viernes, 26 de marzo de 2021

Tenzou - Iruka

 

 

Tenzou debía de pasar por el kombini antes de regresar a su hogar, pues no había podido hacer la compra y ya casi no le quedaban alimentos, por lo que debía de tomar el poco tiempo libre con los que contaba para poder hacer las tareas hogareñas.

 

Tenzou se detuvo al pasar por las estanterías de revistas, libros y mangas, era una costumbre que había adquirido de muy joven mientras observaba la sección literaria, suspiró al comprobar que no había llegado el nuevo tomo de arquitectura, lo esperaba desde hacía meses y no deseaba volver a molestar al personal de la tienda pero empezaba a preocuparse que estuviera tardando tanto.

 

Tenzou suspiró mientras se dirigía a pagar sus artículos, además de preguntar sobre el tomo de arquitectura que esperaba cuando al salir del pasillo se golpeó accidentalmente con alguien.

 

― ¡LO SIENTO! No miraba por donde iba. ― Se apresuró a decir Tenzou mientras se apresuraba a recoger los productos que había tomado para pagar.

 

― No, no… ha sido culpa mía. ¡Discúlpeme! ― Se excusaba igualmente la otra persona.

 

― Insisto en qu… ― Tenzou elevó la vista para ver a una persona que reconoció aunque no lo conocía  personalmente o el nombre pero si sabía de quien se trataba y podía sentir como una presión estrujaba su corazón.

 

― No se preocupe, ya le he dicho que es mi culpa. Por cierto, creo que esto es suyo. ― Habló con una sonrisa el desconocido de cabello atado en una coleta.

 

― Gracias. ― Musitó en un hilo de voz Tenzou para tomar la botella de salsa de soja que continuaba en el suelo.

 

― No es na… Creo que nos hemos visto antes. ― Habló el desconocido mirando más detenidamente a Tenzou.

 

― No… No lo creo. ― Respondió con nerviosismo el hombre de cabello corto.

 

― ¿Está seguro? Porque su rostro se me hace familiar. ― Insistió mientras intentaba recordar por qué el otro hombre le resultaba familiar. ― Por cierto, qué malos modales los míos, soy Iruka. Umino Iruka. ― Se presentó el hombre de coleta alta.

 

― Ya-Yamato. ― Respondió de forma automática con el nombre que se le designó.

 

― ¡OH! Ese nombre… ― Umino llevó una mano a su nuca mientras se avergonzaba. ― Ahora recordé, es el nuevo capitán de equipo shinobi en el que está Naruto.

 

Yamato miró al hombre que tenía su cabello atado en una coleta y asintió con una pequeña sonrisa incómoda al escuchar el nombre del adolescente rubio.

 

― Sí… creo que ese soy yo, Umino san pero… ― Contestaba el ANBU.

 

― Dime Iruka, no seas tan formal conmigo. ― Pidió abiertamente el profesor de Academia shinobi. ― Espero y Naruto no te haya causado alguna dificultad, puede ser un poco torpe pero es un buen chico. ― Explicó Iruka mientras que Tenzou solo pudo rogar ha alguna deidad de que esa conversación terminase lo antes posible porque quería marcharse de ahí ya que no sabía cuánto tiempo podría mantener la compostura.

 

― Mmm… Ninguna pero es un poco prejuicioso y debido a eso no pareció llevarse bien con nuevo compañero de equipo pero todo eso ya cambió. ― Comentó esperando que con ese dato  se terminara la charla.

 

― Supongo… debió ser  difícil cuando se comporta así. ― Pensó en voz alta Iruka mientras una triste sonrisa se formó en su rostro al recordar a Sasuke.


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― No debe de preocuparse tanto, Umino san, como shinobi debe saber que es parte del trabajo el tener diferentes compañeros de equipo para poder efectuar con mayor eficiencia una misión. ― Recordó intentando dar por concluida la charla.

 

― Lo sé, lo sé pero insisto. Llámeme Iruka, siendo que ambos conocemos a Naruto como estudiante o subordinado, estamos igual. ― Solicitó mientras se rascaba la nuca con torpeza el hombre de coleta. ― Entiendo que Naruto pueda ser un poco complicado pero es alguien que tiene la voluntad del fuego y atesora mucho a sus amigos. Por ello, quizás… Naruto tema que está suplantando a su antiguo miembro de equipo ante la decisión de que haya un nuevo integrante. ― Excusó al Uzumaki a quien quería como si fuera un hijo.

 

― Perdone si no puedo llamarlo por su nombre pero mi ética no lo permite porque nos acabamos de conocer como para haber tal confianza. ― Indicó sin escuchar demasiado al contrario mientras el incómodo recuerdo de saber que se trataba del amante del Hatake parecía más presente y doloroso en su interior. ― No creo que sea un buen comportamiento si Naruto kun tiene ese tipo de pensamientos y comportamiento, debe aprender por sí mismo que los equipos shinobis se forman para lograr cumplir el objetivo de una misión con la menos bajas posibles. ― Acotó sin comprender el por qué Umino intentaba justificar la aptitud del rubio.

 

― Lo siento, en eso tienes razón, pero no puedo evitar preocuparme por Naruto, es como un hijo para mí. ― Se disculpó Iruka apenado. ― Naruto es un buen ninja, terminará acoplándose con su nuevo compañero perfectamente, pues él es muy sociable.

 

― No se preocupe, Umino san. ― Suspiró Tenzou. ― Si ya no está en esa fase de recelo porque se ha ido acostumbrando a Sai kun.

 

Ambos hombres se quedaron en silencio y Tenzou ya no sabía que más decir, él solo quería salir huyendo de ahí. Además, estaba el temor de que Kakashi e Iruka estuvieran viviendo un noviazgo y debido a estar charlando apareciera el Hatake en cualquier momento y Tenzou no estaba seguro de si podía encontrarse con el ninja copia en un kombini después de tanto tiempo.

 

― Etto… Yo… ― Balbuceó para luego reír forzadamente Iruka. ― Lamento ocupar su tiempo y pedirle que cuide de Naruto pero si le apetece, un día podríamos quedar para tomar una taza de té y dangos.

 

― No es necesario, Umino san. ― Contestó sin poder creer que el otro hombre le ofreciera tal invitación. ― Aunque si me disculpa, debo de ir a pagar mi compra. ― Recordó, Tenzou no quería continuar en ese lugar y continuar una charla tan incómoda en la que los silencios eran desagradables.

 

― ¡AH! Por supuesto, lamento retenerlo, Yamato san. Espero volvernos a encontrar y tenga un buen día. ― Iruka hizo una reverencia antes de despedirse.

 

― Igualmente. ― Contestó Tenzou para ir hasta la dependienta que le cobraría todos los artículos que llevaba en la cesta mientras sentía la mirada de Iruka clavada en su espalda pero afortunadamente, esa intensidad desaparecía a cada paso que daba.

 



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lunes, 15 de marzo de 2021

Inoichi - Shikaku II

 

 

 

 

¡Atención!, contenido +18.

 

 

Inoichi Yamanaka estaba en ese momento en medio de una misión en el País de la Hierba que le resultaba más incómoda de lo normal, no se encontraba abrumado por la misión sino porque su compañero shinobi no era otro que Shikaku Nara.

 

Inoichi no podía si quiera mirar a su compañero después de lo ocurrido días atrás y sentía había sido un error porque de algo que parecía inocente y divertido como era el dar un vistazo a la mente dormida de Nara todo se había convertido en una situación comprometida. Yamanaka se sentía confundido después de haber vivido aquella traumática experiencia íntima y al mismo tiempo preocupado porque él no sabía cómo comportarse frente a Shikaku después de ese suceso aquel día.

 

― Está anocheciendo, sería buena idea descansar en el pueblo que hay cerca antes de seguir nuestro camino. ― Interrumpió el silencio Shikaku pero solo obtuvo un asentimiento de cabeza del rubio.

 

No tardaron mucho en llegar al pueblo, no era muy grande, solo contaba con unas cuantas casas y afortunadamente, había una posada pero no parecía que fuera inusual que forasteros pasaran por allí, así que los dos shinobis de Konoha obtuvieron un agradable recibimiento.

 

― Espero que lo que voy a decir solo sea una impresión errónea pero… ¿estás bien, Inoichi? ― Preguntó el Nara mientras tamborileaba con sus dedos sobre la superficie de la mesa que ocupaban en espera de que les sirviera la comida hecha por la posadera.

 

― Por supuesto, ¿por qué no debería de estarlo? ― Sonrió forzadamente el rubio mientras servía sake tanto para su compañero como para él.

 

― Te he notado raro en todo el viaje, has estado más silencioso de lo habitual. ― Indicó Shikaku antes de tomar el sake y agradecerle a su compañero por servirle la bebida. ― Además, puedo sentir que me estas evitando. ― Agregó antes de tomar de un solo trago todo el líquido. ― ¿He dicho o hecho algo que te ha molestado u ofendido? ― Preguntó volviéndose a servir el alcohol.

