sábado, 27 de febrero de 2021

Inoichi - Shikaku

 

¡Atención!, contenido +18.


Inoichi Yamanaka había terminado su labor en el centro shinobi de seguridad de Konoha y ayudar a mejorar algunos defectos para que el escudo protector de Konoha continuara funcionando adecuadamente y retener el mayor número de personas sospechosas.

 

Yamanaka estaba pasando por un pequeño parque en el que solía ir a jugar cuando era un niño, los recuerdos afloraron en su mente y lo feliz que era a pesar de haber crecido en un tiempo conflictivo donde Konoha estaba en guerras con otros países ninjas.

 

Sin embargo, un recuerdo golpeó en la mente de Inoichi, se trataba de un árbol en medio del pequeño bosque que había en el centro de ese parque y que había convertido en su lugar secreto de niño, incluso había grabado sus iniciales en la corteza de dicho árbol casi como si estuviera reclamando ese lugar como propio.

 

El hombre de largo cabello dorado sonrió con nostalgia mientras dirigió sus pasos al interior del pequeño bosque en busca del árbol de su infancia hasta que lo encontró, aún estaba allí, con sus iniciales grabadas, que no dudó en acariciar el rugoso tronco.

 

Inoichi estaba por abandonar la zona en el que hermosos recuerdos vividos abrumaban su mente, cuando al bordear el árbol se percató de que había alguien más en el lugar.

 

Shikaku Nara estaba durmiendo cerca de donde se encontraba Inoichi, el shinobi de cicatrices en el rostro estaba apoyado a uno de los árboles cercanos y parecía estar complacido con lo que su sueño le mostraba.

 

― No… eso est… ― Balbuceó Shikaku entre sueños.

 

Una sonrisa ladina se formó en los labios del rubio shinobi y buscó un lugar en el que ocultarse para sentarse mientras pensaba que iba a ser divertido ver que había creado la mente del Nara para que ese sueño lograse hacer decir palabras inteligibles mientras dormía al hombre más perezoso de Konoha.

 

Después de hacer los sellos oportunos, el cuerpo se desplomó mientras que Inoichi real se adentró en el interior de la cabeza de Shikaku.

 

Yamanaka se sintió un poco confundido hasta que pudo percatarse de que estaba rodeado de personas que iban y venían por una calle que pronto reconoció como una de las calles del centro de Konoha.

 

El rubio debía felicitar a su amigo porque la mente de su amigo había logrado recrear hasta el más mínimo detalle de esa zona de la villa, este pensamiento le recordaron a Inoichi que estaba ahí para saber que tanto soñaba el Nara y no para apreciar lo detallado que era capaz de reproducir un lugar la mente de Shikaku.

 

Apresurando su andar, el rubio shinobi finalmente encontró la imagen de Shikaku que parecía estar charlando con alguien pero hizo que una sonrisa volviera a formarse en sus labios al percatarse de que era una visualización del propio Yamanaka quien se encontraba conversando con el Nara. No obstante, la sonrisa se había borrado de los labios de Inoichi al ver como aquella copia onírica se abalanzó sobre Shikaku para acurrucarse en el hombro del otro hombre que parecía complacido con ese comportamiento.

 

El verdadero Yamanaka abrió y cerró la boca varias veces sin saber cómo asimilar aquella escena que ocurría frente a sus ojos pero sintió que debía acercarse y asegurarse de que todo eso que acababa de ver tan solo se trataba de un mal entendido. Inoichi & Shikaku #inoichi #shikaku | Naruto, Naruto images, Naruto teams

 

― Regresemos pronto, Shikaku. ― Pidió el Yamanaka del sueño mientras acariciaba amorosamente el rostro de un Nara complacido por el mimo.

 

― El departamento no está lejos. ― Sonrió Shikaku mientras rodeaba la cintura de la ilusión para empezar a guiarlo por la multitud.

 

Inoichi tenía la boca abierta y sentía que sus ojos se saldrían fuera de sus cuencas oculares, incluso cerró sus párpados con fuerzas por la sorpresiva escena porque no podía encontrar una explicación a lo que soñaba su Shikaku.

