprano al parque para jugar con los demás niños pero entonces, no se quedaban en el parque y escuchaba a los padres sobre compras y dulces.

Naruto sentía las lágrimas picar en sus ojos y el dolor que presionaba su pecho preguntándose por qué el no tenía un papá o una mamá como el resto de niños porque quizás así, incluso los adultos le sonreirían y regalarían dulces como había visto ocurría con otros niños pero a él le gritaban y ordenaban que se alejaran de ellos.

El rubito no estaba prestando atención por donde iba cuando colisionó contra algo o alguien y se alejó rápidamente porque no quería recibir gritos por su torpeza al estar sumergido en sus preocupaciones.

― ¿Podría saber a dónde vas tan pensativo, Naruto? ― Preguntó el hombre con quien el niño había tropezado accidentalmente.

― Oji san… ― Murmuró Naruto al percatarse de que se trataba del Hokage.

― Iba de regreso a casa, oji san. ― Comentó mirando al mayor con tristeza. ― Sandaime… ¿ya terminó de trabajar? ― Preguntó con una pequeña sonrisa.

― Sí hoy terminé temprano el papeleo del día que fue poco. ― Respondió a la pregunta del niño. ― Pero dime… Naruto, ¿por qué ibas pensando en las nubes? ― Repitió la pregunta, curioso, ya que había notado que el rubio se encontraba desanimado.

― No es nada, oji san. ― Aseguró con desgana mientras negaba con la cabeza y encogiéndose de hombros para indicar que no era nada importante.

Hiruzen sabía que algo le pasaba al menor y le preocupaba lo que fuese porque lo menos que deseaba era que Naruto se fuera por el camino equivocado revelando lo que su cuerpo escondía en el interior.

― Bueno… si no es nada, acompáñame a caminar. ― Invitó al niño para comenzar a andar y el niño miró un momento la espalda del mayor que se alejaba a cada paso dado antes de decidir seguir al tercer Hokage.

― ¿Te apetece comer algo, Naruto? ― Preguntó Hiruzen después de retirar la pipa que fumaba de su boca.

― Sí. ― Contestó feliz por la invitación ya que era el viejo Hokage quien único era amable con él.

― Entonces… vamos, por aquí. ― Indicó Sandaime Hokage el camino a su derecha sintiéndose conforme de haber logrado animar al niño con tan solo pronunciar la palabra comida.

Naruto asintió enérgicamente para seguir al anciano, quien lo condujo por las calles de la aldea hasta salir a una de las áreas abiertas que tenía Konoha y muchos shinobis usaban para entrenar.

― ¿Qué hacemos aquí? ― Preguntó confundido Naruto al ver que estaban en medio de un campo.

― Venimos a conseguir nuestra cena. ― Concluyó divertido Sarutobi mientras señalaba frente a ellos el río. ― Los alimentos tienen mejor sabor si los consigues y preparas por ti mismo, Naruto. ― Rió antes de quitar su gorro de Hokage.

Hiruzen dejó el gorro sobre la maleza y su pipa encima de una roca antes de girarse desde donde Naruto lo miraba.

― Ven, Naruto. ― Llamó al menor para que lo siguiera de cerca hasta la orilla del río. ― No vayas a entrar te puede llevar la corriente. ― Advirtió el mayor antes de hacer unos sellos y poder caminar sobre el agua sin problemas.

El niño asintió en respuesta observando al anciano shinobi.

― ¡UOH! ¡OJI SAN! ¿¡CÓMO HACE ESO!? ― Exclamó sorprendido y admirando la posibilidad de caminar por encima del agua sin hundirse logrando que Hiruzen se riera por lo impresionable que era el rubito.

― Es posible que tú también logres hacerlo algún día cuando seas más grande, Naruto pero todo dependerá de ti y el esfuerzo que le pongas. ― Dijo con una sonrisa. ― Ahora, guarda silencio y observa. ― Solicitó.

Naruto asintió mordiéndose su labio inferior para poder obedecer sin dejar de observar como el anciano sacaba dos kunais y los ataba a un hilo para luego lanzarlos al agua. El niño quedó asombrado al ver como cuando el tercer Hokage tiraba del hilo para recoger el kunai que había arrojado y este tenía un pescado que se movía violentamente intentando liberarse.