 

― Son cosas tuyas, Shikaku. ― Respondió al escuchar al otro hombre aunque Inoichi no pudo evitar dar un pequeño respingo e intentaba no delatar sus nervios para que el Nara no se diese cuenta de que estaba mintiendo. ― Te has imaginado cosas que no son, ya sabes que debemos ser prudentes y no he querido que nada salga mal. Espero no sea cosas de la edad porque parece que te estás haciendo viejo, amigo. ― Rió forzadamente para luego, tomar su sake.

 

Shikaku observó en silencio a su amigo mientras que Inoichi podía apreciar el peso de aquella mirada analítica que era capaz de descifrar la más complicada de las estrategias, por ello decidió que la mejor opción era desviar su mirada en algún punto de la habitación en la que estaba para evitarlo.

 

― Estoy en lo cierto, a ti te pasa algo y aunque tendrás tus motivos para ocultármelo, me preocupa que no me hables de ello. ― Dijo Shikaku sin perder ni un solo movimiento del rubio.

 

― ¿No será que eres tú quien está buscando razones de peso para justificar el que te has equivocado en esta ocasión? ― Preguntó en voz baja Yamanaka, intentando normalizar su voz y calmar su nervios mientras disipaba el sueño del Nara que había presenciado y no hacía otra cosa que repetirse en su mente. ― Todo está bien, así que deja de buscar por qué y disfrutemos de esta pausa mientras continuamos con esta misión. ― Acotó antes de tomar el sake de un trago, siendo en ese mismo momento que se les sirvió la comida.

 

― ¿Es por los chicos? ― Preguntó Shikaku intentando encontrar una lógica al comportamiento de su amigo y en espera de que al redirigir el tema, el rubio le revelara por qué de su cambio. ― Sé que bromeábamos que nuestros hijos llegaran a casarse pero ciertamente, es mejor que sigan su camino para que sean felices. ― Agregó antes de dar las gracias para empezar a comer el arroz con curry.

 

― No es que pensara que hablaras en serio cuando entre alcohol y tentempiés  fuera ha ocurrir porque como has dicho, lo importante es que tanto Ino como Shikamaru sean felices mientras siguen su camino y se desarrollan como buenas personas. ― Suspiró creyendo que había logrado desviar el análisis del Nara mientras servía más sake.

 

― Si es lo mejor para nuestros hijos. ― Aceptó Shikaku antes de probar un poco de su comida.

 

Se sumieron en un silencio un tanto incómodo así se sentía Inoichi pero Shikaku parecía no darse por enterado de la tensión, por lo que el rubio trataba de relajarse mientras comían pero las imágenes que se repetían en su mente solo estaban molestándolo más.

 

― Puedes disimular e insistir tanto como lo desees pero puedo sentirlo. ― Comentó después de terminar de comer para mirar a su compañero. ― ¿Qué es lo que te ocurre, Inoichi?

 

― Y vuelves con lo mismo… ― Suspiró aunque sabía no estaba siendo honesto. ― No tengo nada, tan solo relájate, hombre, estás buscando tres pies al gato. ― Contestó Inoichi mientras dejaba los palillos y el plato vacío.

 

― Está bien, está bien… Haré como que te creo. ― Habló con aburrimiento mientras elevaba sus manos en señal de que se rendía y aceptaba lo que le decía.

 

Yamanaka suspiró pero aún no dejaba de sentirse incómodo porque podía sentir la mirada expectante del otro shinobi sobre él y cómo estaba buscando algo en cada uno de sus movimientos y reacciones aunque solo hubieran acabado de comer.

 

― ¡YA BASTA! No puedes insistir tanto en que tengo algún problema cuando lo estás creando tú porque no quieres aceptar que no me ocurre nada. ― Espetó el rubio aunque de alguna manera se sintió aliviado al pronunciar aquellas palabras, como si hubiera estado guardándolas por mucho tiempo pero parte de esa liberación se esfumó al ver el rostro confundido del Nara. ― Lo siento, estoy agotado. Mejor me voy a la habitación a descansar un poco. ― Se disculpó el rubio antes de abandonar el comedor en el que se encontraban.

 

― ¡INOICHI! ― Llamó Shikaku mientras seguía hasta adentrarse en la alcoba rentada junto al otro hombre.

 

― ¿Vas a continuar? ― Preguntó Yamanaka con un poco de enojo.