 

Llevado por la curiosidad y en busca de alguna seña que le dijera todo se trataba de un error, el rubio shinobi de Konoha siguió al dueño del sueño que abrazaba a una copia dejando una distancia prudente.

 

― Estás algo ansioso, Inoichi. ― Comentó con todo divertido el Nara al sentir como el Yamanaka de su sueño se abrazaba a él.

 

― Claro que no… ― Comentó con una pequeña risa nerviosa y sonrojadas mejillas. ― Aunque…. Digamos que un poquito.

 

Shikaku rió mientras seguían caminando mientras el falso Inoichi se había abrazado al brazo izquierdo del Nara.

 

Yamanaka no podía creer y mucho menos deseaba querer pensar que Shikaku tenía ese tipo de sueños con una recreación suya pero necesitaba asegurarse de que todo eso trataba de un mal entendido, por ello es que no se detenía y continuaba siguiendo a los protagonistas de que la recreación onírica.

 

El rubio casi advierte de su presencia al dueño de la fantasía cuando  se percata de que había ido hasta donde se encontraba en frente de un edificio que conocía muy bien, pues no era otro edificio que uno en donde una de sus primas vivía.

 

Shikaku rebuscó en su bolsillo hasta encontrar la llave para abrir la puerta sin percatarse que había un intruso en su mente que lo seguía.

 

Inoichi se apresuró a seguirlos antes de que la puerta desapareciera y el quedase atrapado en algún lugar del subconsciente y cuando atravesó la puerta apareció en una alcoba, donde el ambiente burbujeaba perfecto para cumplir con instintos precarios del ser humano.

 

La enorme cama de sábanas grises en medio de la habitación era la que ocupaba toda la atención del lugar, como si el resto de adornos imaginados solo fueran un capricho de la mente del Nara que estuvieran allí.

 

― No hagas eso o no podré contenerme más. ― Advirtió el Nara a la ilusión creada por su mente de su amigo.

 

― Lo deseas tanto como yo. ― Respondió el falso Yamanaka mientras repartía pequeños besos por el cuello del Nara.

 

Inoichi se escondió detrás de una columna ornamentada mientras llevaba sus manos a la boca para contener la voz que deseaba salir para detener todo movimiento.

 

― Tan solo mira… Algunas caricias y ya estas así. ― Susurró la copia de Inoichi continuaba su función en el sueño de Shikaku, quien besaba el cuello del moreno mientras sus manos iban bajando hasta los pantalones.

 

― Maldita sea, Inoichi… ― Contestó con voz ronca Shikaku intentando contener el jadeo de la brusca caricia en su erección mientras se apresuraba a tomar la nuca contraria para separar al rubio junto a él de su maltratado cuello y poder robarle un beso.

 

Yamanaka no podía creerlo y la repulsión de la escena en los sueños de su amigo se estaba mezclando con el deseo, aunque era consciente de que se trataba del ambiente que el subconsciente del Nara estaba recreando para avivar el lívido.

 

― ¿Estás seguro de esto? ― Preguntó con los ojos brillantes Shikaku al amante de su sueño, logrando que el rubio volviera el rostro para mirarlo por lo inusual que parecía esa pregunta en un momento como ese.

 

― ¿Debería tener dudas? ― Respondió con una pregunta el falso Inoichi mientras acariciaba el pectoral del Nara para incitar a que continuara.

 

― Tienes razón, disculpa mi pregunta pero no seré suave. ― Aclaró para empujar al rubio que cayó sobre la cama riendo mientras él se quitaba la ropa.

 

― No espero ninguna gentileza de ti. ― Afirmó para abrir sus piernas para mostrar el bulto escondido bajo los pantalones que no dudó en acariciar sugerentemente para atraer al creador del fogoso sueño.

 

Inoichi abrió la boca tanto como pudo al ver lo provocador que era su copia onírica, no podía pensar que fuera posible verse así de sexy para alguien, incluso él mismo sintió una punzada en su ingle por la morbosidad.

