¡Atención!, contenido +18.
El
viento movió la hierba seca de verano en el prado que pronto acontecería una
batalla más entre ninjas que esperarían el momento propicio para que el líder
de clan hiciera una silenciosa señal que diera inicio al combate.
Tajima
Uchiha, líder del clan Uchiha desde el fallecimiento de su progenitor y cuyo clan era reconocido por poseer el
sharingan en el mundo shinobi, se presenta
al frente de sus miembros de clan, una vez más, en el campo de batalla
que las interminables guerras libraban todos los clanes ninjas que existían o
existieron en alguna ocasión pero que en esta ocasión iba a enfrentar a uno de
los clanes enemigos, el clan Senju.
Tajima
sonrió con sorna al ver frente a los miembros del clan contrincante el rostro
impasible de Butsuma, quien había sido proclamado como jefe hacía dos semanas
atrás y según la información que recolectó, Butsuma se había enterado hace un
mes que su esposa engendraba al primogénito.
El
líder Uchiha no sentía ninguna emoción elogiable hacia el clan contrario,
tenían las manos tan manchadas de sangre como las estaban las de los Uchiha,
aunque Tajima reconocía al líder Senju como un espléndido contrincante a quien
enfrentar en combate.
― No
creía encontrar escoria tan temprano pero aquí estás, Butsuma. ― Tajima sonrió
de lado mientras pronunciaba con tono divertido sus palabras haciendo que el
jefe del clan contrario gruñera molesto por las burlas recibidas. ― Tan
aburrido como siempre. ― Susurró agrandando más la sonrisa mientras sus ojos
mostraban el sharingan, indicando que estaba preparado para la inminente
batalla.
― Di
lo que te apetezca, Tajima, pero no dejaré que en esta ocasión salgas ileso. ―
Afirmó Butsuma, desenvainando la espada mientras su cuerpo que estaba en una
postura firme y orgullosa se convertía en una de ataque para enfrentar a su
enemigo.
Butsuma
no dudó en dirigirse hacia quien era su rival después de dar la muda indicación
a su clan de atacar al enemigo y sabía que Tajima lo estaba esperando con la mismas
intensiones de lograr la victoria de su clan porque ambos buscaban la derrota
del clan contrario.
Los
dos jefes de clan hicieron chocar las espadas y esquivaron los ataques contario
sin dejar de mirar a su enemigo con desafío a los ojos.
Cada
shinobi no dejaba de mostrar su mejor ataque y técnica ninja con la intensión
de herir gravemente al contrario, cada ninja había logrado herir a su enemigo,
algunos daños habían sido mortales pero otros habían causado daños graves que
lograron debilitar al shinobi contrario.
Tajima
y Butsuma no eran la excepción en el intenso combate, quienes volvían correr
hacia el otro para ser sus espadas quienes colisionaran en el aire, ya que
habían saltado pero no se percataron que el lugar donde caerían se trataba de
una antigua trampa y sus pesos activaron los sellos para ser engullidos en una
fosa.
Butsuma
gimió de dolor cuando cayó y se sentó con dificultad en aquel pozo reducido que
parecía estar preparado para la captura de un animal, lo que lo hizo pensar que
se trataba de una trampa de caza y no hecha para la batalla ni la captura de
algún enemigo.
Tajima
había adoptado la misma posición que el otro jefe de clan y, solamente, lo
observó, esperando un movimiento peligroso de su parte mientras analizaba el
lugar en el que estaba atrapado.
― Creo
que será una tregua hasta que salgamos de aquí aunque esto retrasará mi
victoria si estamos recuperando energía. ― Tajima susurró mirando a su enemigo,
esperando que este aceptara la propuesta.
Butsuma
gruñó, desconfiado de las palabras del Uchiha porque nada bueno podía provenir
de la boca del líder de dicho clan, ya que cualquier trato con ellos habría un
engaño.
Los
minutos estaban pasando muy lentamente y la incomodidad de ambos hombres
atrapados, hacía la situación más tensa.
― Está
comenzando a atardecer. ― Habló Tajima intentando menguar el desagradable
ambiente mientras se levantaba en un intento de dejar de sentir la mirada fija
que el Senju tenía sobre él y empezaba a crispar sus nervios cuando los dos
shinobis eran consciente que continuar la batalla en ese estrecho agujero sería
una estupidez ya que las paredes de tierra no parecían estables evitando que
pudieran salir por ellos mismos usando su chakra.
Butsuma
se limitó a chasquear la lengua, aquel hombre no dejaba de ser molesto y su
presencia siempre lo había perturbado aunque no entendía el por qué Tajima lo
hacía enfadar con su sola presencia o fuera la persona en quien primero atraía
su atención, a pesar de que no estuviese haciendo o diciendo algo relevante.
Butsuma solo conseguía molestarse con él mismo y solo podía culpar al jefe
Uchiha de ese extraño comportamiento y emociones que tenía.
―
Espero… no se crean que pueden retirarse sin buscar a quien es su líder. ―
Farfulló Tajima dando la espalda al Senju mientras miraba a la cima buscando el
salir del rango de los ojos que no dejaban de escrutarlo.
― No
se trata de eso, Uchiha, ambos somos líder de clan al que pertenecemos, el
arriesgarse el rescatar a uno de los dos, también significa mostrar un punto
débil al enemigo para salir victorioso o derrotado, sin recordar que uno de los
dos será apresado solo por el hecho de que somos enemigos. ― Habló Butsuma por
primera vez desde que habían caído en ese viejo pozo. Aprovechando la situación
para ponerse en pie y colocarse a la espalda de Tajima, quien se sobresaltó por
la repentina cercanía que invadió el espacio personal.
―
¿¡CREE QUÉ NO LO SÉ!? Solo me fastidia estar en las mismas circunstancias que
alguien como tú. ― Contestó Tajima ignorando la cercanía de su enemigo a su
cuerpo ya que lo insinuado lo habían enojado. ― ¡AH…! ¿¡QUÉ CREES QUE HACES!? ―
Gritó sorprendido cuando sintió como su enemigo lo golpeó contra la pared y
retenía sus brazos sobre su cabeza reteniéndolo por sus muñecas con una sola de
sus grandes manos callosas mientras el pesado cuerpo de Butsuma le impedía patearlo para alejarlo de
su anatomía.
―
¡CALLA! ― Ordenó Butsuma mientras tapaba la boca del Uchiha. ― Enemigos se
están acercando demasiado y sus chakras no son similares a los que posee nuestros
clanes. Ya estamos en una situación complicada como para terminar siendo
prisioneros de un clan diferente. ― Explicó en voz baja y recibiendo el
asentimiento de cabeza por parte del líder Uchiha.
Pasaron
varios minutos en aquella posición hasta que finalmente Butsuma lo liberó al
separarse del Uchiha cuando sintió que el chakra desconocido desapareció de su
rango de alcance como sensor ninja.
Tajima
observó cómo su enemigo se fue separando poco a poco de él, parecía como si no
quisiera alejarse de su cuerpo.
―
Quién diría que tuvieras las muñecas tan pequeñas como las mujeres o quizás
peor porque con una sola mano se te puede inmovilizar. ― Dijo Butsuma sabiendo
que sus palabras molestaría al hombre de pelo azabache para escapar de la
mirada oscura mientras se separaba de manera lenta del Uchiha sin saber el
motivo por el cual actuó de esa manera ya que ambos eran shinobis y en el mejor
de los casos, si iban a ser capturado por otro clan, podría ser el Uchiha ya
que sus ojos eran codiciados en el mundo ninja.
― ¡Qué
te importa! ― Exclamó con enojo Tajima porque sabía que su complexión física
era delgada pero no tanto como para ser comparado con la de una mujer.
― Si
te vistieras de mujer, sin necesidad de usar un jutsu, pasarías desapercibido
porque parecerías una. ― Respondió encogiéndose de hombros mientras sonreía
levemente, divertido por lo que sus palabras ocasionaban en el otro hombre.
― ¡TÚ,
MALDITO SENJU! ― Gritó Tajima con enfado para abalanzarse sobre el Senju para
golpearlo sin contar que la arenisca del suelo de la fosa lo hiciera resbalar,
cayendo sobre el otro ninja y hacerlo caer al suelo con él, quedando en una
pose comprometedora.
Butsuma
no era un hombre que se sonrojara fácilmente, ni siquiera su esposa logró
provocar que se avergonzara cuando se mostró por primera vez desnuda frente a
él en la habitación nupcial donde consumarían su matrimonio. No obstante,
Tajima Uchiha había logrado, sin percatarse de que inconscientemente y de forma
accidental lo había logrado sin que Butsuma se percatara de que tenía al otro
hombre sostenido de la cintura como si por acto reflejo hubiera lo hubiese
protegido en la caída.