 

― Es normal estar preocupado por un amigo. ― Recordó el Nara al otro hombre mientras cerraba la puerta de la habitación quedando ambos dentro del cuarto. ― No es que esté infundado teorías sino que desde hace semanas que te comportas extraño conmigo o a mí alrededor, me evitas.

 

― No es cierto. ―Bufó Inoichi llevando una de sus manos al rostro.

 

―Si lo es y lo sabes perfectamente. Si hay algo en que pueda ayudarte, me gustaría saberlo. ― Ofreció su ayuda Shikaku.

 

― No creo que puedas ayudarme. ― Susurró en un hilo de voz el rubio.

 

― No lo puedes saber si no me cuentas porque yo no sé qué es lo que te preocupa o la razón por la que me evades constantemente. ― Razonó el hombre de cicatrices en el rostro.

 

― No te arrepientas de haberlo pedido. ― Afirmó el rubio para ver con duda como Shikaku negaba con la cabeza.

 

― Asumo mi responsabilidad si con ello puedo ayudarte y vuelva a ser todo como antaño. ― Aseguró el shinobi de cabello oscuro.

 

Inoichi se acercó al otro hombre para en un repentino movimiento agarrar el chaleco que viste el hombre contrario para acercarlo lo suficiente a él y besar tosco, picante, con sabor a curry y especialmente, sorpresivo al otro hombre.

 

Shikaku abrió los ojos del asombro, nunca se imaginó que Inoichi fuera hacer algo así y tampoco sabía cómo reaccionar en esa circunstancia, por lo que se había quedado paralizado.

 

― No sabes cómo me he torturado y… tenía que hacerlo para saber que… todo es irreal. ― Susurró Yamanaka al romper el beso con los labios hinchados y sin querer ver al otro hombre a los ojos.

 

― ¿Qué… estás diciendo? ― Preguntó Shikaku queriendo saber a qué se refería el rubio ya que no podía saber exactamente a qué se refería o porque todo se sumía en que lo besase de esa manera si no había ninguna razón para que pueda producir esa reacción.

 

― Todo esto se debe a un incidente en el que me vi envuelto contigo, ha sido eso lo que no deja de perseguirme desde hace semanas. Entiende… tenía que probar esto, pensé sería suficiente pero ese sueño no deja de perseguirme como si fuese un genjutsu pero no se ha roto. ― Intentaba explicar mientras se animaba a mirar a los ojos de su amigo que parecía había perdido el color de su rostro o quizás se debía a su vergüenza que todo a su alrededor parecía distorsionarse. ― Lo vi completo, sé que no tenía derecho pero no deja de acosarme y escucharte. Es tan incómodo y molesto. ― Bajó la voz acariciando la mejilla derecha de Shikaku con su mano derecha.

 

― ¿De qué hablas? ― Inquirió Nara para que dejara de revolotear en palabras sobre el tema.

 

― Hace unas semanas te vi dormido, parecías bastante alegre y me dio curiosidad, así que pensé que decidí usar mi jutsu para entrar en tu mente. Lo vi todo, Shikaku. ― Inoichi tragó saliva porque era bastante desagradable confesarlo. ― Estabas teniendo un sueño erótico conmigo y los sueños son el genjutsu primigenio pero lo creamos nosotros mismos por eso podemos sentirlo como reales. ― Yamanaka suspiró. ― Como alguien externo en tu mente que estaba siendo sometido por un sueño también fui afectado.

 

Nara se había congelado, poco recordaba de sus sueños y no era capaz de pensar que algo así hubiera sucedido, incluso en sus sueños. No sabía cómo proceder después de saber  que Inoichi no solo lo presenciara sino que se viera afectado por un sueño íntimo y que era mejor permaneciera en secreto pero también mentiría en que el rubio no compartiese algunos de sus sueños pero que solían ser más inocentes y menos vergonzosos.

 

Inoichi no podía dejar pasar el tiempo y la oportunidad que se presentaba frente a él era única porque deseaba dejar que esas escenas lo torturasen.

 

― ¿Qué… piensas hacer? ― Preguntó dudoso y confundido el hombre de cabello negro, un poco incómodo de saber que tenía ese tipo de sueños con el otro hombre.

 

― Tú… ¿Qué crees? ― Preguntó con sorna el shinobi de ojos azules quien había soltado a su compañero y retrocedió instintivamente hasta golpear con la espalda la puerta.

 

― ¡E-ESPERA UN MINUTO! ― Exclamó Shikaku aún aturdido por la información. ― Si es cierto que mi sueño te ha afectado  como un genjutsu puede solventarse cortando el flujo de tu chakra o alguien integrando su chakra en tu sistema.

