Tenzou
había hecho tanto como pudo para animar a Kakashi cuando ocurrió la tragedia
del clan Uchiha que lo había entristecido. También, lo había apoyado cuando
decidió dejar el ANBU porque su estado anímico empeoró y pensó, al igual que
Hatake, sería mejor continuar como un jounnin de Konoha pero también se alegró
por él cuando pareció animarse al querer convertirse en sensei de un grupo de
gennins porque deseaba dejar sus enseñanzas en el legado de las futuras generaciones. Incluso, se había esforzado en
celebrar el día que finalmente consiguió a su equipo de gennin porque era
consciente de cuán importante era para el shinobi de cabello gris el haberlo
logrado, además, de que le ayudaría a que se animara y pudiera salir de aquella
melancolía que lo había inundado después de enterarse de la matanza de clan
Uchiha.
Sin
embargo, Tenzou no imaginó en ese tiempo, donde Kakashi se convirtió en sensei
de un equipo de gennins, también sería el inicio de que cambiase su conducta porque
él no podía entender lo que estaba ocurriendo y Hatake se estaba distanciando
de él.
Motivado
por la curiosidad de tal cambio en el comportamiento de su pareja, tomó su día
libre para seguirlo y saber si la causa la podía encontrar en lo que fuera que
hacía porque no podía entender el por qué se estaba creando una brecha entre
ambos. Por ello, necesitaba descubrir si el motivo de tal distanciamiento
estaba en algo que lo involucraba como sensei o todo se trataba de su
imaginación.
Prácticamente,
había sido un día común para cualquier shinobi que fuera sensei de un equipo de
gennins.
Kakashi
había ido hasta la torre Hokage a tomar las instrucciones de misiones que
realizaría su equipo antes de reunirse con los gennins a su cargo. Luego,
hicieron algunas misiones del rango más bajo y consideradas adecuadas para que
hicieran los gennins recién graduados de la academia shinobi como buscar una
mascota perdida o reparar vallas.
Tenzou
había empezado a regañarse a sí mismo cuando el día estaba llegando a su fin y
el ninja copia entró en la torre Hokage para dar su último informe y pensó, que
quizás debería hacer algo para disculparse con su pareja por estarlo siguiendo
durante todo el día pero fue justamente que se percató de todo cuando Kakashi
estaba saliendo de la torre.
Kakashi
sonreía bajo su máscara mientras charlaba con un shinobi de coleta alta, tez
tostada y una cicatriz horizontal que cruzaba su nariz. El misterio ninja
parecía sonrojado y disfrutando de la charla que mantenía con Hatake.
Tenzou
sintió su corazón latir con fuerza y un dolor que punzaba a cada latido ante la
escena que observaba pero no se detuvo ni tampoco apareció frente a los dos
ninjas que miraba sino que los siguió sin perder detalle del comportamiento de
los dos hombres hasta que ambos entraron a un apartamento con una actitud
demasiado afectuosa como para pensar que eran simples amigos. Siendo esta
escena lo último que podía soportar, regresó al departamento que compartía con
Hatake mientras se decía que todo lo que vio debía de ser un mal entendido, que
su mente le estaba creando una ilusión o estaba exagerando las cosas sin
percatarse de que el tiempo seguía transcurriendo rápidamente mientras el
buscaba una justificación que negara lo que había presenciado.
― ¿Me
esperabas despierto? ― Preguntó Kakashi sorprendido al ver a Tenzou sentado en
el sofá con el rostro pensativo.
―
S-Sí… ― Se limitó a responder ya que no se había percatado de lo concentrado
que estaba por sus propios pensamientos hacia lo que había acabado de
presenciar que no se percató de la llegada del otro hombre al hogar.
― No
debiste, te dije que llegaría tarde. ― Le recordó el hombre de pelo gris para
recibir un asentimiento ante sus palabras.
― Se
me olvidó. ― Mintió encogiéndose de hombros sin querer mirarlo a la cara.
Kakashi
observó en silencio a su compañero, notando su extraña actitud aunque no era la
primera vez que veía a Tenzou estar concentrado en alguna misión que tendría
próximamente, así que le restó importancia al estado de su pareja.
― Mm…
Kakashi. ― Llamó con inseguridad a su pareja. ― ¿Tú me quieres? ― Preguntó
esperando la respuesta del otro hombre.