―
¡SUÉLTAME! ― Exigió Tajima sin mirar al contrario porque sentía demasiado calor
en su rostro como para hacer frente, intuyendo de que su cara estaría roja que
competiría con el color de la misma sangre.
― ¿Por
qué debería hacerlo? Al menos, ahora no intentas exponernos a un clan enemigo
con tus gritos y ruidosos movimientos. ― Dijo el líder Senju apretando su
agarre y acercando su nariz al cabello del líder Uchiha para aspirar el olor
que el estrafalario peinado desprendía.
―
¡Maldito Senju! ¡DEJA….! ― Insultaba Tajima
mientras se revolvía intentando liberarse de su captor pero
repentinamente, Butsuma se giró, sin importar que el otro hombre se golpear en
la repentina maniobra que cambiaba de posiciones.
El
peso del cuerpo de Butsuma ayudó a retener al Uchiha bajo él y llevando su mano
derecha hasta el delgado rostro de Tajima, en un movimiento veloz, capturó los
labios contrarios en un impulso.
Por primera
vez, Butsuma se percató de que eran aquellas sensaciones que le causaban
malestar hasta terminar enfado y culpaba a Tajima por ello, pues no era más que
el monstruo de la lujuria rugiendo en su interior, despertando en el Senju todo
aquel remolino de emociones y deseos hacia el jefe Uchiha.
Tajima
se sorprendió por el inesperado acto del otro shinobi, por ello no se paralizó
completamente, ya que pudo haber mostrado el sharingan para alejar al Senju
pero no lo hizo. El Uchiha reaccionó en
morder el labio contrario que se movía sobre los suyos sin contenerse
para hacer retroceder al Senju como una respuesta de que no era buena idea
besarlo y tenerlo retenido.
Butsuma
pareció no importarle el mordisco o la sangre que derramaba de la herida
producida y se derramaba desde su hinchado labio inferior porque no cortó el
contacto de su boca e incluso, aprovechó la oportunidad para introducir su
lengua en la cavidad contraria mientras que la mano en el rostro de Tajima
descendió al estilizado cuello para presionarlo un poco, evitando que el Uchiha
le arrancase la lengua a mordiscos.
Comenzó
a removerse el Uchiha, tratando de quitar al estúpido Senju de encima de él, sentía como la lengua
intrusa recorría su cavidad, golpeando la suya que intentaba sacar la otra
lengua pero aquel acto solo estaba despertando un calor en su vientre que poco
a poco empezó a recorrer su cuerpo iniciado por el beso en el que está
participando.
Lentamente,
Tajima iba perdiendo las fuerzas de querer separar al contrario y estaba
olvidando el por qué quería separarse del otro hombre, ya que poco a poco
correspondía el beso, percatándose de
que la sensación naciente de mariposas revoloteando en su estómago por el
primitivo acto en el que lo había sucumbido el Senju.
Butsuma
sintió como el hombre de pelo negro iba dejando de luchar, en su intento de que
se separara de él, haciendo que el Senju sonriera con victoria cuando el otro
hombre lo estaba empezando a corresponder en el beso y aventurándose, sabiendo
que podría ser asesinado por el otro shinobi, Butsuma descendió su mano hasta
la cintura contraria, la cual repartió
caricias mientras el Uchiha le permitió posicionarse mejor en medio de
sus piernas para ambos estremecerse cuando sus erecciones se rozaron aunque
ambos conservaran puestas sus ropas como barrera de sentir más contacto del
otro hombre.
Un
jadeo de Tajima fue ahogado en el beso cuando el Senju rozó sus caderas con la
suya causando que sus entrepiernas se tocaran con fuerza ya que el otro ninja
no fue cuidadoso cuando se posicionó entre sus piernas.
Butsuma
buscó el borde del pantalón sin dejar de explorar sobre la tela los músculos
que ocultaban del otro hombre, enorgulleciéndose de poder hacer jadear a
Tajima, tan solo con frotar sus cuerpos vestidos.
