Tenten
deseaba ir a la nueva tienda de armas ninjas que se había abierto en Konoha y
no podía contar con Lee y mucho menos, si es que Gai sensei que se alistaría
sin formular la pregunta, sabía que estos harían escándalo e incluso, podría acabar
pasando vergüenza o tener que pagar algún destrozo.
La
kunoichi no deseaba gastar su sueldo en reparar un desperfecto de una tienda,
por lo que solo podía contar con Neji, él no era escandaloso y tenía buen
criterio en caso de que quisiera comprar un arma y no pudiera elegir cuál sería
la mejor en adquirir.
Sabía
que había acabado de recibir su sueldo y estaban saliendo de la torre Hokage
todos juntos, debía ser sutil para que los otros dos que vestían de verde no se
percataran de lo que le propondría al chico Hyuuga porque aún estando varios
metros alejados, de alguna manera Gai tenía un oído increíble que sería capaz
de escucharla.
Tenten
apretó sus puños y se acercó a Neji sintiendo que su corazón latía más rápido y
fuerte de lo necesario.
―
¿Ocurre algo? ― Preguntó Hyuuga percatándose de la presencia de la kunoichi muy
cerca de él.
― No,
nada en especial. ― Respondió sonrojándose por ser descubierta por el chico de
cabello largo antes de intentar pronunciar alguna palabra.
Neji
se percató del extraño comportamiento de su compañera, llevaba años juntos como
equipo, por lo que sabía que algo le pasaba a Tenten.
―
Parecía… que ibas a decirme algo. ― Advirtió Neji mientras pensaba que quizás
había intimidado a la chica.
― Mm…
¿Querías saber si te gustaría acompañarme hasta una tienda de armas que
abrieron antes de ir a la misión y no he podido ir? ― Preguntó la kunoichi en
voz baja para que solo el Hyuuga para que lo escuchara mientras jugueteaba con
las manos.
―
¿Estás bien? ― Preguntó el dueño de Byakugan a la chica, no entendía su
comportamiento nervioso o el por qué su rostro se había vuelto rojo brillante
que parecía haber comido el curry picante que tanto gustaba comer a Lee.
― Sí,
sí… No pasa nada si no quieres acompañarme, ya iré sola y tan solo pensé te
gustaría ir. ― Se apresuró en hablar cuando escuchó la pregunta del chico de
cabello largo ya que quizás lo había molestado.
― No
he dicho que no vaya a ir contigo. ― Contestó Hyuuga para tocar uno de los
hombros de la chica que había ocultado su rostro avergonzado detrás de sus
manos.
― ¿¡DE
VERÁS ME ACOMPAÑARAS!? ― Se sorprendió la kunoichi creyendo no fuera posible lo
que había oído mientras retiraba sus manos de su rostro.
Neji
se sintió un poco cohibido y agitado por el comportamiento de la chica, no se
imaginó que su respuesta provocara tal emoción en Tenten.
― Sí,
nunca me negué pero no entiendo el por qué te has alegrado tanto, solo se trata
de ir a una armería. ― Habló Neji sin poder evitar decir sus dudas con respecto
a la repentina explosión de alegría.
― Es
que pensé que te ibas a negar acompañarme. ― Admitió con una sonrisa la chica
de cabello castaño. ― Es que no quería ocurriera a cada que vamos todos a una
tienda y por eso, si se lo pedía a Lee o Gai sensei… bueno, vendrían ambos y
harían un alboroto mientras todo se convierte en un desastre con sus retos o
forma de entrenar. ― Recordó dejando escapar un suspiro abatido por lo que
usualmente ocurría cuando era acompañada por sus otro compañero de equipo y
sensei.
― Entiendo.
― Comprendió Hyuuga. ― Gai sensei y Lee son muy energéticos, es difícil que se
detengan cuando comienzan a buscar nuevas formas de seguir entrenando. ― Dijo
para sonreír forzadamente al recordar cómo se comportaba de forma humillante
todo el tiempo mientras daban gritos para alentarse.
―
Entonces, ¿vendrás conmigo? ― Repitió la pregunta la kunoichi para asegurarse.
― Iré
pero no creo que compre nada, ya tengo las armas suficientes que necesito, solo
te acompañaré. ― Respondió el shinobi de cabello largo.
― ¡SÍ!
― No pudo evitar gritar Tenten con alegría mientras daba un salto.
Neji
no pudo evitar suspirar para mirar en dirección a los dos hombres que se
paseaban por Konoha en una ridícula ropa de color verde pero ni Lee ni su
sensei se encontraban ahí pero al volver su vista había su compañera se
encontró con el rostro, demasiado cerca, de su sensei.
―
¿Qué…? ― Intentó cuestionar el Hyuuga por la forma escrutadora en la que lo
miraba Gai.
― Está
mal ignorar a tu sensei cuando acabamos de terminar una misión. ― Regañó Maito.
―
Cierto, Gai sensei. ― Secundó Lee.
― ¡ESO
SE LO ACABA DE INVENTAR GAI SENSEI! ― Acusó Tenten molesta mirando al jounnin.
―
Claro que no, Tenten. ― Dijo Maito. ― Bueno… chicos, como ya terminamos la
misión, ¿qué les parece ir a comer? ― Propuso Gai a sus subordinados.
― ¡SÍ!
¡YO ME VOY, GAI SENSEI! ― Aulló Lee con una sonrisa emocionada por la
invitación.
― Yo
por esta vez no voy. ― Informó Neji declinando la invitación, ya que Tenten lo
había invitado y si no quería que los dos vestidos de verde lo siguieran era
mejor apresurarse en alejarse de ellos.
― Yo
tampoco puedo en esta ocasión, Gai sensei, pero gracias por la invitación. ―
Rechazó la invitación la kunoichi sonriendo de manera interna al haber
escuchado al castaño. ― Estoy un poco agotada y quisiera descansar el día de
hoy. ― Explicó interrumpiendo a Lee que estaba por protestar. ― Será la próxima
vez.
― Lee,
vamos a explotar nuestra flor de la juventud hasta el restaurante dando saltos.
― Indicó alegremente Gai para animar a su alumno favorito.
― Sí,
Gai sensei. ― Aceptó animado Rock Lee.
― Será
mejor apresurarnos antes de que se olviden y regresen para que vayamos con
ellos. ― Susurró Neji a Tenten mientras una gota caía por su cabeza al ver a su
compañero y sensei alejarse dando saltos.
― Sí,
sí… ― Asintió Tenten. ― Es por… aquí. ― Señaló el camino contrario y por donde
se encontraba la tienda a la cual quería ir.
Neji
asintió en silencio para marcharse del lugar junto a Tenten para llegar a la
tienda que tanto quería ir la kunoichi.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario