lunes, 15 de julio de 2019

Hashirama - Madara - Tobirama



Madara aún estaba molesto, él y Hashirama ya habían decidido el nombre de la aldea que fundaron e inmediatamente, se había decidido quién sería el diligente de la misma de forma unánime por votación ya que Tobirama así lo decidió, callando al permisivo de su mejor amigo de que Madara fuera quien tomara el mando de la villa.

Aunque el problema que tenía irritado a Madara no era la forma o quien se decidió como jefe de la pequeña aldea recién creada ya que no le afectaba en ese instante, pues a primera hora de la mañana había ocurrido una disputa entre dos de los nuevos clanes que estaban integrándose en la aldea, teniendo Madara que inmiscuirse o comenzaría una guerra dentro de Konoha. Por ello, Madara iba apresurando su paso para encontrarse con Hashirama y contarle el inconveniente en busca de llegar a una solución ante las trifulcas de clanes que le costaba aceptarse por los años de enemistad.

Aún le dolía demasiado la cabeza al líder Uchiha después de escuchar las insulsas acusaciones donde se pedía la expulsión del clan contrario.

Tan sumido en sus pensamientos estaba Madara, y sin aminorar el paso, que no escuchó las pisadas de alguien que se aproximaba hacia él porque debía estar buscando a Hashirama con prisa e igual a cómo iba el jefe del clan Uchiha, la otra persona estaba ocupado en sus asuntos para propiciarse el extraño, molesto y desastroso suceso.

Madara sintió como su cuerpo chocó con fuerza con otro cuerpo más grande que el suyo y caía por el duro golpe. En un intento de mantener su equilibrio, alcanzó a agarrar la ropa de la otra persona con el que tropezó pero ese acto, solo ocasionó que ambos terminaran en el suelo.

La mala suerte parecía estar persiguiendo esa mañana al jefe del clan Uchiha porque con la persona que colisionó, no solo cayó sobre él sino que un beso fortuito se produjo para que al reconocer a la persona como Tobirama Senju, su estómago se revolviera de desagrado.

En un acto reflejo de defesa y rechazo hacia el hombre albino, Madara empujó con fuerza de los hombros y luego, pateó a Tobirama para alejarlo de él mientras limpiaba bruscamente sus labios con el antebrazo, volviendo a levantarse sin dejar de maldecir su fortuna por tan repugnante situación.

Tobirama no estaba en mejores condiciones que Madara, había ido hasta ahí para encontrarse con Hashirama y tratar algunos asuntos respecto a los líderes de los clanes que deseaban unirse a Konohagakure pero necesitaban normas generales que equilibrara la convivencia de todos los distintos clanes para detener las viejas rivalidades y enemistades que evitara que la aldea se convirtiera en un campo de batalla.

El hombre de cabello blanco aún no estaba de acuerdo con el hecho de tener que tratar y trabajar con personas pertenecientes a otros clanes que hasta hace poco tiempo habían sido enemigos pero si había un clan en especial que le desagradaba, era el Uchiha. Tobirama no soportaba el tener que convivir con ellos y sobretodo, odiaba al líder que no dejaba de distraer de los deberes a Hashirama.

Sin embargo, Tobirama que había relegado a un lado de sus pensamientos los asuntos que lo llevaron hasta ese lugar mientras se dedicaba a maldecir mentalmente a cada uno de los Uchiha que no se dio cuenta del hombre al cual iba todos sus insultos, siendo con el cual chocó. Aunque el Senju logró mantener el equilibrio después del fuerte tropiezo pero el cuerpo contrario que caía irremediablemente, jaló de las ropas de Tobirama en busca de no golpear el suelo pero provocó que ambos terminaran en el piso, quedando Tobirama sobre el otro hombre mientras maldecía con más intensidad al comprender que era Madara, no solo con quien tropezó sino que lo había obligado acompañarlo en su caída, uniendo sus labios accidental y desagradablemente pero el Uchiha no tardó en alejarlo con una dolorosa patada.

― ¡MALDITO UCHIHA! ― Exclamó Tobirama con molestia ocultando el dolor que le había causado la patada, se acercó al hombre de estatura más baja y lo tomó por el cuello de las características ropas del clan Uchiha de forma amenazante. ― ¡ESTA ME LA PAGAS! ― Gritó mirando directamente a los ojos negros que ocultaban el sharingan.

Madara estaba escupiendo, ya que había una pequeña probabilidad de que la saliva del otro hombre se hubiera colado en su boca aunque no estaba seguro de sí ocurrió porque el simple pensamiento le daba nauseas pero no tuvo tiempo de replicar a las ofensas de Tobirama, cuando el hermano menor de Hashirama, lo agarró del cuello de su ropa para encararlo.