― ¿Por
qué preguntas? No es propio de ti hacer ese tipo de preguntas. ― Indicó
apreciando el extraño comportamiento de Tenzou. ― Todo este tiempo no he dejado
de decírtelo. ― Suspiró mientras se quitaba el chaleco ninja.
― Sé
que me lo has dicho pero… me gustaría escuchártelo decir en este momento. ―
Apretó los puños sobre sus piernas sin querer mirar al otro hombre.
―
Tenzou, estoy agotado como para estar en uno de nuestros jueguitos aunque me
encantan, esta noche no es la mejor. Los chicos me dan más trabajo del que
pensaba pudieran dar y he venido directamente a casa después de dejar el último
informe en la torre Hokage. ― Se excusó Hatake mientras se servía un vaso de
agua.
― Lo
siento, estoy siendo un poco egoísta y no estoy teniendo en cuenta lo duro que
debe ser sensei de gennins. ― Tenzou mordió su labio inferior, sabía que su
pareja no le estaba contando toda la verdad.
―
Tenzou, no tienes que disculparte, puedo entender eso pero solo puedo pensar en
dormir. Aunque es una tontería y deberíamos ir a la cama, mañana tendré otro
día desgastante con esos ruidosos chicos. ― Sonrió Kakashi.
―
Kakashi… san, yo te amo. ― Aclaró en un intento de que su pareja le respondiera
como solía hacerlo cuando era él quien confesaba el amor que sentía.
Kakashi
estaba bebiendo el agua que se sirvió cuando escuchó las palabras de su
compañero. Elevó una ceja ante el uso del «san» después de su nombre que ya
hacía tiempo había quedado atrás. Por otro lado, su boca parecía estar sellada
porque se quedó en silencio sin poder responder a Tenzou pero las palabras no
parecían salir de su boca porque sentía no saldrían como desea.
El
shinobi de cabello castaño miró a Hatake y sonrió con tristeza comprendió el
por qué no podía devolver en palabras su amor hacia él porque ya era clara la
respuesta ante el silencio, es obvio que ya no sentía lo mismo por él.
―
¿Cuándo pensabas decirme? ― Inquirió tratando que su voz no saliera rota.
― ¿De
qué hablas, Tenzou? ― Preguntó Kakashi sin saber a qué se refería el otro
hombre después de haber escuchado la fragilidad en la voz de su pareja.
―
Sabes perfectamente de lo que hablo, antes no eras así. ― Arrastró las palabras
sin poder mirar al contrario, su corazón parecía latir frenéticamente en el
interior de su pecho como si queriendo salir y dolía.
― En
realidad, no… no estoy entendiendo nada y estoy demasiado agotado para intentar
averiguar de qué hablas. ― Respondió molesto mientras dejaba el vaso encima de
la encimera. ― Si estás de mal humor no has elegido el mejor momento. Es tarde
y solo quiero ir a dormir.
―
¡DEJA DE COMPORTARTE COMO SI NO SUPIERAS! ― Gritó estresado mientras se
levantaba para enfrentar y mirar a Kakashi al rostro por primera vez desde que
entró al departamento. ― Yo… merezco saber, también soy parte de ello.
― ¿Te
das cuenta qué me sigues acusando de algo que ignoro? No sé de qué hablas,
Tenzou. ― Repitió el ninja copia empezando a enfadarse por esa discusión que no
entendía el por qué estaba ocurriendo.
― ¡YA
ESTÁ BIEN, KAKASHI! Ya está bien… Me estás mintiendo y no lo niegues porque lo
sé. Pensé que todo podía deberse a que estabas muy agotado pero no tenía
sentido el que te alejases de mí solo por estar cansado. Estoy seguro que ni
siquiera recuerdas la última vez que me dijiste que me querías o cuando hicimos
el amor. ― Replicó Tenzou sin poder soportar el que el hombre de cabello gris
no le confesara la realidad de una buena vez.
―
¿Todo se debe a eso? ¿Al sexo? ― Escupió indignado Kakashi frunciendo el ceño
para acercarse y agarrar los brazos del otro hombre. ― Entiende que me importas
y el sexo solo es algo más porque no cambia que te quiera, deberías ser
consciente de ello. Lo sabes, sabes que te quiero y tú mismo me has dicho que
no debo decírtelo todos los días y llego demasiado agotado de las misiones como
para querer hacer algo más que dormir. ― Explicó mientras agitó levemente a su
compañero para intentar hacerle saber que estaba hablando tonterías. ― No sé de
qué hablas pero deberías quitarte esas cosas de la cabeza.
