lunes, 3 de agosto de 2020

Akatsuki

Finalmente y ocupando un preciado tiempo para poder completar la primera parte de su plan, cumpliendo los deseos que Madara dejó sobre él, Obito lo había conseguido aunque tan solo faltaba seguir con el siguiente paso, localizar a los binjus.

Akatsuki se había deshecho de todos los mediocres shinobis que solo hacían ruido para lograr convertirse en una organización capaz de dirigir el País de la Lluvia, dejando en el pasado el grupo rebelde y débil que poco podía hacer. Ahora, Akatsuki contaba con los mejores shinobis que había en el mundo porque ellos eran lo suficientemente fuerte para poder complementar el resto del plan que sembraría la paz definitiva en el mundo.

Cierto es que la traición de Orochimaru había sido reprochable para Obito porque pensar que el famoso Sannin de las serpientes se comprometería con los propósitos de Akatsuki pero no tenía la información necesaria e ignoraba el hecho de que Itachi se tratase del único Uchiha en la organización.
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― Están a punto de llegar. ― Habló Konan, quien se acercaba junto al cadáver de su amigo y que ahora, se había convertido en una marioneta de Nagato.

― Esta reunión será importante, se debe dejar claro los objetivos que en estos momentos son primordiales para Akatsuki y así poder lograr la paz en el futuro. Una paz real. ― Recordó Obito, sin mirar a la mujer y el títere. ― ¿Seguirás sin un nombre o ya te has decidido por uno? ― Preguntó, sin necesidad de mirar al cadáver que mostraba el Rinengan en sus ojos.

― Pain.

― Buen nombre. ― Se limitó a decir antes de voltearse para mirarlo. ― No cometáis errores, es mejor ser breve y no olvidéis en que solo soy Tobi. ― Advirtió mientras prepara su actuación.

― Ya han llegado. ― Apareció Zetsu resurgiendo desde el suelo para informar a los shinobis allí presentes.

― No se cometerá ningún error, Tobi… ― Afirmó la mujer de cabello azul mientras se dirigieron a la sala donde los miembros de Akatsuki comenzaron a entrar para estar presente a la reunión.

Pain continúo en silencio observando a los primeros en llegar para posicionarse a una distancia considerable a su derecha.

El resto de miembros aparecieron y tomaron un lugar en la sala, creando un círculo, todos distanciados unos de otros y mirando con desconfianza a los demás mientras Pain se preparaba para hablar como líder de Akatsuki.

― Esta reunión es para dejar claro los pilares importantes de Akatsuki y a los que nos regiremos en estos momentos. ― Empezó su discurso Pain.

― ¡ME DA IGUAL SUS MALDITAS NORMAS! Lo único importante es Jashin sama y haré solo lo que Jashin sama diga, por eso estoy aquí. Estaré encantado de ofreceros como sacrificios a Jashin sama y no porque esté de acuerdo con esta burla de club de shinobis renegados. ― Interrumpió el hombre de cabello blanco y ojos púrpuras en forma de amenaza mientras señalaba a todos los presentes con su singular guadaña. ― Yo solo obedezco los deseos de Jashin sama.

― ¡QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ, HIDAN! Tú Dios no tiene importancia en este mundo ni ahora mismo y deja que termine, el tiempo que pasamos aquí solo es una pérdida de dinero. ― Regañó su compañero enmascarado de ojos verdes.

― ¡QUÉ TE JODAN, KAKUZU! ¡NO VUELVAS A INSULTAR A JASHIN SAMA, MALDITO ÁVARO! UN DÍA SERÁS UN HERMOSO SACRIFICIO QUE JASHIN SAMA ACEPTARÁ Y YO DISFRUTARE OFRECER.

― Son insoportables, mm… Quizás esto los haga callar por un momento. ― Murmuró el rubio de cabello largo quien tomó un poco de arcilla para moldearla en una de sus manos. ― ¿No está de acuerdo, danna? ― Preguntó a su extraño compañero más bajo y cuyo cuerpo tenía una forma muy grotesca para tratarse de un ser humano.