― ¡Suéltame! ― Madara gruñó la palabra mientras llevaba sus manos a las muñecas de Tobirama para presionarlas en señal de que no le temía.

― Discúlpate primer. ― Exigió el Senju.

― Eres tú quien me debes una disculpa. ― Repuso Madara.

― Habla quien no mira por dónde camina. ― Indicó Tobirama con el ceño fruncido.

― ¡FUISTE TÚ QUIEN TROPEZÓ CONMIGO! ― Gritó el jefe del clan Uchiha comenzando a enfadarse cada vez más por seguir siendo retenido por el hombre más alto y con quien no deseaba hablar.

― ¡MADARA! ― Exclamó Tobirama soltando una de sus manos del agarre para volverla un puño con exasperación por el desagradable carácter del Uchiha y deseando golpearlo hasta el agotamiento.

― Imbécil, no tengo todo el día para jugar contigo. ― Dijo Madara mientras se liberaba, logrando  enfurecer más al otro hombre.

― ¡MALDITO UCHIHA! NO TE VAS A NINGÚN LUGAR HASTA QUE TE DISCULPES. ― Gritó Tobirama lanzando el puño hacia el hombre de estatura más baja para evitar que se escabullera de la discusión y sin darle una disculpa.

Ninguno de los dos hombres enzarzados se percató de que se acercaba la persona que en un comienzo buscaban, ahora estaba caminando hacia ellos.

― ¿Qué está ocurriendo? ― Cuestionó Hashirama interponiéndose en medio de los dos hombres en un intento de detener la discusión cuando sintió como el puño de su hermano menor lo golpeaba en la mejilla izquierda con fuerza.

Fue demasiado tarde para Tobirama detener el golpe, siendo que terminara dañando la mejilla de su hermano mayor.

― ¡ANIYA! ― Tobirama exclamó asustado, sorprendido y preocupado por el golpe que accidentalmente le propinó a Hashirama. ― ¡VES LO QUE OCASIONAS, UCHIHA! ― Volvió  tomar a Madara del cuello de la ropa para darle un golpe siendo detenido su puño por su hermano mayor, quien los sostuvo por la muñeca para evitar la agresión.

― ¡Basta, Tobirama! ― Ordenó Hashirama observando a su hermano de manera reprobatoria.

― Él tiene toda la culpa, Hashirama. ― Acusó Madara mirando con molestia y burla al hermano menor. ― Se tropezó conmigo, hasta me tiró al suelo y ahora quiere que cargue con toda la culpa. ― Explicó cruzando sus brazos sin deseos de recordar el accidente que le ponía enfermo del estómago.

― ¿¡Qué dijiste, maldito!? ― Tobirama jaló de la ropa para atraer al jefe de clan Uchiha hacia su rostro. ― Tú has sido el responsable por estar en las nubes y no aceptar que tienes que disculparte. ― Ladró.

― ¡HE DICHO QUE SE DETENGAN! ― Gritó Hashirama mientras separaba a los dos hombres, nuevamente, e interfiriendo con su cuerpo en forma de barrera para detener la riña.

― Pero aniya… ― Intentó hablar Tobirama.

― Hashirama, yo… ― Al mismo tiempo intentaba hablar Madara.

― ¡NO!, ya basta. Ambos son ejemplos importantes en esta aldea y con discutir, culpándose por nimiedades de lo que pasase entre vosotros no ayudará a los problemas importantes que aún hay. ― Recordó Hashirama desanimado por el comportamiento de las dos personas en las cuales confiaba para dirigir Konohagakure.

― Hashirama… ― Susurró Madara acercándose al mayor de los hermano Senju para abrazarlo por uno de los brazos. ― Lo entiendo y me dirigía para hablar contigo sobre un problema que ha ocurrido entre unos clanes cuando tu hermano tropezó conmigo y me exige disculpas. Él es el responsable de lo sucedido. ― Explicó en un intento de que su amigo se percatara de la situación y el por qué había sido el más afectado en el accidente sin querer deprimir más a Hashirama.

Resultado de imagen de hashirama - madara - tobirama― ¡Maldito Uchiha! ― Exclamó el Senju albino, quien se molestó más por el comportamiento que estaba ocupando Madara hacia su hermano mayor, parecía que Hashirama no se molesta de que el hombre más bajo se abrazara a su brazo como si se tratase de una doncella. ― Has sido tú quien chocó conmigo y no conforme con ello, me has arrojado al suelo pateándome. ― Contradijo la versión dada para agarrar del brazo que seguía libre de Hashirama y tierar levemente de su hermano mayor, en un intento de separarlo de Madara. ― Suelta a mi aniya, Uchiha. ― Ordenó.

― Tú no me dices qué hacer. ― Escupió Madara tirando más de Hashirama hacia su él.

