Gai
estaba rebozando felicidad cuando aquellos tres gennins recién graduados de la
Academia shinobi habían logrado pasar con éxito su prueba para ser sus kohais,
así que no pudo contener sus deseos de abrazarlos efusivamente mientras los felicitaba
porque ya eran un equipo. Su equipo.
― Me
siento tan contento, os invitaré a comer en un buen restaurante ahora que
formalmente somos un equipo para explotar el poder de la juventud. ― Felicitaba
el hombre mayor apretando el abrazo debido a lo feliz que estaba.
―
¡ESTOY TAN FELIZ DE SER SU SUBORDINADO, GAI SENSEI! ― Exclamó entre gritos Rock
Lee derramando lágrimas de alegría.
― ¿Por
qué tanta efusividad? ― Preguntó Neji Hyuga en voz baja sintiéndose incómodo
por la muestra de afecto mientras Ten Ten solo reía por la situación tan
extraña en la que se encontraban.
― Es
obvio, Neji. Gai sensei está feliz porque toda su confianza estaba depositada
en nosotros para que pasáramos la prueba y ser sus subordinados y lo hemos
conseguido. ― Intervino Rock Lee que había escuchado a su compañero.
― En
esos tienes razón, Lee. No muchos pasan la prueba y sabía que ustedes no me
decepcionarían. ― Afirmó el adulto a los menores. ― Además de que me emociona
tener un equipo con futuros ninjas fuertes, ¡podré presumir de ser un
afortunado sensei! ― Exclamó con una sonrisa de felicidad que incluso
desprendió un destello brillante.
― Sigo sin ver el motivo para esto. ― Farfulló el castaño gennin.
― Sigo sin ver el motivo para esto. ― Farfulló el castaño gennin.
―
Bueno, bueno… Vamos a comer y celebrar ya que Gai sensei invitará a la comida.
― Intervino la única mujer del grupo.
― ¡SÍ!
Gai sensei es el mejor. ― Alabó Rock Lee levantando los brazos para enfatizar
sus palabras.
― Al
menos… ya puede dejar de abrazarnos. Empieza a ser más que incómodo el que nos
apreté tanto. ― Sugirió Neji sintiendo que empezaba a faltarle el aire debido
al abrazo del hombre.
―
Neji, eso ha sido grosero aunque sea cierto. ― Reprochó Ten Ten al Hyuga.
― ¡Lo
siento, lo siento! No puedo controlar mi fuerza cuando estoy tan feliz como hoy
de que seréis mi primer equipo gennin y me encargaré de que lleguéis a ser los
mejores shinobis. Estaré encantado de mostraros como se debe explotar la flor
de la juventud. ― Empezó a sollozar Maito mientras llevaba su antebrazo al
rostro para limpiar bruscamente sus abundantes lágrimas que derrama
emotivamente.
― ¡ES
TAN GENIAL, GAI SENSEI! ― Gritó Lee uniéndose al llanto del jounnin.
― ¡POR
SUPUESTO! Debéis estar orgullosos de que podías presumir el que os haya tocado
el mejor shinobi de Konoha conocido como la Bestia azul de Konoha. ― Sonrió Gai
deteniendo su llanto para señalarse a sí mismo mientras hace una pose que creía
se veía genial.
― ¡GAI
SENSEI! ― Se asombró Rock Lee con estrellas de admiración en los ojos hacia su
sensei.
―
Tengo un mal presentimiento. ― Murmuró Neji mirando a su compañero de equipo de
cómo adoraba a jounnin.
― No
seas aguafiestas, Neji. Yo creo que será divertido estar bajo el mando de Gai
sensei. ― Opinó Ten Ten con una sonrisa mientras observaba junto al Hyuga a su
compañero de equipo y sensei.
― «Hubiese preferido un equipo más normal y
donde no hubiera raros.» ― Pensó Neji observando a Gai y Lee que habían
comenzado hacer ambos extrañas poses sin sentido alguno.
―
Entonces, vamos a celebrar. ― Habló el mayor de los presentes recobrando la
compostura para comenzar a caminar fuera del campo de entrenamiento. ― ¿Qué os
gustaría comer? ― Preguntó mientras caminaban y miraba por el rabillo de ojo a
sus alumnos.
―
¡COMIDA CHINA! ― Exclamó Ten Ten con emoción de poder comer su comida favorita.
―
Cualquier comida está bien mientras no sea picante o tenga calabaza hervida. ― Comentó
Neji ya que no toleraba muy bien el picante y detestaba la calabaza.
― No
tengo problema con la comida. ― Dijo Lee quien había reído al escuchar a su
compañero de equipo y comprendiendo el por qué solía rechazar platillos como el
curry.
― Como
Ten Ten escogió primero creo que debemos estar de acuerdo que será comida
china. ― Explicó Gai para dirigir sus pasos hacia donde esta uno de los
restaurantes en la aldea mientras la chica gritó de alegría por poder comer
comida china.
― ¡GAI
SENSEI ES GENIAL! ― Repitió gritando Rock Lee comenzando a llorar de nuevo
mientras estrellas de admiración parecía brillar en los ojos.
― Lee,
deja que te regale esto. ― Indicó Gai alagado por la emoción de su alumno
mientras saca de su bolsa de kunais un traje verde idéntico al suyo pero de
menor tamaño.
― ¡GAI
SENSEI! ― Gritó de felicidad el chico de ojos redondos mientras aceptaba la
prenda.