 

― Esto no es necesario aquí. ― Habló divertido el Nara mientras retiraba los pantalones del Yamanaka de su imaginación. ― ¡OH! Eso no lo esperaba. ― Ronroneó al percatarse de que la ilusión no llevaba ropa interior al ser despojado de sus pantalones dejando al descubierto la erección.

 

― No quería que perdiéramos tanto tiempo cuando podríamos estarlo pasando tan bien. ― Habló con voz juguetona el espejismo mientras terminaba de quitarse el chaleco y la camisa para luego soltar su largo cabello dorado que se desplegó sobre la cama. ― No me hagas esperar, Shikaku kun…

 

― No pienso hacerlo… ― Murmuró el Nara una vez que se terminó de quitar lo que le faltaba de ropa. ― Haré de ti un completo desastre. ― Amenazó con lujuria mientras se colocaba entre las piernas  del Yamanaka que estaba bajo su merced y esa copia de su subconsciente abrió más las piernas para que el otro hombre se acomodara.

 

― Te estás tardando mucho… ― Rezongó el rubio onírico mientras rodeaba el cuello contrario con sus brazos y se acercaba para dar un apasionado beso al Nara.

 

El beso se rompió a causa de que los dos quisieron premiar al contrario con un jadeo cuando sus erecciones se acariciaron pero sin perder tiempo, Shikaku comenzó a repartir besos por todo el largo del cuello contrario mientras sus manos tomaba la cadera del Yamanaka y comenzaba a moverse en busca de liberar la presión.

 

Poco a poco, Shikaku descendió por el cuello de Inoichi en pequeños besos y succiones hasta encontrar uno de los pequeños pezones, al que torturó con sus dientes e incluso mordió para deleitarse de los gemidos y gritos de sorpresa del rubio bajo él.

 

La ilusión llevó las manos al cabello de Shikaku para liberarlo de su atadura y cayese para obtener aquella visión del Nara, quien sonrió antes de llevar una de sus manos hasta sus penes, los cuales tomó para empezar a acariciarlo en un tortuoso ritmo.

 

El rubio intruso se llevó las manos al rostro, quería gritar y detener todo aquello que no debía conocer, así que se movió en busca de otro lugar que lo escondiera en ese sueño, necesitaba salir de ahí sin ser visto.

 

― Shi… kaku, deja de jugar y hazlo ya… ― Lloriqueó el falso Inoichi mientras llegaba al orgasmo.

 

― No eres nada… divertido. ― Se burló jadeante el Nara para retirarse sin aún haber podido alcanzar su propia liberación.

 

― ¡CALLA! ― Gritó la ilusión mientras arrojaba una almohada al Nara quien rió. ― Solo… apresúrate.

 

― ¡QUÉ PROBLEMÁTICO! ― Murmuró Shikaku con una sonrisa maliciosa mientras ponía las piernas del rubio sobre sus hombros. ― Luego no llores si no puedes caminar. ― Advirtió mientras tomaba su pene y lo acercaba al apretado ano.

 

― No pas… ― La ilusión onírica no pudo terminar lo que hablaba debido a que fue penetrado rudamente de una sola vez, haciendo que su espalda se curvara mientras que su voz parecía haber desaparecido.

 

Yamanaka sintió que se iba a desmayar al ver aquella escena plenamente y como Shikaku, sin un ápice de duda, había ultrajado a esa imagen que imitaba su aspecto.

 

Las piernas de Inoichi fallaron por el shock y ahí estaba el líder del clan Yamanaka, observando como su mejor amigo estaba teniendo sexo con una recreación creada en un sueño.

 

― Eres tan… bueno… ― Gimió Shikaku como si fuese un lobo hambriento con un pedazo de carne entre sus fauces y esa voz endurecida por el sexo hizo jadear más a su imaginado amante mientras que el Inoichi real sentía como un escalofrío descendió por su espalda hasta su entrepierna que se empezaba a elevar con intensidad.

 

― No te de… tengas… Shikaku. ― Rogaba la ilusión de Inoichi.

