La
muerte del segundo Hokage había sido un hecho repentino para Konoha,
especialmente para todos los sihnobis que tuvieron la fortuna de ser alumno o
haber conseguido ser alguien cercano a Tobirama Senju, entre todos sus
subordinados y kohai destacaron dos shinobis; Hiruzen Sarutobi y Danzou
Shimura. Fue por ello, que cuando se reunieron para elegir al tercer Hokage de
Konohagakure no Sato, el nombre de estos dos ninjas brilló en la reunión pero
el más destacado de ambos nombres fue el de Hiruzen Sarutobi, quien había
mostrado un espléndido desempeño como ninja y tener un juicio digno para ser
apto del puesto de tercer Hokage.
Hiruzen
logró obtener el título y alcanzó su sueño que había deseado desde su más
tierna infancia, al ser ofrecido el puesto de Hokage. Además, Hiruzen, había
sido elegido por Tobirama, como un shinobi confiable para ser el sensei del
equipo en el que Tsunade Senju se encontraba después de graduarse de la
Academia Ninja de Konohagakure, un hecho que había dado más significancia a
Sarutobi para ser el tercer Hokage.
Sin
embargo, cuando Hiruzen aceptó el puesto para dirigir y proteger la aldea en la
que se crío, esperó que su mejor amigo y rival compartiera su alegría,
aceptando su derrota con respeto a quien tomaría el puesto de Hokage pero no
fue así. Tampoco pudo descifrar las emociones que debió experimentar Shimura
cuando se le comunicó que no había logrado su propósito sino que sería Hiruzen
quien tomaría el lugar de ser el tercer Hokage.
Danzou
se había mantenido al margen en toda la ceremonia pública, hace unas semanas
atrás, que se realizó para presentar a Sarutobi como el nuevo Hokage de Konoha,
sin emitir ninguna expresión facial que indica sus sentimientos mientras
observaba el evento. Esta razón de incertidumbre para Hiruzen, fue lo que
decidiera pedir a su rival y compañero lo esperara a medio día en la azotea de
la Torre Hokage.
― Te
dije que lo lograría. ― Habló Hiruzen acercándose a Danzou con una sonrisa
mientras vestía las ropas que lo distinguía como el líder ninja de Konohagakure
no Sato.
― Ha
pasado tiempo desde ese día. ― Respondió Shimura sin corresponder a la alegría
del otro shinobi.
―
Mínimo, deberías felicitarme. ― Gruñó el actual Hokage mientras se cruzaba de
brazos.
―
Sigue soñando, Hiruzen. Eso no pasará… ― Susurró mirando a su antiguo amigo y
compañero de equipo.
― ¡TÚ!
― Exclamó exasperado por el comportamiento de Danzou, no sabía por qué este se
comportaba de manera indiferente, desde que le comunicaron que él sería el
Hokage, Shirmura se comportaba distante con él haciendo que se preguntara si en
realidad estaba molesto por no ser seleccionado para el puesto. ― No sé por qué
estás molesto, Danzou, deberías estar feliz por tu amigo que logró su sueño. ―
Refunfuñó con un deje de tristeza mirando a su amigo.
Se
sumieron en un silencio algo incómodo, que no sabían cómo romper.
― Me
alegra que te hayas convertido en Hokage, Hiruzen. ― Habló Shimura rompiendo
aquel silencio pero sin mostrar alguna emoción de cómo se sentía. ― Sólo estoy
un poco celoso que te escogieran a ti y no a mí como el Hokage pero tal vez,
pueda ser el cuarto ya que tu torpeza quizás haga que no puedas seguir con el
puesto. ― Comentó para soltar un suspiro de frustración.
Otro
silencio se instaló entre ambos hombres y Sarutobi sabía que Danzou no estaba
hablando con honestidad, al menos no del todo.
― ¡Habla!
― Exigió Sarutobi logrando por primera vez en todo ese tiempo, el otro shinobi
mostrara una sonrisa astuta que le causó un escalofrío.
― No
vas a lograr mejorar esta aldea más de lo que ya ha crecido, Tobirama - sama
consiguió un equilibrio y sabía de los peligros que estaban observando a Konoha,
tanto fuera del País del Fuego como en el corazón de esta misma villa. ― Giró
el rostro para caminar unos pasos por la azotea de la Torre con el kanji del
fuego y donde días atrás, Hiruzen fue presentado a la aldea de la Hoja como el
actual Hokage.
― ¿Qué
pretendes decir? ― Inquirió confundido sin quitar los ojos del cuerpo de Danzou.
― Solo
estoy comentando la realidad, así como lo sabía el segundo Hokage porque si hay
día también hay noche y la luz produce sombra en lugares insospechados. Konoha
no es un lugar tan pacífico como crees. ― Se giró Danzou con lentitud para
encarar a su líder. ― Tú ahora eres el fuego que da luz a Konoha, Sarutobi,
pero tu luz no puede llegar a todos los rincones de esta villa. Por eso, necesitas
tener una sombra a tu lado, una que sea tu aliada para cuidar la villa, Hokage –
sama, para que la oscuridad no apague tu propia luz y Konoha continúe siendo un
lugar pacífico. ― Sonrió mientras se acercaba descaradamente al otro hombre. ―
Nos conocemos desde hace mucho, has logrado cumplir tu sueño pero necesitas de
mí para continuar con el legado que has obtenido. Ahora, es el momento de crear
un nuevo departamento ninja que proteja a Konoha desde la oscuridad, que cuidará
con eficiencia a la villa y al Hokage. Un grupo de shinobis que deben ser las
raíces de esta aldea. Para ello necesita un departamento así tener un líder
fuerte para poder dirigirlo y sabes que soy el único que puede ayudarte a regir
con plena confianza para salvaguardar la vida en la aldea. ― Afirmó.