Hashirama suspiró sintiendo como era tironeado por ambos hombres como si fuese un juguete cambiando el motivo de la discusión de aquellos dos en cada jalón. Ambos hombres lograron que Hashirama terminara riendo al sentirse como si estuviera entre dos niños caprichosos que buscaban su atención en un principio pero a cada segundo aquella escena dejó de ser divertida a molesta.

― Ya basta, no soy un juguete. ― Pidió Hashirama.

― Te dije que lo sueltes Uchiha. ― Repitió Tobirama ignorando la queja de su hermano mayor mientras continuaba tirando del brazo del hombre más alto.

― No quiero… ― Contestó Madara e igualmente, ignorando a su amigo. ― Tú no tienes nada de qué hablar con Hashirama, así que regrésate por donde llegaste. ― Señaló el camino por donde debió venir Tobirama.

― Tú eres el que debería irse, Uchiha, solo vienes a ocupar el tiempo de aniya y retrasar su trabajo como dirigente de la aldea. ― Dijo el Senju de pelo blanco para empujar a Madara y atraer a Hashirama hacia él, en un intento de separarlo.

― No, eres tú el que está molestando y debe irse. ― Contestó el jefe Uchiha empujando de igual forma al hermano de Hashirama mientras afianzaba más su cuerpo al brazo del shinobi más alto. ― ¡Márchate, Tobirama!, no eres necesario de momento. ― Rezongó aun forcejeando por no ser separado del Senju mayor.

Los dos hombres enfrascados en su infantil pelea, no dejaban de ignorar los ruegos y quejidos del hombre más alto mientras que Hashirama los veía y escuchaba pelear sintiendo como se estaba irritando por la situación.

Tobirama no deseaba escuchar las mentiras de Madara y Madara quería que Tobirama desapareciera de allí ya que le molestaba su presencia, siendo que no dejaban de jalonear al Hokage y empujarse rudamente entre ellos para separar al contrario.

― ¡HE DICHO QUE BASTA LOS DOS! ― Gritó molesto Hashirama, usando su propia fuerza para liberarse de ser el centro de la disputa. ― Ya están muy grandes para estar dando estos espectáculos de peleas sin sentido. Madara te estás poniendo a la altura de Tobirama y Tobirama… no esperaba tuvieras un comportamiento así de infantil. ― Regañó sabiendo que aquellas palabras le dolería ambos hombres pero no encontraba mejor manera de que ambos pensaran y se avergonzaran de su comportamiento infantil, así como que ya debían dejar de discutir por nimiedades. ― Compórtense y respétense mutuamente, somos los que tenemos que dar ejemplo de convivencia a los habitantes porque ambos son shinobis importante de Konohagakure y dar espectáculos así, no deja nada bueno que decir de ustedes dos. ― Argumentó con irritación mientras cruzaba sus brazos sin apartar la mirada reprobatoria de su hermano y el otro fundador de Konoha.

Ambos hombres gruñeron en respuesta a Hashirama por ser reprendidos como si se tratasen de niños pequeños, especialmente por el hombre que poseía una personalidad en la que su estado anímico variaba constantemente.

― ¿Por qué no podéis llevaros bien? Ya no somos enemigos. ― Murmuró deprimido el actual y recién nombrado Hokage de Konohagakure.

Ambos hombres miraron al líder del clan Senju con fastidio ante su tendencia a deprimirse rápida y constantemente. Además, ninguno de los dos podía llevarse bien, ya era suficiente con el hecho de no haberse matado aún, pues Tobirama odia a Madara y Madara detesta a Tobirama por asesinar a Izuna.

― ¿Tobirama? ― Llamó dudoso Hashirama, al percatarse que su hermano menor se marchaba del lugar pero que no respondió, ni se volteó hacia el Senju mayor.

― Espero pise una mierda de perro en el camino como mínimo, por ser tan desconsiderado. ― Farfulló con enfado Madara mirando la espalda de Tobirama alejarse por el pasillo del edificio en el que se encontraban.

― Él no es tan malo, Madara, solo que aún está adaptándose a la paz que hemos forjado. ― Intento excusar Hashirama a su hermano menor. ― Ahora… ¿podemos ir a mi despacho mientras me hablas del percance entre clanes que te ha traído hasta aquí? ― Preguntó con una sonrisa mientras memorizaba el hecho de a que había venido el jefe Uchiha.

― Sí, eso va a ser un problema para la convivencia de todos los habitantes si continua ocurriendo este tipo de eventualidades. ― Afirmó Madara para acercarse a Hashirama y caminar a su lado con una sonrisa hasta el interior de la oficina en la que tendría que tratar la tensión que aún sentían algunos clanes debido al haber vivido tantos años como enemigos declarados.



- Fin -






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