 

― Lo siento… ― Murmuró el infiltrado en aquel privado sueño mientras adentraba una de sus manos en sus pantalones para liberar su erección, la cual comenzó a atender con premura que había ocasionado la escena pasional que ve.

 

Inoichi onírico se aferró con fuerza al cuello del Nara cuando una de sus piernas cayó y Shikaku cambió el ángulo y velocidad de sus embestidas que lo estaban enloqueciendo.

 

Sin embargo, el verdadero Inoichi tuvo que ahogar un jadeo cuando escucho a su copia gritar de aquella manera. Además, los sonidos húmedos y obscenos de los amantes frente a sus ojos estaban haciendo que su lívido aumentara a un grado que no había experimentado antes pero sin que el mismo rubio se percatase, estaba moviendo su mano al compás de las embestidas del Nara.

 

― Eres tan excitante, Inoichi… ― Susurró con lujuria Shikaku mientras apretaba las caderas del hombre a su merced y una sonrisa maliciosa se formó en los labios del moreno cuando solo hubieron gemidos como respuesta. ― ¡VAMOS, INOICHI! ― Gritó aumentando el ritmo, cuando parecía no ser posible, de las estocadas y estaba cerca de llegar al orgasmo.

 

― ¡MALDICIÓN! ― Gritó el falso líder Yamanaka. ― Tú… no dejas de hacer que me sienta… tan bien… estoy tan cerca… ― Jadeó advirtiendo de que estaba cerca del final.

 

Inoichi aceleró el ritmo, todo en ese sueño del Nara estaba recreado para afectar las emociones de quienes se encontraran en ese sueño para despertar los instintos más precarios porque actuaba como un genjutsu.

 

― Shi… Shika… ku… ― Escupió en un gorgoteo la ilusión de Yamanaka mientras eyaculaba su orgasmo.

 

Shikaku gruñó al llegar a su final, terminando al mismo tiempo que el hombre que se había adentrado en su mente mientras soñaba pero si bien el placer obtenido era agradable, también era el aviso de que Nara había llegado al final de su sueño y daba comienzo el despertar, por lo que la habitación recreada por Shikaku en su subconsciente empezaba a desmoronarse.

 

― ¡MIERDA! Se está despertando. ― Farfulló un agotado Inoichi después de haber terminado de liberar su orgasmo mientras que los amantes se acurrucaban sin importarle como todo a su alrededor desaparecía. ― Tengo que apresurarme a salir. ― Murmuró reponiéndose para buscar la forma de marcharse del sueño y mente del Nara.

 

El verdadero Yamanaka hizo los sellos que lo sacarían de la mente del Nara y lo primero que vio al despertar fue como el cuerpo de Shikaku se removía intentando despertar, luego observó sus pantalones, donde había una mancha húmeda que lo hizo sonrojarse e incitó en salir de allí precipitadamente.

 

Inoichi corría a su casa mientras esperaba no encontrarse con nadie a quien tener que dar explicaciones o viera su situación actual pero su mente era un verdadero caos después de lo ocurrido se encontraba confundido e indignado por verse afectado por un sueño o el mismo hecho de que Shikaku tuviese sueños eróticos con él, provocándole escalofríos el recordar lo vivido.

 

Shikaku sintió como si lo observaran pero no había nadie alrededor, tampoco sentía ningún chakra lo suficientemente cerca para luego mirar sus pantalones mojados, a duras penas recordaba el sueño pero lo ocurrido solo lograba que una mueca de disgusto se formara en su cara, debía regresar rápido a su casa antes de tener que mostrarse así frente a alguien.

 

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viernes, 26 de febrero de 2021

Asuma - Kurenai II

 

 

Asuma estaba nervioso, llevaba ya un tiempo así, no podía explicarse concretamente lo que era pero su propio cuerpo e instintos le indicaba que debía proteger a Kurenai desde hacía días, aunque esta se encontrara tomando una siesta. Él no podía dejar de estar alerta en todo momento y si ya había adoptado una actitud sobreprotectora con la mujer, no podía encontrar palabras para la inmensa preocupación que lo invadía cuando Yuuji debía ir a una misión fuera de Konoha, esto solo había empeorado y haber creado algunas pequeñas discusiones al hacer tiempo o intentar que no realizara su trabajo ninja. Asuma x Kurenai - Et ainsi ils ont combattu. Et ainsi ils ont ri....