―
Pa…para… ― Murmuró Tajima en una especie de gemido lloroso provocado por la
excitación, haciendo que su voz fuera más grave cuando sintió como el otro
hombre tiraba por fin de su pantalón hacia abajo, dejándolo expuesto y
deteniendo el ardiente beso con sabor a sangre. ― Esto no está bien… ― Intentó
razonar con el Senju que parecía estar absorto con su cuerpo porque si
avanzaban más con lo que estaban haciendo, sería complicado para ambos, ya que
no podrían detenerse y ninguno de los dos pertenecía al mismo clan, tampoco
eran comerciantes, rounnins o viajeros que se pudiera convertir en una
concubina. Simplemente, si pasara o que parecía ser inevitable en esos momentos
y siendo ambos líder de un clan, los cuales estaban enemistados por años, era
poner sus cabezas bajo el estigma de la traición a su clan.
―
Calla… ― Demandó Butsuma con molestia por lo complicado que se estaba volviendo
el poder obtener sus deseos y satisfacer sus instintos. ― Nadie tiene que saber
lo que está ocurriendo aquí. ― Afirmó el Senju en voz baja al lado de la oreja
izquierda del Uchiha para luego, morderla y así, obtener un gemido con el que
se deleitó.
Butsuma
sintió como Tajima apoyó las manos sobre sus hombros mientras envolvía con su
mano el pene del Uchiha y sonrió al escuchar el jadeo emitido por el otro
hombre mientras una sonrisa brilló en sus rostro sin dejar de repartir besos y succiones
en sobre la piel del delgado cuello, dejando pequeñas marcas rojas.
Tajima
tembló de pasión cuando la enorme mano del Senju envolvió su pene, empezando a
acariciar gentilmente el pedazo de carne caliente que clamaba por atención
hasta que las constantes caricias llevaron al Uchiha alcanzar el orgasmo y en
un acto reflejo, Tajima buscó refugiar su cabeza en el torso de Butsuma
mientras sentía los espasmos del pos-orgasmo.
Apretó
las ropas contrarias aunque su respiración estaba entre-cortada por el reciente
eyaculación pero tomando a Tajima por sorpresa, las posiciones volvieron a
cambiar y el Senju ahora estaba bajo él. El Uchiha tembló, aún sensible, sin
poder contener un jadeo cuando el otro shinobi comenzaba a rozar su ano con los
dedos embarrado del semen que había expulsado hacía segundos atrás.
Era
extraño y divertido para Butsuma ver al Uchiha jadeante, con las mejillas
sonrojadas por el reciente orgasmo que sin poder contenerse había vuelto a
cambiar las posiciones de ambos para luego levantar solo su mitad superior,
quedando sentado con un confundido Tajima en sus brazos.
Butsuma
abrazó a Tajima con una mano y con la otra, la cual contenía parte de la
semilla del Uchiha, la dirigió al trasero del dueño del sharingan para comenzar
a rozar bruscamente sobre el oculto agujero antes de ingresar uno de sus dedos.
Tajima
emitió un leve grito mientras apretaba la tela de la ropa contraria por la
violenta intromisión a su cuerpo cuando ingresó otro dedo que no dejaban de
removerse en su interior, haciéndolo sisear por lo poco cuidadoso que estaba
siendo el líder Senju.
Butsuma
metió su tercer dedo, haciendo que el Uchiha cerrara con fuerza los ojos ya que
no había tenido demasiado tiempo para acostumbrarse y el Senju parecía urgido.
Sin
embargo, Butsuma se percató del rostro adolorido del Uchiha y para calmar al
otro ninja, el Senju empezó a acariciar el miembro que empezaba a despertar
nuevamente.
Cuando
Butsuma sintió que el Uchiha ya se había relajado, sacó sus dedos del orificio
para retirar de su regazo al otro hombre y poder bajar sus ropas, dejando al
descubierto su erección.
Tajima
había retirado su mirada de Butsuma pero este pareció no importarle cuando lo
guío para volver a estar tumbado mientras se situaba entre sus piernas
demostrando la flexibilidad con la que contaba el jefe del clan Uchiha pero
Butsuma no se tomó tiempo para admirar y sin avisar, penetró de una sola
estocada al hombre de pelo azabache.
El
Senju escuchó el desgarrador grito de dolor mientras él solo jadeó complacido
por la estrechez que le ofrecía el contrario pero sabía que si hubiera invadido
lentamente al otro shinobi hubiera sido más doloroso y Butsuma hizo algo que
hubiera imaginado, se inclinó sobre Tajima para en forma de disculpa y permiso
por lo que continuaría, besó las mejillas antes de descender al cuello para
repartir pequeños besos antes de comenzar a moverse.