― Esto es tan molesto. Están retrasando todo, detesto tanto que me hagan esperar. Ya puedes asegurarte de matarlos, Deidara. ― Contestó Sasori viendo como el rubio liberaba de sus manos un ave de arcilla que vuela en dirección de los dos shinobis que discutían.

Rápidamente, el ave alcanzo su objetivo y explotó por orden de su creador pero los shinobis que discutían, advirtieron pronto el explosivo de la figura de arcilla, alejándose del rango de alcance de la explosión.

― ¡MALDI…TO! ¡YA ERES UN PRECIADO SACRIFICO QUE JASHIN SAMA ACEPTARA CON GUSTO! ― Gritó Hidan para mirar en dirección a Deidara mientras su cuerpo se volvía negro con marcas blancas.

― ¡DEJEN DE JUGAR Y ESCUCHEN! ― Impuso Pain mientras lanzaba una onda expansiva hacia donde estaban los cuatro shinobis en discordia.

Sin embargo, Hidan y Deidara fueron sorprendidos y empujados por la onda expansiva que los estrelló contra la pared de la habitación mientras que Kakuzu y Sasori la detectaron a tiempo para usar un jutsu que le permitió moverse rápidamente para esquivar la onda porque ellos no pagarían los platos rotos de los enérgicos ninjas que eran parte de Akatsuki cuando entendía que los ojos del líder eran demasiado peligroso como para exponerse en un enfrentamiento.

― ¡Uoh…! Eso les pasa por molestar. ― Se burló mientras se reía y señalaba descaradamente a sus compañeros Tobi, sin importarle las consecuencias de su comportamiento.

― ¡VOY A MATARTE! ― Gritó Deidara mientras se levantaba y olvidaba el dolor que sentía por ser golpeado fuertemente contra la pared rocosa.

― ¡MALDITO! ¡HARÉ QUE TU SACRIFICIO SEA LENTO PARA DIVERSIÓN DE JASHIN SAMA! ― Aulló Hidan saliendo de los escombros que cayeron sobre él debido al impacto.

― Siempre son tan apasionados, ¿no lo crees, Itachi san? ― Preguntó con una sonrisa divertida un hombre con aspecto de tiburón y piel azulada.

― Kisame, si te escuchan, te pasará lo mismo y no voy a interceder. ― Señaló el chico que mostraba el Sharingan en sus ojos hacia donde estaba el enmascarado corriendo de un lado a otro de la sala mientras era insultado por Deidara y Hidan.

― ¡Déjenlo ya! ― Exigió Pain aumentando su chakra y logrando que todo el alboroto se terminara. ― Como iba diciendo, el objetivo principal de Akatsuki es descubrir el paradero de las bestias con cola, ya sea que están en libertad o el binju está encerrado en un jinchuriki.

― Eso no será tan difícil, aquí todos somos de una aldea oculta que sabe dónde se encuentra un jinchuriki, si es que el binju está en uno. ― Habló a regañadientes Hidan.

― Los binjus son una parte fundamental de localizar en estos momentos para cumplir los propósitos de Akatsuki en cuanto conozcamos su paradero se procederá a comunicar lo que haremos a continuación. ― Habló por primera vez la mujer de cabello azul para ayudar a Pain a comunicar el cómo procederían como organización.

― ¿Y qué pasa con el dinero? No me interesan vuestros absurdos planes o si esta organización tiene algún propósito honorable o sea otro grupo más de criminales, lo único importante es el dinero y fue por eso que acepté ser parte de Akatsuki. ― Interrumpió Kakuzu.

― Esa es otra de las prioridades de Akatsuki. No podemos movernos con libertad u obtener material suficiente si no tenemos dinero, por lo que es necesario que también, realicemos  misiones que importantes aldeas ocultas no toman para poder obtener ganancias. ―Aclaró Pain.

― No suena muy diferente de cómo funcionan las aldeas ocultas, anhelan el poder y los chakras poderosos e ignoran el verdadero poder de permanecer sin deteriorarse en el tiempo. El auténtico arte es lo que perdura en el tiempo. ― Intervino Sasori.