 

Ahora, Asuma no podía dejar de arrepintiese de su situación porque había afectado a Kurenai y esta, se había estresado demasiado, incluso era probable que su idilio amoroso terminará ese día, tan solo podía estar nervioso mientras esperaba en esa plaza a la kunoichi de ojos escarlatas.

 

― Asuma…. ¿estás bien? ― Preguntó la kunoichi preocupaba mientras tocaba con su mano derecha la mejilla de Sarutobi que ni siquiera se había percatado de su llegada.

 

― ¿Eh? Sí, sí… ¿Por qué preguntas? ― Cuestionó aturdido Asuma que no se había percatado de la aparición de la kunoichi.

 

― Te estaba llamando y no me has respondido hasta ahora. Parecías estar concentrado profundamente en algo. ― Aclaró divertida Kurenai.

 

― Lo siento, ¿me contabas algo importante? ― Inquirió sonrojado el ninja.

 

― Te decía que debía hablar contigo de algo privado y si tenías algo de tiempo para poder hablarlo con tranquilidad y en un lugar más privado, donde no haya tantas personas. ― Reveló un poco nerviosa la mujer.

 

Asuma observó un momento a la mujer ninja para luego, asentir con un poco de inquietud.

 

― Creo sería mejor ir a uno de nuestros departamentos, ¿dónde te apetecería más que charlemos, en el tuyo o en el mío? ― Preguntó Sarutobi porque si necesitaban un lugar privado no había mejor opción que el ir hasta uno de sus hogares.

 

― Mi departamento está más cerca. ― Recordó Kurenai con una sonrisa.

 

― Entonces, vamos ahí. ― Aceptó Asuma para comenzar a caminar hacia la casa de la mujer de largo cabello negro mientras intentaba camuflar el temor que le provocaba lo que fuera que le quisiera contar y esperaba no se tratase que desease terminar su relación porque le causaría un gran dolor.

 

De alguna manera, el oscuro pensamiento de que las posibilidades de lo que Kurenai quisiera acabar con su relación amorosa se hacía más fuerte en su mente y lo iba torturando a cada paso.

 

Asuma no podía evitar creer que se merecería el que la kunoichi quisiera alejarse de él porque no había dejado de atosigarla con su sobreprotección, un mal hábito que había adquirido de la nada aunque era plenamente consciente de que Kurenai podía cuidarse sola.

 

― ¿Te vas a quedar ahí? ― Preguntó Kurenai mirando a Asuma en la puerta sin atreverse a entrar cuando llegaron a la morada de Yuuji porque el ninja volvió a estar sumergido en sus pensamientos.

 

― Lo siento, lo siento. ― Se disculpó rápidamente al percatarse de que se había vuelto a concentrar en sus temores sin estar al pendiente de su alrededor o de su pareja.

 

― ¿Estás bien? ― Volvió a cuestionar porque empezaba Kurenai a preocuparse de que su compañero se comportarse de esa forma extraña, era como si repentinamente Asuma se hubiera absorto en sus pensamientos.

 

― Sí, lo estoy. ¿Por qué preguntas? ― Aseguró intentando quitar importancia a sus preocupaciones con otra pregunta.

 

― Desde hace días que te has comportado diferente, Asuma. ¿Hay algo que te preocupe? ― Comentó ya que había notado el comportamiento protector hacia ella como si no pudiera valerse sola y había causado algunos malestares entre ellos y no podía no dejar de sospechar que ocurría algo con Asuma que no le comunicaba.

 

― Mmm… Digamos que estoy un poco nervioso. ― Murmuró el shinobi mientras frotaba su nuca de forma intranquila con su mano izquierda. ― Sé que en estos días no he actuado de forma racional contigo y eso te ha causado pequeños problemas y molestias. Tan solo… estaba pensando que ahora querías pedirme que terminemos. ― Confesó con una pequeña aura depresiva.