― No
entiendo, ¿para qué necesitaría Konoha algo así? Simplemente, pensarlo suena
como si no se pudiera confiar en los propios habitantes de Konoha o como si el
cuerpo AMBU fuera insuficiente. ― Comentó confundido y un poco asustado de
pensar que sus propios compañeros, familiares, amigos y vecinos, pudiesen
atentar contra la propia aldea en la que viven.
― Así
es, Konoha puede observarse como una aldea sencilla pero no puedes olvidar que
no todos los shinobis están en de acuerdo con las reglas impuestas por los
fundadores y ser instruido bajo la mirada del Hokage, mi querido amigo. ―
Explicó alargando uno de sus brazos para señalar la montaña con los dos rostros
de los anteriores Hokages tallado en la ladera.
― No
creo que sea así, Danzou. Todos hemos luchado hombro con hombro para proteger
esta villa y la vida progrese. ― Contestó Hiruzen no queriendo escuchar las
insinuaciones desagradables de su compañero.
― Aún
eres un niño que no ve el peligro, ¿es que no te das cuenta de lo que puedes
perder o ganar si aceptas o rechazas mi propuesta? ― Inquirió con un poco de
irritación Shimura.
― Solo
son conjeturas tuyas y no sé qué puedo obtener si acepto tu sugerencia de crear
un departamento secreto de shinobis. Konoha cuenta con su departamento especial
de ninjas, AMBU. ― Frunció el ceño después de patear el suelo.
― Si
me concedes el crear este departamento ninja, dejaré que obtengas lo que
siempre has querido de mí. Además, de que la paz siga en Konoha. ― Danzou
afirmó mientras hablaba en voz baja y se acercaba al oído del otro hombre. ― Sé
cuánto te contienes, una mujer es aceptable para estar a tu lado y te de
progenie que buscas pero tú tienes demasiado fuego y puedes dañarla. Ella no
será suficiente para alguien como tú y podrías causarle daño. Tampoco puedes
arriesgarte a tener hijos constantemente y verlos morir en las misiones que tú
mismo los enviará. Si tu emociones son inestables por algo así, sería peligroso
para ti, por tu posición, te pondría en graves problemas y también, Konoha
sería vulnerable para el enemigo si ocurriera. Yo puedo tomar ese lugar para
calmar ese calor, querido amigo pero solo concede mi petición donde encontrarás
el soporte en el que mantenerte sin que caigas en la penumbra. Sé que no te
arrepentirás y Konoha podrá seguir con su pacifica existencia. ― Murmuró sobre
la oreja derecha del Hokage, quien se estremeció al sentir el cálido aliento
del hombre que lo acompañaba.
― ¡Qué
cosas dices, Danzou! ― Exclamó el Hokage con un notable sonrojo al escuchar la
insinuación echa por el otro shinobi pero incapaz de apartar al otro hombre o
moverse del lugar.
Danzou
solo soltó una pequeña risa mientras miraba con burla al actual Hokage de Konohagakure
no Sato.
―
¿Qué? Solo digo la verdad y eres consciente de ello, Hiruzen. ― Comentó
comenzando a pasear un dedo por el pecho contrario. ― Sé que me deseas, amigo
mío… ― Arrastró sus palabras en un ronroneo para inclinarse y quedar muy cerca
de los labios de su acompañante. ― Eres muy malo disimulando, ¿creías qué no
apreciaría tu mirada en mí? ― Se mofó al mismo tiempo que se alejaba lentamente
de Sarutobi. ― Es de esperar que aún no hayas madurado, no dejas de ser un niño
que cree en mundo de dulces e ignorando el peligro de tu alrededor, a pesar de
convertirte en el tercer Hokage de Konoha. ― Provocó para que cayera su
compañero en su palabras.
Hiruzen
estaba demasiado sonrojado y sorprendido por toda la situación que no
comprendía, sintiendo que todo era irreal.
― No
vas a perder nada, podrás encontrar una mujer digna para casarte, tener tantos
hijos quieras pero ella, no tendrá que soportar toda tu energía. No la verás
derramar lágrimas por hijos muertos o planes de disturbios dentro de Konoha
porque yo estaré ahí, vigilando tu espalda para que no suceda y mermando tu
virilidad para que no dañes a tu familia. ― Indicó Danzou esperando una
respuesta del otro hombre.
―
¡DEJA DE BROMEAR! ― Exclamó retrocediendo por la grotesca imagen que se había
mostrado en su mente.
― No
bromeo, sé que sufres una atracción hacia mí por mucho que has mostrado ese
comportamiento desagradable que te hace ver como un obsceno hacia las mujeres
pero ahora, que eres Hokage, hay que hacer algo al respecto. No podemos dejar
que tu lívido ponga a Konoha en aprietos o el nombre de Hokage sea mancillado
por un pervertido. Me ofrezco a calmar tu fuego y a cambio, me permites crear
un departamento secreto de shinobis que cubrirán las espaldas de la villa que
ambos atesoramos y por la que nuestro sensei dio la vida. La villa donde
nacerán tus hijos y nietos. ― Argumentó mientras acariciaba el cabello de
Hiruzen.
― Yo…
― Balbuceó el actual Hokage porque no pudo continuar ya que tomó de la yukata a
Danzou y tiró para acercarlo hacia él. Sus labios se golpearon en un brusco
beso. ― Te concedo crear el departamento que solicitas pero si esto es una
broma o un juego, olvidaré que has sido mi amigo por tantos años. ― Amenazó con
un brillo fiero en sus ojos.
―
Finalmente, haz tomado la decisión correcta y te muestras como Hokage. ― Sonrió
Danzou sabiendo que el otro shinobi comenzaría su acuerdo ese día.
-Fin.-
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