lunes, 5 de octubre de 2020

Asuma - Kurenai

 

 

Asuma encendía su duodécimo cigarrillo del día mientras observaba el sol ocultándose en espera de que Kurenai llegara, había citado a la kunoichi ahí y no estaba muy seguro de que la mujer aceptara el presentarse a un encuentro informal con él.

 

― Espero no haberte hecho esperar mucho. ― Habló Kurenai Yuji cuando apareció en el lugar acordado.

 

― ¡Oh! No, no… también acabo de llegar. ― Respondió con nerviosismo.

 

― Continuas tan divertido como antaño. ― Sonrió Yuji ante el palpable nerviosismo del hombre que rió a carcajadas al escuchar su comentario.

 

― Supongo que debo parecer gracioso. ― Murmuró Asuma sin poder dejar de admirar a la kunoichi.

 

― Entonces, ¿me pediste que viniera hasta aquí para reír?

 

― No, no… solo pensé que podríamos ir a algún lugar, juntos y disfrutar un poco de tu compañía ya que hace tiempo que no nos veíamos. Llegar a Konoha y ser sensei no había sido mi intensión cuando decidí regresar pero el Hokage insistió. No había forma de negarse y… aún no he podido ver Konoha adecuadamente, desde que regresé. ― Argumentó atropelladamente Sarutobi.

 

― Suena a que deseas que quieres que sea tu guía. ― Resumió divertida Kurenai.

 

― No es eso en verdad. ― Enrojeció Asuma.

 

La kunoichi no pudo evitar el reírse al ver que Asuma volvía a inquietarse por la conclusión a la que llegó después de escuchar sus palabras.

 

― Si te parece bien, ¿me podrías decir qué es? ― Preguntó con curiosidad Kurenai.

 

― Mm… ¿cómo decirlo mejor? ― Se preguntó el hombre en voz baja mientras rascaba su nuca con exasperación mientras exhalaba el humo del cigarrillo.

 

― Nos conocemos desde hace mucho, no debería de ser un problema decirme aunque haya pasado un tiempo que te ausentaras de Konoha al seguir tu camino shinobi. No creo que hayamos cambiado tanto. ― Animó Kurenai intentando animar a Sarutobi después de escuchar lo que susurraba y también se calmase.

 

― Quizás… pero siento como si nos conociéramos desde hace poco tiempo o como si algo haya cambiado en todo este tiempo.

 

― Konoha sigue siendo la misma, al igual que tú y yo, por mucho que crezca sus habitantes no han cambiado demasiado. ― Sonrió Yuji tocando el brazo del shinobi. ― Yo creo que sigues siendo igual a cuando éramos más jóvenes y estábamos en la academia.

 

― Esos días se sienten muy lejanos.

 

― Pero… ¿a qué te refieres con que algo ha cambiado?

 

― Etto… no estoy seguro de cómo explicarlo adecuadamente. ― Respondió Sarutobi llevando una mano a la nuca para frotarla mientras un sonrojo se instalaba en su rostro.

 

― No tienes que explicarlo, tan solo, dilo. ― Indicó mirando que Asuma buscaba como expresar lo que fuera que quería comunicar.

 

Asuma soltó un suspiro de derrota y tomó una pequeña bocanada de aire para tratar de darse valor para lo que iba a decir mientras desechaba el cigarrillo a  medio fumar.

 

― Supongo que si hay cosas que han cambiado e insisto que puedo ver que tú has cambiado mucho. ― Empezó el hombre intentando controlar su voz. ― Ahora estás mucho más linda de lo que recordaba. ― Apreció con un pequeño sonrojo en las mejillas. ― Por eso te pedí que nos reuniéramos, quería pedirte tener una cita en condiciones.

 


Kurenai se sonrojó por las palabras que parecieron ser muy desordenadas pero honestas que había dicho el hombre frente suyo. No estaba segura de las intenciones de Asuma pero no parecía que estuviera ocultando algo sospechoso.

 

― Se supone que ya estamos en una cita. ― Murmuró Kurenai desviando la mirada mientras se decía que estaba mal interpretando las palabras de Asuma.

 

― Sí… pero está siendo muy extraña. No pensé en algo concreto cuando te pedí que nos encontráramos aquí. ― Confesó avergonzado Sarutobi.

 

― ¿Y cómo se suponía fuera a ser? ― Preguntó sin querer mirar a la cara el rostro del shinobi.

 

― Supuse que podríamos dar un paseo por Konoha, visitar algún puesto, ver alguna zona nueva o me mostrarás algún lugar interesante que se haya creado y luego… ― Asuma no pudo seguir, no estaba seguro de si estaba bien estar contando todo aquello a la mujer.

 

― ¿Luego? ― Preguntó Kurenai interesada en lo que estaba contando.

 

― Luego… decirte que te ves aún más hermosa que cuando me fui de aquí y saber si podríamos tener otra cita. ― Confesó para mirar a los ojos de la mujer frente a él.

 

Kurenai observó a Asuma con las mejillas sonrojadas por un instante mientras una sonrisa nueva se dibujaba en sus labios.

 

― Deberíamos comenzar esta cita que aún no hacemos lo que tenías planeado y si tal vez… acepte tener otra cita contigo. ― Comentó sonriendo la mujer.

 

Asuma miró asombrado a la kunoichi y asintió con una sonrisa de emoción por saber que tenía una esperanza, la cual pensó no existía.

 

― Entonces, ¿vamos? ― Inquirió el hombre para comenzar a caminar junto a Kurenai.

 

― Asuma. ― Llamó Yuji al hombre que se había adelantado, logrando que se detuviera. ― Gracias por tu halago pero yo me veo igual que siempre y… también, te ves mejor. ― Habló sonrojándose mientras rascaba su mejilla derecha con su dedo índice.

 Asuma sonrió al mismo tiempo que su corazón latía tan rápido que pensó por un segundo que podría salir de su pecho.

 

― Hacia el Este… Esa parte de Konoha ha crecido en los últimos años y ahora hay algunas tiendas y casas de té. ― Sugirió la mujer comenzando a caminar apresuradamente con el rostro rojo porque aún se avergonzaba de haber podido decir aquellas palabras.

 

Asuma solo pudo asentir mientras seguía a Kurenai, deseando poder tomar una de las manos de la kunoichi entre las suyas para entrelazar los dedos en medio de aquel paseo pero sabía que hacer algo así de precipitado era demasiado pronto, ya habría tiempo para poder disfrutar de ese pequeño deseo.

 

Fin.

 

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