 

Kurenai parpadeó asombrada, no esperó que Asuma estuviera tan preocupado en ese momento y no pudo evitar soltar una carcajada para dar paso a  la risa.

 

― ¿Qué es tan divertido? ― Preguntó Sarutobi confundido por no entender cual era el chiste en lo que había dicho.

 

― No puedo creer que pensarás tan profundamente en la posibilidad de que pudiese querer hablar contigo solo para acabar con toda nuestra relación. Asuma…esperé mucho tiempo para que ambos pudiésemos estar juntos como estamos ahora, todo ese tiempo solo podía soñar contigo queriendo estar a mi lado. ― Confesó para acercarse y tomar las manos de su pareja antes de caminar hasta el kotatsu después de cerrar la puerta del departamento. ― Haré un poco de té, creo que ambos lo necesitamos y nos vendrá bien.

 

― Kurenai, si no se trata de eso… ¿De qué quieres hablar conmigo en privado? ― Cuestionó curioso y confundido al recordar el motivo del por qué se dirigieron al hogar de la kunoichi, así de por qué lo llamó con urgencia a encontrarse en aquella plaza.

 

― Bueno… ― Kurenai suspiró mientras preparaba las tazas con té y esperaba a que la tetera silbara indicado que el agua estaba lista. ― Estaba preocupada de tu extraño comportamiento, pensé que todo se debía a que estabas trabajando demasiado o ibas  a hacer alguna misión peligrosa. Incluso, que te marcharías de Konoha otra vez. ― Reveló con tristeza recordando aquellos años en que Asuma se había ido de la villa. ― También, llegue a tener un pensamiento similar y tú no te sentías bien a mi lado o en realidad ya no me amases.

 

― ¡ESO NO PASARÁ! ― Se apresuró a exclamar elevando la voz. ― Me has gustado durante mucho tiempo, creo que desde la primera vez que te vi, después de que saber que también estabas enamorada de mí y finalmente, logramos estar juntos, mis sentimientos no han menguado ni un poco. Incluso, siento que te quiero mucho más que antes. ― Aseguró sin apartar la vista de la mujer que era dueño de su corazón.

 

― Me alegra escucharte, Asuma. ― Kurenai sonrió después de que Asuma dijera aquellas palabras, sentía las mejillas calientes por la confesión. ― Considero que todo está aclarado y hemos caído en un mal entendido porque ninguno quiere romper con el otro. ― Sonrió. ― Hay algo que quiero decirte y por cómo te has comportado me hizo sospechar de que algo no estaba bien conmigo pero ya sé lo que qué me pasa. Me lo han confirmado.

 

― ¿De qué se trata? ― Preguntó preocupado después de que la sonrisa se borrase de sus labios y no podía eludir las palabras dichas por Kurenai.

 

― Al comienzo pensé que todo se debía a mi preocupación por el hecho de que cambiaras tu comportamiento conmigo e incluso, el comenzar a tener nuestras discusiones y mi cuerpo comenzó a sentirse mal como ya sabes, todo parecía ser estrés. Debido a como terminaba todo entre nosotros en estos días prefería no contarte nada e ir al médico. ― Indicó mientras servía el té para acercarse al kotatsu con las dos tazas, ofreciendo una de las tazas al hombre, quien la aceptó de buen grado. ― Pedí al médico que me hiciera un chequeo completo, después de contarle que no me he encontrado bien en estos días.

 

― Pero… todo está bien, ¿cierto? ― Cuestionó preocupado Sarutobi de que su forma de actuar con ella hubiera generado algo.

 

― Todo está bien. ― Respondió con una sonrisa la mujer antes de tomar un pequeño sorbo de té.

 

― Es un alivio escucharlo. Sé que debo de calmarme y no volverme tan paranoico como me estaba comportando tan solo porque vayas a entrenar con tu equipo ninja o tengas misiones porque es lo normal para cualquier shinobi. ― Habló Asuma con más tranquilidad para imitar y beber un poco de té de la taza que tenía entre sus manos.