―
¡ERES UN CÍNICO! ― Exclamó Tenzou con furia levantándose y empujando al Hatake
para que lo soltara ya que le quemaba el contacto. ― Dime, ¿dónde estabas
después de la misión con tu equipo de gennins?
― ¿En
dónde más iba estar? Ya te dije, terminé algo tarde la misión con los gennins,
entregué el reporte y vine hasta aquí. ― Aseguró Kakashi mirando a su pareja
aunque estaba algo sorprendido por ser empujado por el otro para separse. ―
Vamos a dormir, estoy cansado y tú no estás pensando bien. Pasado mañana será
mi día libre y si aún estás libre podemos pasar el día, juntos. Te lo prometo.
― Afirmó intentando tomar la mano del otro hombre.
Tenzou
dio un manotazo para que Kakashi no lo tocase mientras fruncia más el ceño
debido que había sido suficiente el que no pudiera contarle la verdad.
― Sí,
debes estar muy cansado de toda la actividad que hiciste con ese chico. ―
Reveló con enojo Tenzou.
― ¡NO!
No, hasta que me digas la verdad. Dime el por qué has cambiado, el si ya no es
igual o todo se acabó. Solo tienes que decirlo.
― ¿De
qué hablas? ― Kakashi empezando a molestarse también por la absurda insistencia
de Tenzou.
―
¡DEJA DE MENTIR Y DIME LA VERDAD! ― Gritó TEnzou intentando que el dolor que se
intensificaba no lo rompiera frente a Kakashi.
― ¿¡LA
VERDAD!? ¿¡ESO QUIERES OIR!? ― Preguntó gritando Kakashi por primera vez a su
pareja para ver como el otro hombre asentía con la cabeza un poco sorprendido
por el hecho de que le elevara la voz. ― Me desperté temprano, fui a trabajar
todo el día que ha sido bastante duro y cuando llego a casa para descansar
merecidamente, me encuentro con que tú estás de mal humor y acusándome de algo
sin sentido que has imaginado. ― Hatake se acercó a Tenzou para picarle
repetidamente el pecho con el dedo índice.
― No
lo estoy imaginando. Yo… yo te vi Kakashi. ― Confesó Tenzou con un nudo en la
garganta mientras se alejaba hasta chocar con la pared a su espalda. ― Sé que
no está bien pero tenía que averiguar porque has cambiado tanto y te vi… te vi
con él. ― Giró la cabeza para mirar a otro lugar ya que no podía seguir
viviendo el rostro de su compañero.
―
¿¡QUÉ!? ― Exclamó Kakashi que se acercó y golpeó su palma contra la pared
haciendo estremecer al otro hombre.
― Solo
dime la verdad, yo… yo necesito escucharlo de ti. ― Susurró apretando los
puños.
― Tan
solo dime la verdad… ― Susurró con la voz rota sintiendo como sus ojos
comenzaban a picar por las lágrimas que contenían pero deseaban salir pero haría
lo necesario para no hacerlo.
Kakashi
nunca se imaginó que Tenzou pusiera aquella cara, ese hecho descompuso al
hombre de cabello gris y la culpa de que pudiera haberlo descubierto lo
alteraba pero no podía responder
honestamente, siendo el silencio el que hablase por él.
― Vete…
― Murmuró con un nudo en la garganta Tenzou. ― Márchate ya… esto se ha
terminado. ― Empujó al Hatake para liberarse ya que este parecía haberse
congelado.
―
Tenzou… no sé qué viste pero no es lo que piensas. Tú eres el único que… ―
Intentaba hablar Kakashi.
― ¡YA
BASTA Y VETE DE AQUÍ! ― Gritó apretando Tenzou sus párpados con fuerza.
― Está
bien, me marcharé… ― Suspiró Kakashi para ir a la habitación a recoger algunas
de sus cosas. ― Mañana vendré por lo demás. Lo lamento, Tenzou. ― Dijo antes de
marcharse.
―
Espero… haber tomado la decisión correcta. ― Murmuró Tenzou después de varios
minutos observar la puerta por la que Kakashi se fue para empezar a llorar a
causa del dolor que ya no podía seguir conteniendo y punzaba con fuerza en su
interior.
Fin.
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