 

― ¿Crees que no lo he intentado? ― Cuestionó con sarcasmo Yamanaka mientras llevaba sus manos al rostro. ― Por eso te besé ahora, pensé que al menos algo así pudiera arrancar lo sucedido de mi mente pero no ha servido, es como… si tuviera que ir más allá.

 

― Pero no tiene lógicas tus conclusiones y si has hecho lo propio para detener un genjutsu deberías estar bien, no tendrías que seguir con ese tipo de tortura psicológica.

 

― Lo sé pero no encuentro ninguna otra forma de deshacerme de ello. He buscado información al respecto en los pergaminos del clan pero no hay nada que diga algo concreto para romperlo, solo habla de que los sueños son la base de los genjutsus.

 

― Espera, Inoichi. ― Pidió Nara tomando al rubio de los hombros para intentar calmarlo. ― Tranquilízate un poco.

 

― Está bien, solo no me toques. ― Inoichi se liberó para quitarse el chaleco sintiendo que esa prenda comenzaba a quemar cuando el Nara lo toco. Incluso, el rubio se sintió aliviado al deshacerse de la prenda que soltó un suspiro. ― Lo siento pero… esto va empeorando o quizás lo he empeorado al besarte.

 

Shikaku sonrió con inseguridad, no sabía cómo ayudar correctamente a su amigo y le indicó la cama para pedirle que se sentara, no parecía buena idea seguir conversando si continuaban parado en medio de la habitación.

 

Yamanaka negó con la cabeza, no estaba seguro de sus acciones en ese momento, después de haber robado un beso tan bruscamente sus sentidos parecían estar más sensibles.

 

― Está bien. ― Aceptó Shikaku con un suspiro alivianado mientras ocupaba una de las camas porque tampoco estaba seguro de lo que podía estar pasando por la mente del otro hombre.

 

― Lo siento, necesito disculparme y tenías razón, te había estado evitando. Supongo que eso también ha empeorado mi situación. ― Yamanaka se disculpó llevando las manos nuevamente al rostro.

 

― No es como si se tuviera que tomar con seriedad lo que las personas sueñan, mayormente son absurdos o descabellados. ― Restó importancia Shikaku para mejorar el ambiente.

 

― Tienes razón pero no se explica que después de presenciar ese sueño e intentar librarme de él continúe así y lo haya empeorado. ― Explicó para que entendiera la gravedad.

 

― Exacto, debería haber perdido el efecto del sueño simplemente con salir de mi mente al tratarse como una ilusión, incluso si alguien te ha insuflado chakra.

 

― Lo sé pero supongo que se debe a que he estado confundido, en la mezcla de lo vivido en la irrealidad con la realidad pero… simplemente quiero liberarme de esto, Shikaku. ― Habló con cierta desesperación el rubio.

 

El silencio se hizo entre los dos hombres que no parecían capaces de mirar a los ojos contrarios o palabras correctas.

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― Me has besado pero… ¿hasta dónde pretendías llegar para lograr hacer desaparecer los residuos de mi sueño que has presenciado? ― Preguntó el hombre con cicatrices en el rostro tragando saliva.

 

― No lo sé… ya ha sido bastante lejos besarte. ― Admitió el hombre de ojos azules.

 

― No es como si me agradase admitirlo pero si es como dices; el efecto residual que dejó ese sueño en ti ha sido como un genjutsu efectuado por un Kekke Genkai y seguirá torturándote por un tiempo. ― Concluyó mientras frotaba su barbilla con aspecto de estar meditando. ― Está bien, no puedo excusar ni justificar todo lo que sueño, ya que estos son aleatorios y me resulta extraño haber soñado con un amigo algo así. ― Habló mientras se ponía en pie y comenzaba a desnudarse. ― No puedo ser culpabilizado por lo que mi subconsciente recree o culparte por adentrarte en mi mente mientras duermo sin permiso alguno pero no quiero volver a tener a un amigo evitándome por presenciar una incoherencia o que uno de mis mejores amigos se aleje. Por ello, pienso que una forma de que todo vuelva a la normalidad es permitir que suceda de verdad entre nosotros.

 

― ¡ESPERA, SHIKAKU! ¿No estarás insinuando que debemos tener sexo? ― Preguntó asustado el Inoichi.

 

― No lo insinuó, considero que es la forma más rápida de que termine tu obcecación y evitar que intentes abusar de alguien o me asaltes. Además, nadie sabrá lo que pasó y pase aquí pero ten en cuenta que es bastante problemático porque no pienso tomar el mando. Haz cómo sea que se haga esto, tienes mi permiso. ― Sonrió Shikaku buscando que su compañero aceptara la propuesta y todo eso se quedara en el olvido.