 

― Eso espero porque no estaría bien que nuestro bebé sintiera que sus padres están agitados constantemente por banalidades cotidianas. ― Terminó Kurenai con una sonrisa para ver cómo su pareja escupía el té que estaba bebiendo.

 

― ¿Be-bebé? ― Preguntó dudoso de haber escuchado bien mientras que sus ojos viajaron desde el rostro de la kunoichi hasta el plano vientre de esta para regresar a la cara de Kurenai.

 

― Sí, en unos meses seremos padres. ― Afirmó Kurenai tomando una de las manos de Sarutobi mientras sonreía.

 

― Es… es tan sorprendente y… ¡OH, KURENAI! ― Intentaba hablar el hombre con los ojos llorosos por la noticia, no tenía palabras que pudieran decir todo lo que sentía y solo pudo levantarse para abrazar a su compañera mientras empezaba a derramar lágrimas de felicidad.

 

― Lo sé, es maravilloso. ― Murmuró Yuuji correspondiendo el amable abrazo mientras escuchaba como el hombre al que ama sollozaba de felicidad como un pequeño niño mientras asentía con su cabeza.

 

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martes, 2 de febrero de 2021

Neji - Tenten

 

 

Tenten deseaba ir a la nueva tienda de armas ninjas que se había abierto en Konoha y no podía contar con Lee y mucho menos, si es que Gai sensei que se alistaría sin formular la pregunta, sabía que estos harían escándalo e incluso, podría acabar pasando vergüenza o tener que pagar algún destrozo.

 

La kunoichi no deseaba gastar su sueldo en reparar un desperfecto de una tienda, por lo que solo podía contar con Neji, él no era escandaloso y tenía buen criterio en caso de que quisiera comprar un arma y no pudiera elegir cuál sería la mejor en adquirir.

 

Sabía que había acabado de recibir su sueldo y estaban saliendo de la torre Hokage todos juntos, debía ser sutil para que los otros dos que vestían de verde no se percataran de lo que le propondría al chico Hyuuga porque aún estando varios metros alejados, de alguna manera Gai tenía un oído increíble que sería capaz de escucharla.

 

Tenten apretó sus puños y se acercó a Neji sintiendo que su corazón latía más rápido y fuerte de lo necesario.

 

― ¿Ocurre algo? ― Preguntó Hyuuga percatándose de la presencia de la kunoichi muy cerca de él.

 

― No, nada en especial. ― Respondió sonrojándose por ser descubierta por el chico de cabello largo antes de intentar pronunciar alguna palabra.

 

Neji se percató del extraño comportamiento de su compañera, llevaba años juntos como equipo, por lo que sabía que algo le pasaba a Tenten.

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― Parecía… que ibas a decirme algo. ― Advirtió Neji mientras pensaba que quizás había intimidado a la chica.

 

― Mm… ¿Querías saber si te gustaría acompañarme hasta una tienda de armas que abrieron antes de ir a la misión y no he podido ir? ― Preguntó la kunoichi en voz baja para que solo el Hyuuga para que lo escuchara mientras jugueteaba con las manos.

 

― ¿Estás bien? ― Preguntó el dueño de Byakugan a la chica, no entendía su comportamiento nervioso o el por qué su rostro se había vuelto rojo brillante que parecía haber comido el curry picante que tanto gustaba comer a Lee.

 

― Sí, sí… No pasa nada si no quieres acompañarme, ya iré sola y tan solo pensé te gustaría ir. ― Se apresuró en hablar cuando escuchó la pregunta del chico de cabello largo ya que quizás lo había molestado.

 

― No he dicho que no vaya a ir contigo. ― Contestó Hyuuga para tocar uno de los hombros de la chica que había ocultado su rostro avergonzado detrás de sus manos.

 

― ¿¡DE VERÁS ME ACOMPAÑARAS!? ― Se sorprendió la kunoichi creyendo no fuera posible lo que había oído mientras retiraba sus manos de su rostro.

