Kurenai
regresaba de la última misión con su esquipo aunque todos escuchaban a Kiba
Inuzuka hablar con Akamaru sobre la misión que habían acabado de terminar
mientras que Shino Aburame caminaba en silencio y Hinata Hyuga reía de vez en
cuando a alguno de los comentarios efusivos de su compañero de aspecto fiero.
―
Mañana no tendremos misiones pero podemos ocupar el día para entrenar. Me
gustaría que trabajemos más en el trabajo en equipo. ― Interrumpió
repentinamente la kunoichi mayor.
― ¿Por
qué, Kurenai sensei? Akamaru y yo trabajamos perfectamente en equipo. ―
Inquirió con indignación Kiba.
―
Kiba… Hinata y Shino también son parte del equipo, no solo Akamaru y aunque
entiendo que el clan Inuzuka tiene su apoyo en los perros debes trabajar con
tus compañeros en coordinación como shinobi de Konoha. ― Explicó Yuji.
―
Pe-pero… Kurenai sensei… quizás no es por Kiba kun que… no-no fuera bien la
misión, yo no so-soy tan fuerte como Kiba kun. ― Opinó tímidamente Hinata.
― No
estoy de acuerdo. Hinata, tu Byakugan nos ha ayudado más en las misiones que
hemos tenido que mis insectos. ― Discrepó Shino mientras se colocaba mejor sus
oscuras gafas.
Hinata
al escuchar el halago de su compañero no pudo evitar sonrojarse y formar una
pequeña sonrisa en sus labios.
―
Shino tiene razón, Hinata. Gracias a ti las misiones han sido exitosas. ―
Confirmó Kurenai con una sonrisa para animar a la tímida chica para que fuera
menos temerosa. ― Pero sería menos complicadas si todos trabajáramos en equipo
y confiáramos en nuestros compañeros y siguiéramos el plan sin querer lucirnos.
― Agregó Kurenai mirando a Kiba ya que este no siempre seguía las indicaciones.
Kiba
solo desvió la mirada algo avergonzado ya que si sensei tenía razón en lo que
decía.
― No
se hubieran percatado de nuestra presencia si no hubiera saltado en medio
gritando que les darías una paliza. ― Recordó Shino apoyando a su sensei.
―
K-Kiba kun no lo hizo intencionalmente. ― Hinata intentó excusar el
comportamiento de su compañero.
―
Hubiera sido aburrido si los atrapamos sin más. ― Musitó Kiba recordando como
habían huido asustados los pequeños jabatos que estaban destrozando las
cosechas de los campesinos.
―
Permíteme no estar de acuerdo contigo. ― Respondió Aburame.
―
Chicos, no discutan. Somos compañeros, ¿recordáis? ― Regaño Kurenai. ― Sin duda
alguna, debemos trabajar nuestro trabajo en equipo porque hay muchas cosas que
tenemos que mejorar en este equipo. ― Suspiró la kunoichi. ― Las futuras
misiones serán más difíciles y complicadas, para que estas sean exitosas se
necesita el cien por ciento del trabajo en equipo sea eficiente. ― Explicó mirando a sus alumnos para que comprendieran
la importancia de sus palabras. ― Además, eso asegurará vuestra supervivencia y
también la de vuestros compañeros.
―
Tendrás que cambiar y apegarte al plan, Kiba. ― Advirtió Shino mirando a su
compañero revoltoso.
―
¡Á-Ánimo, Kiba kun! ― Exclamó Hinata a su compañero.
―
Trataré pero es tan aburrido seguir un plan a como se escucha. ― Susurró Kiba
cruzándose de brazos con las mejillas hinchadas en un pequeño puchero.
― Yo…
también haré lo me-mejor. ― Prometió Hinata sonrojándose mientras picaba sus
dedos índices repetidamente de forma nerviosa.
― De
esa forma no parece que estés muy segura, Hinata. ― Se quejó Inuzuka siendo
secundado por un ladrido de Akamaru, quien había puesto en la cabeza para que
el cachorro no se agotara.
―
Deberías de no dudar de tus propias palabras, Hinata. ― Aconsejó Aburame
observando a su compañera.
―
¿¡EH!? Pe-Per- Pero yo… ― Intentaba hablar Hyuga con la cara roja completamente
debido a la atención que sus compañeros tenían en ella en ese instante.
― No
te preocupes, Hinata. Todos estaremos apoyándonos. ― Habló Kurenai intentando
calmar a la joven kunoichi.
― Eso
es parte del trabajo en equipo. ― Afirmó Shino.
― No
deberías de ser tan insegura, Hinata. Eres de nuestro equipo y no hay razón
para ello. ― Aportó Kiba con una gran sonrisa.
―
Parece que solo falta limar el gran potencial que tiene el equipo 8. ― Sonrió
Kurenai.
―
Entonces, ¿queda olvidado lo de ese entrenamiento especial de trabajo en
equipo? ― Preguntó Inuzuka esperando de no tener que hacerlo.
― No
he dicho eso, Kiba. Tenéis que reforzar vuestros lazos para reforzar vuestro
trabajo en equipo y dejar de actuar sin pensar. ― Insistió la jounnin.
Kiba
formó un pequeño puchero al escuchar a su sensei que no se había olvidado del
entrenamiento especial, Hinata y Shino solo rieron divertidos por la reacción
de Inuzuka.
― Por
eso, mañana los quiero temprano en el campo de entrenamiento. ― Exigió Kurenai.
― Tenemos que pulir nuestro trabajo de equipo y de paso sus habilidades como
shinobis.
―
Haremos nuestro mejor esfuerzo, ¿verdad chicos? ― Inquirió Kiba siendo
secundado por sus compañeros que contestaron con un “sí” junto a un ladrido del
cachorro.
― Esa
es la actitud. ― Alabó Kurenai con una sonrisa.
― Pero
sigo pensando que es innecesario, Kurenai sensei. ― Se quejó Inuzuka.
―
Puede que lo sientas así pero me lo agradecerás. ― Afirmó la kunoichi mayor con
una sonrisa.
― N-No
te desanimes, Kiba kun… Yo puedo traer oni-onigiris para todos. ― Habló Hinata
con un sonrojo preocupada por sus compañeros de equipo y a pesar de su
propuesta, no pudo ver a sus compañeros de equipo porque tenía vergüenza.
― No
es necesario. ― Contestó escuetamente Aburame.
― ¿¡DE
VERÁS!? Eso sí que me anima, comer onigiris después de hacer un poco de
ejercicio. ― Sonrió Kiba emocionado por la comida mientras Akamaru ladraba por
la felicidad de su amigo humano.
―
Parece que será un entrenamiento divertido. ― Musitó Yuji. ― Podéis marcharos
ya, yo me ocuparé de dar el informe. Mañana os esperaré en el capo de entrenamiento
seis a las ocho de la mañana. ― Indicó antes de desaparecer en una nube de
humo.
― ¡Sí,
SENSEI! ― Respondieron al unísono todos los gennins.
Fin.
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