 

Inoichi observó a su compañero con la boca abierta, sin saber que hacer concretamente, estaba tan sorprendido como cuando presenció aquel sueño de su amigo.

 

― Si no te apresuras, es probable que me arrepienta de seguir adelante. ― Shikaku suspiró al ver que el rubio no se movía, mientras se recostaba en la cama y cerraba sus ojos. ― No alargues más el tiempo. ― Susurró intentando hacer reaccionar al rubio.

 

Yamanaka pareció despertar y empezó a deshacerse del resto de su ropa hasta quedar completamente desnudo para acercarse y sentarse en la cama que estaba recostado el hombre de cabello negro.

 

― Parece que te has decidido.

 

― No estoy muy seguro pero si no hay de otra…

 

― No te preocupes. ― Shikaku sonrió pero antes de poder decir algo más sus labios fueron sellados por los labios contrarios.

 

Todo había sido nuevo para ambos, las sensaciones de los besos que demandaban liderazgo, las caricias ásperas y callosas y los rígidos músculos que no daban oportunidad a la delicadeza o la suavidad que poseen las mujeres.

 

Ambos hombres habían descubierto sensaciones, sabores, placeres y molestias que no podían comprender o si quiera sabían existieran.

 

Sin embargo, la culpa también había estado presente en ambos, habían engañado a sus esposas, traicionado a sus familias y probado algo tan inusual con otro hombre que jamás pensaron hacer. Ninguno de los dos shinobis sabían que decir pero a pesar de eso, ambos estuvieron dispuesto a repetirlo y hacerlo varias veces hasta quedar exhaustos.

 

― Es muy extraño… ― Murmuró el rubio recostado a un lado del otro hombre mientras la culpa apretaba su pecho. ― No puedo sentir que me siento bien pero… tampoco me siento mal por lo que ha sucedido.

 

― No es como si fuera a estar bien moralmente pero ahora solo puedo pensar en que me duele el trasero. ― Respondió Shikaku intentando sonreír mientras sentía como el rubio se movía en la cama para recostarse de costado y mirarlo a la cara.

 

― Shikaku… gracias. ― Agradeció Inoichi. ― Realmente, se ha ido todo eso de mi mente pero… no estoy seguro de que pasará de ahora en adelante. No escomo si nada de esto hubiera pasado. ― Farfulló con preocupación mirando al moreno que parecía no importarle estar hecho un desastre.

 

― Deja de comportarte como un idiota, eres un shinobi y como si lo quieres hacer una vez más pero eres un shinobi, puedes soportar el peso del secreto de lo que ha pasado aquí. ― Habló Nara intentado bromear pero comprendiendo al rubio. ― Sé que no es por nosotros lo que te molesta de aquí porque ciertamente, me he sorprendido, no pensé tener tantos puntos sensibles. ― Sonrió intentando aligerar el ambiente.

 

― Yo tampoco pensé que pudiera ser así en realidad. ―Afirmó el rubio para acariciar la cabeza del moreno.

 

― Por eso te dije que esto solo se quedaría y pasaría aquí porque quiero recuperar a mi mejor amigo. Tampoco tienes que actuar diferente porque esto jamás sucedió, es un trato. ― Rememoró Shikaku mientras bostezaba.

 

― Tienes razón, no debería de preocuparme tanto pero aunque lo neguemos algo ha cambiado hoy. ― Indicó su preocupación.

 

― Somos shinobis, no es el primer secreto que cargamos como tal, así que déjalo así. ― Respondió cerrando los ojos. ― Mejor aprovechemos el tiempo antes de que amanezca, es probablemente que sea la última vez que ambos pensamos en estar junto a otro hombre de esta manera. ― Propuso con picardía. ― Luego tendremos todo el tiempo de estar disculpándonos o sentirnos miserables por engañar a nuestra respectiva esposa.

 

― Nos destrozarán si se llegan a enterar.

 

― Como sea… ¿seguirás hablando de algo por lo que no tendrán que enterarse?

 

― Realmente, ¿quieres volver hacerlo? ― Preguntó Inoichi para ver como Shikaku se encogía de hombros. ― ¿Sigues queriendo estar abajo?

 

― Me es indiferente, no soy alguien que le agrade moverse demasiado y si otro hace todo el trabajo por mí, también está bien porque hace todo más sencillo. Además, aunque quisiera, no estoy en las mejores condiciones para pensar en molerte el trasero. ― Dijo con una sonrisa mientras sentía como el rubio se colocaba sobre él.