― Parece que ser parte de Akatsuki es como ser parte de cualquier aldea oculta de shinobis, salvo por el hecho que todos traicionamos a nuestra villa natal y otros hasta a su propio clan, ¿no es así, Itachi san? ― Habló sarcásticamente Kisame mirando con una sonrisa a su compañero, quien pareció no haberlo escuchado.

― Pues puede parecer que es así, Kisame, pero no seguimos el mismo camino. ― Habló Pain al escuchar al shinobi con apariencia de tiburón. ― Para poder alcanzar las metas que Akatsuki tiene se tendrán que hacer trabajos que ninguna aldea ninja está dispuesta a aceptar y muchas aldeas pagarán para que nosotros los realicemos. Kakuzu, como es bueno con el dinero se hará cargo de gestionar las ganancias. Serás el tesorero de Akatsuki.

― ¡OH! Suena a que somos ahora una familia. ¡TOBI TIENE FAMILIA! ― Bailaba el ninja de máscara naranja.

― ¡Eso es para estúpidos! Nadie aquí confía en nadie, hasta nos podríamos traicionar los unos a los otros. ― Comentó Deidara escuchando los argumentos y las banalidades de Tobi.

― No necesitamos tener confianza para hacer esas cosas, idiota. ― Reprocho Hidan aún molesto y de que Akatsuki le diera más importancia al dinero que a Jashin.

― ¿Por qué necesitamos saber dónde se encuentran los binjus o jinchurikis? ― Preguntó Itachi sin importarle la discusión de sus compañeros sobre si Akatsuki estaría actuando similar a una aldea oculta shinobi o si el dinero era más importante que alabar a un Dios.

― De momento, no es necesario hablar más, comunicaré más adelante cómo procederá Akatsuki. ― Cortó Pain mirando al Uchiha quien frunció el ceño por el misterio que parecía tener el interés hacia los binjus y jinchurikis.

― ¿Y ya se acabó? Para esto mejor ni se hubiera hecho está perdida de tiempo, llamar reunión a este encuentro es darle un valor innecesario. ― Habló enojado Sasori sintiendo que no se había comunicado nada importante.

― Se necesita tener claro las intenciones iniciales de Akatsuki. ― Habló Konan mientras se acercaba a Sasori. ― Esto es una prueba de que sois miembros reales de Akatsuki ya que cualquier podría arrebatar o copiar nuestro atuendo y simular nuestro chakra. ― Concluyó Konan otorgándole un anillo con un sello que tiene un kanji en su interior mientras seguí su camino para entregarle al resto de ninjas reunidos en esa sala su respectivo anillo.

― No deja de ser una baratija innecesaria. ― Rechistó el maestro titiritero.

― Todos nos dividiremos en grupos de dos con la excepción de Zetsu, él es dos entidades y tiene una función primordial en Akatsuki. ― Retomó la charla Pain.

― ¡TOBI ESTÁ MUY EMOCIONADO! ― Gritó el hombre de máscara naranja dando saltos esperando recibir un anillo.

― ¡NO NECESITO A NADIE! ¡JASHIN SAMA NO PERMITIRÍA A UN IMBÉCIL INÚTIL COMO SU SERVIDOR! ― Gritó Hidan ofendido.

― Ya he asesinado a veinte shinobis que fueron mi compañero de equipo, no soy paciente y tampoco me detendré en cobrar la recompensa que haya por su cabeza. ― Advirtió Kakuzu para recordar el por qué trabajaba solo.

― Por eso vosotros dos seréis un equipo, Hidan… Kakuzu. ― Declaró Pain para acto seguido continuar indicando como estarían distribuidos.

― Tobi no tiene compañero, ¡TOBI TAMBIÉN QUIERE JUGAR! ― Habló Tobi mientras sus compañeros se marchaban del lugar ignorando la pataleta que hacía.

― Todo ha salido bien. ― Afirmó Zetsu apareciendo a un lado de Tobi cuando ya todos los integrantes de Akatsuki se habían marchado con excepción del hombre de mascara naranja que actuaba haciendo parecer que sufría una rabieta infantil por no tener un anillo y un compañero de equipo.

Obito se levantó del suelo y sacudió sus ropas al escuchar a Zetsu mientras sonreía porque todo estaba marchando según el plan.


Fin




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