― Te
verás bien con él y además es elástico, transpirable, fresco, cómodo y todos
podrán saber que eres mi apuesto kohai. También tengo para vosotros dos. ―
Explicó el jounnin mientras sacaba de su bolsa de kunais dos trajes más para
ofrecérselos a sus otros dos subordinados.
―
¿Esto está pasando en realidad? ― Se preguntó Neji sintiéndose avergonzado por
la rara ropa que les regala su sensei.
― Esto
es… tan… ― Intentaba no decir sin herir los sentimientos de su sensei la única
chica del equipo mientras sonríe nerviosamente por la horrible ropa que le
había acabado de regalar.
― No
tenéis que agradecer nada, ni os sintáis tímidos. Os veréis increíbles con esta
ropa y apreciareis los beneficios de usar una prenda que se ajusta tan bien al
cuerpo que no limitará vuestros movimientos al practicar taijutsu. Os hará
explotar al máximo la flor de la juventud. ― Acota Gai con orgullo antes de
sonreír mientras estiraba el brazo derecho con el puño cerrado para elevar su
pulgar.
― ¡GAI
SENSEI, SE PREOCUPA TANTO POR NOSOTROS! ― Gritó Rock Lee sin poder contener su
llanto emotivo mientras abraza su sensei ante la estupefacta mirada de sus
compañeros de equipo.
Neji y
Ten Ten solo miraron nuevamente con horror aquella prenda y robaban que el
jounnin no les pidiera que se la pusieran en ese momento. No querían pasar por
ese compromiso tan vergonzoso como vestirse con la ropa que su sensei les
acababa de obsequiar.
―
Muchas gracias, Gai sensei. ― Agradeció la chica a su sensei mientras guardaba
la prenda en su porta kunais y se aseguraría que al llegar a casa guardaría esa
ropa en lo más profundo de su armario y hasta pondría algunos sellos para que
nadie se atreva a ver que tenía algo así.
Neji
no habló pero igualmente guardó el regalo de su sensei con la intensión de
buscar alguna forma de deshacerse de ella o esconderla en algún lugar de su
hogar donde ningún Hyuga pudiese encontrarlo.
―
¡TENEMOS QUÉ CAMBIARNOS PARA MOSTRAR LA FLOR DE NUESTRA JUVENTUD A GAI SENSEI
POR SU REGALO! ― Exclamó Lee sin contener su alegría mientras sus compañeros
solo pudieron sudar una gran gota al escuchar aquellas palabras que los ponía
en una difícil situación.
― No
hace falta que lo hagáis aunque me sentiría muy feliz si os pusiera la ropa que
os acabo de regalar. ― Habló sonriendo Gai que a pesar de sus palabras esperaba
que sus alumnos se pusieran la ropa que les obsequió.
― Pero
sería desconsiderado no hacerlo, Gai sensei. ― Insistió Lee.
― Eres
un chico tan puro, Lee. ― Empezó otra vez a llorar Maito por la pasión que
mostraba Rock Lee mientras explotaba la flor de la juventud para luego, mirar a
sus otros dos kohai, creyendo encontrar la misma pasión que su subordinado de
ojos redondos.
― ¿Por
qué nos está mirando así? ― Musitó Neji sintiendo que su ceja derecha empezaba
a formarse un tic nervioso.
― No
lo sé pero parece que el sensei es tan raro como Lee. ― Respondió nerviosamente
Ten Ten.
― Gai
sensei, haré todo para que se sienta orgulloso de mí. ― Afirmó Rock Lee quien
se había cambiado en algún momento sus ropas sin que los demás se percataran de
ello.
―
¡LEE! Te ves tan varonil, no puedo estar más contento de ver como mi alumno
está explotando la flor de la juventud. ― Alabó Gai.
― Se
ve horrible. ― Suspiró Neji ante como lucía el atuendo verde en su compañero de
grandes cejas.
―
Neji, será mejor que te apresures en ponértelo para poder deshacernos de esta
cosa e ir a comer de una vez. ― Sugirió Ten Ten para ver el rostro asombrado
del Hyuga, al percatarse de que ella también había vestido con la horrible
prenda.
― No
puedo creer que tenga que hacer esto. Se ve ridículo y será una vergüenza
caminar por Konoha vestidos así. ― Aseguró con voz derrotada el chico de
cabello largo antes de ponerse el atuendo verde.
― ¡OH!
No puedo estar más feliz de teneros bajo mi mando, seremos el mejor equipo que
hay y habrá existido en Konoha. Ya verá Kakashi como sentirá envidia al darse
cuenta que tengo el mejor equipo de gennins de Konoha y lo bien que explotan la
flor de la juventud. ¡SÍ! ― Terminó gritando Gai pareciendo que tenía llamas
ardiendo en el interior de sus ojos. ― ¡Vamos a comer! Tenemos que celebrar
mientras explotamos la flor de la juventud.
―
¿Quién será ese Kakashi del que habla? ― Preguntó curiosa Ten Ten a Neji quien
parecía estresado debido a cómo vestía en ese momento.
― No
lo sé y tampoco quiero saber porque si es alguien que está relacionado con Gai
sensei será alguien tan raro como él. Apresurémonos en llegar a ese restaurante
y comer, quiero quitarme esto lo antes posible. ― Respondió Neji con el ceño
fruncido mientras seguía los pasos del jounnin quien se había puesto a caminar
con las manos mientras Rock Lee no dejaba de hacer aspavientos con las manos y
alabar al jounnin.
― ¿Por
qué nadie me hace caso? ― Preguntó con tristeza a nadie en particular Ten Ten
antes de seguir a sus compañeros y sensei.
Fin.
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