 

― No has cambiado nada, sigues siendo tan perezoso como antaño. ― Sonrió Inoichi antes de besar a su compañero para continuar las pocas horas que les quedaban antes de marcharse de ese lugar donde se quedaría un secreto que ellos guardarían con esfuerzo.

 

 

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domingo, 7 de marzo de 2021

Ino - Sakura

 

 

Ino Yamanaka estaba paseando por las calles de Konoha después de haber terminado su entrenamiento con sus aburridos compañeros de equipo que muchas veces hacían cosas para molestar y retrasar el entrenamiento.

 

Los pensamientos de la chica de cabello dorado se interrumpieron cuando a lo lejos, de esa concurrida calle de tiendas, vio la inconfundible cabellera rosa perteneciente a Sakura Haruno.

 

Ino sonrió, si fuera otro día hubiera preferido evitarla un día como ese en que se encontraba un poco molesta porque Shikamaru se durmió a mitad del entrenamiento o Chouji se volvía un blanco fácil para cualquier enemigo por abrir una bolsa de papas fritas despreocupadamente pero en está ocasión, la rubia recordó al chico nuevo que ahora era parte del equipo 7. Las mejillas de Ino se sonrojaron y una sonrisa tonta apareció en los labios de la chica al recordar que le había dicho “linda”.

 

Yamanaka negó con la cabeza para disipar un poco cómo se sentía a cada que recordaba aquel día para correr hasta donde estaba Haruno e investigar un poco sobre el guapo desconocido de cabello y ojos oscuros.

 

― ¡SALURA! ― Llamó Yamanaka a la otra chica logrando que se detuviera para buscarla con confusión.

 

― ¿¡INO!? ― Pronunció en voz alta la chica de ojos verdes.

 

― Se te ve desde lejos con esa frentona que tienes. ― Se  burló divertida la rubia mientras  picaba la frente de la muchacha contraria.

 

― Solo vienes para molestarme, Ino- cerda, porque no tengo tiempo para estarlo perdiendo. ― Contestó molesta Haruno.

 

― Para nada pero cada día te vuelves más aburrida. ― Comentó con supremacía Ino mientras miraba alrededor. ― ¿Estás sola por aquí? Si tanto tienes que hacer, sería más justo que estuvieras con alguien como alguno de tus compañeros de equipo ayudándote. ― Habló un poco decepcionada de no poder hablar con el nuevo chico.

 

― Lamento que no estén, si es que lo estabas buscando pero es nuestro día libre y no tenemos que estar juntos solo por ser miembros del mismo equipo. ― Contestó abruptamente Sakura molesta por el extraño comportamiento de la otra adolescente.

 

― No los culpo, seguro los has espantados con tu frentona, nadie quiere estar contigo cuando te pones así. ― Concluyó Ino a la otra chica. ― ¡Qué decepción! Quería conocer al nuevo chico, la última vez no pudimos casi ni presentarme apropiadamente y no me gustaría que pensara que no tengo modales. ― Farfulló con decepción.

 

― ¡CÁLLATE, INO – CERDA! ― Exigió Sakura aún más molesta. ― Solo vete a molestar a otra persona si te sobra el tiempo y poco me importa lo que creas que pueda pensar Sai de ti. Sakura and Ino by Kinicko on DeviantArt

 

― ¿¡CÓMO!? ¿Estás celosa porque se percató de que soy linda?, seguro es eso. ― Se rió la chica de ojos azules. ― ¿O es qué no te diste cuenta? Es un chico muy atractivo pero quizás no puedes verlo porque estás obsesionada con Sasuke kun que no puedes ver nada a tu alrededor. Te recuerdo que no es el único chico atractivo que existe en el mundo. ― Recordó mientras rodaba los ojos.

 

― No estoy obsesionada con Sasuke kun. Él es el chico que me gusta y me gusta de verdad por eso es que no tome en cuenta a otros chicos aunque pueda ver que sean atractivos pero yo amo a Sasuke kun. ― Afirmó entre enojada y avergonzada Haruno. ― No soy como tú que solo se encapricha de chicos lindos.

 

― ¿Qué estás insinuando? ― Preguntó molesta la rubia.

 

― Qué no sabes lo que es enamorarte. ― Aseguró la chica de cabello rosa.

 

― No es así… ― Ino frunció el ceño para luego tomar a Sakura de la muñeca y tirar de ella hasta llevarla a un lugar donde no hubiera tantas personas que las vieran o escucharan su plática.