 

Neji se sintió un poco cohibido y agitado por el comportamiento de la chica, no se imaginó que su respuesta provocara tal emoción en Tenten.

 

― Sí, nunca me negué pero no entiendo el por qué te has alegrado tanto, solo se trata de ir a una armería. ― Habló Neji sin poder evitar decir sus dudas con respecto a la repentina explosión de alegría.

 

― Es que pensé que te ibas a negar acompañarme. ― Admitió con una sonrisa la chica de cabello castaño. ― Es que no quería ocurriera a cada que vamos todos a una tienda y por eso, si se lo pedía a Lee o Gai sensei… bueno, vendrían ambos y harían un alboroto mientras todo se convierte en un desastre con sus retos o forma de entrenar. ― Recordó dejando escapar un suspiro abatido por lo que usualmente ocurría cuando era acompañada por sus otro compañero de equipo y sensei.

 

― Entiendo. ― Comprendió Hyuuga. ― Gai sensei y Lee son muy energéticos, es difícil que se detengan cuando comienzan a buscar nuevas formas de seguir entrenando. ― Dijo para sonreír forzadamente al recordar cómo se comportaba de forma humillante todo el tiempo mientras daban gritos para alentarse.

 

― Entonces, ¿vendrás conmigo? ― Repitió la pregunta la kunoichi para asegurarse.

 

― Iré pero no creo que compre nada, ya tengo las armas suficientes que necesito, solo te acompañaré. ― Respondió el shinobi de cabello largo.

 

― ¡SÍ! ― No pudo evitar gritar Tenten con alegría mientras daba un salto.

 

Neji no pudo evitar suspirar para mirar en dirección a los dos hombres que se paseaban por Konoha en una ridícula ropa de color verde pero ni Lee ni su sensei se encontraban ahí pero al volver su vista había su compañera se encontró con el rostro, demasiado cerca, de su sensei.

 

― ¿Qué…? ― Intentó cuestionar el Hyuuga por la forma escrutadora en la que lo miraba Gai.

 

― Está mal ignorar a tu sensei cuando acabamos de terminar una misión. ― Regañó Maito.

 

― Cierto, Gai sensei. ― Secundó Lee.

 

― ¡ESO SE LO ACABA DE INVENTAR GAI SENSEI! ― Acusó Tenten molesta mirando al jounnin.

 

― Claro que no, Tenten. ― Dijo Maito. ― Bueno… chicos, como ya terminamos la misión, ¿qué les parece ir a comer? ― Propuso Gai a sus subordinados.

 

― ¡SÍ! ¡YO ME VOY, GAI SENSEI! ― Aulló Lee con una sonrisa emocionada por la invitación.

 

― Yo por esta vez no voy. ― Informó Neji declinando la invitación, ya que Tenten lo había invitado y si no quería que los dos vestidos de verde lo siguieran era mejor apresurarse en alejarse de ellos.

 

― Yo tampoco puedo en esta ocasión, Gai sensei, pero gracias por la invitación. ― Rechazó la invitación la kunoichi sonriendo de manera interna al haber escuchado al castaño. ― Estoy un poco agotada y quisiera descansar el día de hoy. ― Explicó interrumpiendo a Lee que estaba por protestar. ― Será la próxima vez.

 

― Lee, vamos a explotar nuestra flor de la juventud hasta el restaurante dando saltos. ― Indicó alegremente Gai para animar a su alumno favorito.

 

― Sí, Gai sensei. ― Aceptó animado Rock Lee.

 

― Será mejor apresurarnos antes de que se olviden y regresen para que vayamos con ellos. ― Susurró Neji a Tenten mientras una gota caía por su cabeza al ver a su compañero y sensei alejarse dando saltos.

 

― Sí, sí… ― Asintió Tenten. ― Es por… aquí. ― Señaló el camino contrario y por donde se encontraba la tienda a la cual quería ir.

 

Neji asintió en silencio para marcharse del lugar junto a Tenten para llegar a la tienda que tanto quería ir la kunoichi.



 

Fin.


 

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Naruto - Sasuke

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