Tajima
no dejaba de sentir el agudo dolor de la profanación a su cuerpo que no pudo
retener el grito porque dolía como mil demonios y mataría al contrario cuando
saliera de ahí porque el Senju no había
esperado que se acostumbrara, mucho menos le indicó que a penetrarlo para que
se mentalizara de lo que ocurriría y aunque el que lo masturbara ayudó un poco
al Uchiha, tardó un poco en que sus jadeos de dolor cambiaran a unos de placer.
Gemidos,
jadeos y sonidos obscenos en medio del placer era emitidos por los dos shinobis,
sin dejar que caricias y besos cesasen, repartiéndolas entre sí para reprimir
más ruido del necesario y ser descubiertos pero a pesar de que la terea fuera
difícil en medio de aquel acto, no era imposible.
Ambos
hombres sentían como el sudor impregnaban sus cuerpos, como sus músculos se
contraían con cada embestida y el deseo que aumentaba a cada gemido que era
fruto de una dura penetración, hacía que se sintieran adictos al placer que le
ofrecía el sexo.
Ninguno
de los dos shinobis pudo aguantar más, entre gemidos y jadeos, recibieron sus
orgasmos.
― Te
mataré… a penas salgamos de aquí…. ― Susurró Tajima con voz jadeante, mirando a
su enemigo e improvisado amante que le devolvía la mirada con una sonrisa de
satisfacción.
Butsuma
se retiró del interior de Tajima, sin tener demasiado cuidado, mientras
acomodaba sus ropas para sentarse a un lado de donde el Uchiha se había quedado
tumbado, comenzando a acariciar el cabello desordenado de Tajima de forma torpe
y tímida, ya que el líder Senju no estaba acostumbrado a mostrar ese tipo de
atenciones cariñosas.
Tajima
bufó, no le desagradaba del todo el contacto o lo que acaba de pasar con el
Senju pero estaba agotado y su trasero junto a sus caderas dolían. Además, el
líder Uchiha podía sentir aún como el semen de Butsuma estaba saliendo de su
interior y no tenía ofrma de limpiar el resultado acalorado momento.
― Ya
ha anochecido. ― Indicó el Senju para romper el silencio que se había formado.
Tajima
no respondió, pues había sucumbido al agotamiento y ya estaba profundamente
dormido, sin preocuparse demasiado de estar medio desnudo.
Butsuma
sonrió antes de levantarse y vestir a su rival, Tajima no parecía tan fiero de
esa manera. El Senju acomodó al Uchiha, ya vestido completamente, en su regazo,
disfrutando de las pocas horas que le quedaban hasta que lo sacaran de ese agujero
porque Butsuma intuía que lo experimentado ahí no volvería a ocurrir a pesar de
lo increíble que hubiese sido y le gustaría volviera a suceder.
Cuando
el sol inició el día, miembros del clan Senju encontraron el paradero de su
líder, sorprendiéndose de que el líder Uchiha estuviera allí y vivo pero por
muy inusual que fuera la situación de dos líderes de clanes estuvieran
atrapados en una vieja trampa de caza, los dos hombres fueron ayudados a salir
de aquel estrecho lugar.
―
Dejadlo ir. ― Ordenó Butsuma a la gente de su clan que estaba allí, ya que se
percató de que algunos de sus compañeros de clan querían aprovechar la
oportunidad para apresar a Tajima pero al escuchar la orden, dejaron que el
Uchiha se marchara con una leve cojera en su andar hacia donde se encontraba el
asentamiento del Clan Uchiha.
Los
Senju se retiraron de la zona, murmurando entre sí por lo benévolo que había
sido Butsuma con el líder Uchiha, ignorando lo sucedido entre ambos líderes
shinobis.
Tajima
Uchiha regresó a su Clan, siendo acogido y recibiendo miles de disculpas,
sonrisas y vítores del regreso del jefe Uchiha que había desaparecido en mitad
de la batalla contra los Senju.
Cuando
Tajima por fin logró llegar y entrar a su casa, fue recibido por su esposa
quien se abalanzó hacia él para notificarle sobre el embarazo, del primogénito
tan deseado por la pareja y quien en el futuro
se convertirá en uno de los ninjas más fuertes que el mundo shinobi
conocería.