 

― ¿¡PERO QUÉ TE PASA!? ¡SUELTAME! ― Exigió Sakura por estar siendo llevada contra su voluntad a algún lugar y no deseaba golpear a la otra chica.

 

― Sakura, puedo comprender que estés enamorada de Sasuke kun pero él… te atacó. Intentaste convencerlo de que no se fuera e incluso, de que regresara junto a Naruto pero él no te ha tenido en cuenta. Sasuke kun no desea volver a Konoha o saber de ti, ¿no crees que deberías desistir de tu amor a Sasuke kun? ― Inquirió preocupada por la chica de ojos verdes que se mordió el labio. ― Tienes que dar la oportunidad a otros chicos o te quedarás sola y no está bien que te castigues por amar a Sasuke kun cuando no sabes si tienes alguna oportunidad de ser correspondida. ― Habló con preocupación Yamanaka. ― Sé que no nos comportamos como amigas íntimas desde que nos consideramos y proclamamos como rivales porque nos gustaba el mismo chico pero me preocupa que estés desechando tu vida por alguien que te ha atacado.

 

― ¡DEJA DE HABLAR COMO SI ME ENTENDIERAS, INO! ― Gritó la chica de cabello rosa apretando los puños sin mirar a la rubia. ― Tú no puedes comprenderme, no puedes entender porque no sabes lo que es significa que se haya marchado el chico al que amas o lo que ha pasado en esas ocasiones. ¿Qué más te da lo que haga con mi vida? No es tu problema si me quedo sola pero quien parece se quedará sola, eres tú… ― Escupió cruzándose los brazos mientras se giraba a un lado mostrando su enojo. ― Acepta que no puedes entender todo y tampoco puedes saber cómo me siento para acusarme de esa manera. ― Bajó el volumen de su voz mientras miraba por el rabillo de sus ojos a la rubia.

 

― Tienes razón porque eres más terca de lo que pensaba. Tú y Naruto sois iguales… ambos seguís atado a Sasuke kun pero él se marchó, os ha atacado y deberíais olvidarlo porque es él quien no quiere regresar, no va hacerlo y no cambiará eso por mucho que intentes convencerlo de que regrese a Konoha. ―Dijo cruzándose de brazos Ino mientras rodaba los ojos detrás de escuchar a su amiga.

 

― Hablas así porque no sabes nada, Ino. No sabes cómo se siente Naruto o como me siento yo desde aquel día porque no puedes entender como nos sentimos porque no lo habéis pasado y es más fácil olvidarse de Sasuke kun para continuar con sus vidas como si nada hubiera ocurrido. ― Acusó Sakura comenzando a elevar nuevamente el tono de su voz con cada palabra que salía de su boca.

 

Ino no pudo objetar de inmediato por la forma tan violenta en que le hablaba la otra chica, lo cual, fue una sorpresa para la rubia porque no había esperado esa reacción de Haruno.

 

― Está bien, no insistiré más pero espero que no sea demasiado tarde cuando decidas darte cuenta de la realidad porque, aunque logréis traer a Sasuke kun de regreso, él no querrá estar aquí ni querrá permanecer en Konoha demasiado tiempo. Él se fue por su propia voluntad y se fue de la manera incorrecta. ― La rubia chasqueó la lengua. ― Tampoco es fácil para mí decirlo pero es absurdo negar de que Sasuke kun… Él puede que ya no se sienta parte de la aldea. ― Murmuró con tristeza antes de marcharse.

 

Sakura deseó decir algo al respecto pero no encontraba palabras para contraatacar a lo dicho por Ino porque en el fondo quemaba la posibilidad de que la rubia tenía razón a pesar de que no le agradara porque Sasuke se había marchado sin titubear ni detenerse a pesar de que sus amigos y compañeros habían luchado hasta quedar mal herido para intentar traerlo de regreso. Tampoco había intentado acercarse y ocultado su rastro, sin contar que han sido dos veces que Naruto ha terminado gravemente herido desde el día que se marchó de Konoha.

 

― Quizás tengas razón pero… aunque sea encarcelado cuando por fin logremos traer a Sasuke kun, yo…. Yo no abandonaré esta esperanza. ― Afirmó Haruno a la nada mientras apretaba los puños y permitía que la brisa jugueteara con su cabello.

 





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Naruto - Sasuke

    Había necesitado de este enfrentamiento para poder sentirse satisfecho, al igual que mostrar sus emociones y sentimientos en cada golp...