― ¡ES ENORME! ― No puedo evitar decir mientras señalaba el niño al hombre que retiraba el pescado del kunai.

Hiruzen rió y lanzó el pescado hacia la orilla donde estaba Naruto quien gritó al intentar agarrar el pescado.

― Creo, esto son suficientes para tener una buena cena. ― Indicó Sarutobi al pescar el que sería el último de los peces  y regresar a la orilla. ― Tenemos que buscar madera y palos para poder cocinarlos, Naruto. ― Dijo viendo al niño que no dejaba de observar a los pescados.

― Sí, sí… ― Contestó el niño para salir corriendo en busca de leña.

El anciano se alejó un poco del río para buscar la madera que serviría para prender la fogata ya que sabía que Naruto traería palos. Por ello, Sarutobi logró encontrar un tronco adecuado que serviría para hacer la fogata pero antes haría un muro de piedras para evitar un accidente mientras estuviera ardiendo la madera.

 ― ¡OJI SAN!  Aquí está. ― Exclamó al llegar viendo lo que había preparado el Hokage mientras dejaba caer todos los palitos que había encontrado por los alrededores.

― Muy bien, Naruto. ― Elogió al menor y le dio una pequeña caricia en la cabeza del rubio quien sonrió con felicidad por el elogio recibido. ― Vamos a acomodarnos y prender el fuego. ¡KATON GOUKAKYUU NO JUTSU! ― Exclamó Sarutobi logrando hacer la fogata.

― ¡UOAH! ― Exclamó sorprendido el rubio y encantado con lo que había visto. ― ¡QUÉ GENIAL ES OJI SAN! ― Admiró al mayor sonrojado por lo que había acabado de hacer el mayor.

El mayor solo sonrió y le pidió que le acercara los pescados, los cuales se dedicó a retirar las víscera y usar los palitos que trajo Naruto para empalarlo y así poder asarlo.

― ¿Cómo haces eso? ― Preguntó Naruto escuchando el chisporroteo de las llamas.

― Soy el Hokage, Naruto y como tal tengo un montón de secretos. ― Habló intentando crear misterio y curiosidad al niño pero luego, no pudo contener la risa antes el intento del rubito de comprender sus palabras. ― ¿Te gustaría ser un shinobi, Naruto? ― Preguntó mirando al menor.

― ¿Shinobi? ― Repitió sin comprender, había escuchado esa palabra con anterioridad pero no entendía bien que era, salvo el que las personas que tenían una bandana eran a los que se llamaba shinobi.

― Siendo un shinobi podrás aprender todo eso que me has visto hacer aquí, ¿no te gustaría? ― Inquirió el Hokage tomando uno de los pescados y entregándoselo a Naruto.

― ¿Yo también podría aprender a caminar por el agua? ― Preguntó asombrado Naruto sosteniendo el pescado en sus manos.

― Por supuesto. ― Afirmó con una sonrisa Sandaime Hokage.

― Sí, quiero aprender hacer eso. ― Aceptó el niño con emoción brillando en sus azules ojos.

naruto-and-hiruzen | Daily Anime Art― Bien, bien. ― Sonrió Sarutobi. ― Pronto empezarás la academia ninja y deberás esforzarte mucho para poder convertirte en alguien tan fuerte como yo. Incluso, puede que seas el próximo Hokage de Konohagakure no Sato. ― Comentó divertido el mayor.

― ¿Podría? ― Preguntó dudoso el rubito y Hiruzen asintió con la cabeza. ― Entonces sí, si quiero ir a ese lugar y ser un shinobi para ser Hokage. ― Anunció alegremente el niño.

― Me alegra que te guste la idea, Naruto. ― Sonrió Hiruzen para luego mirar el firmamento estrellado. ― Hoy es una noche muy bonita, ¿no crees? ― Preguntó.

Naruto miró hacia las estrellas que salpicaban la bóveda celeste y asintió antes de volver su atención al pescado asado en sus manos y darle un bocado.

― ¡AH! ¡ESTÁ MUY BUENO OJI SAN! ― Gritó Naruto.





Fin







Naruto - Sasuke

    Había necesitado de este enfrentamiento para poder sentirse satisfecho, al igual que mostrar sus emociones y sentimientos en cada golp...