Los
nuevos genins que ese día se graduaron de la academia shinobi de Konoha no
podían evitar sonreír tontamente debido a que lograron el pequeño paso para
empezar a forjar su camino ninja.
Danzou
Shimura estaba alegre al ver su bandana con el símbolo de la villa en sus manos
mientras caminaba detrás de uno de sus compañeros, Hiruzen, quien también se
graduó de la academia como genin junto a él y no dejaba de hablar pero Danzou aunque
escuchaba a su amigo hablar y hablar, no lo estaba prestando atención a lo que
su amigo decía.
―
¿Quieres venir a entrenar? ―
Preguntó Hiruzen, despertando a su ausente compañero que lo miró confundido
haciéndolo reír. ― Estoy tan contento por ser ya un genin que necesito gastar
toda esta energía extra que poseo y te preguntaba si quieres ir a entrenar
conmigo. ― Danzou asintió un poco avergonzado por ser sorprendido ensimismado
en sus pensamientos ya que no estaba prestando atención a lo que hacía o decía
su amigo. ― Sígueme y prepárate para perder. ― Habló divertido antes de
comenzar a correr por las calles de Konoha.
― En
tus sueños, Sarutobi. ― Contestó Danzou tan alegre como su amigo para seguirlo
hasta uno de los tantos campos de entrenamientos de Konoha.
Llegaron
al campo de entrenamiento donde comenzarían a entrenar aunque Hiruzen ya estaba
haciendo estiramientos con impaciencia para luego, girarse hacia donde estaba
su compañero con una sonrisa radiante.
― ¿Qué
quieres entrenar primero, Danzou? ― Preguntó sin poder esperar a moverse.
―
Podemos hacer un poco de taijutsu, eso estaría bien para alguien como tú,
Sarutobi. ― Respondió con desdén mientras tomaba posición de ataque en espera
de recibir el primer movimiento del otro chico.
Cuando
Hiruzen escuchó a su compañero, también se puso en posición de combate de
taijutsu para dirigirse hasta el otro chico y comenzar el combate de práctica.
Los jóvenes comenzaron a gastar su energía mientras atacaban, detenían o esquivaban los golpes contrarios hasta que ambos chicos quedaron exhaustos.
― Ha
sido un gran entrenamiento. ― Dijo Hiruzen divertido mientras se dejaba caer al
suelo para descansar su cuerpo.
― No
eres tan fuerte, si ya te has agotado será una pésimo ninja. ― Se burló Danzou
mientras se tumbaba sobre la hierba a un lado de su amigo.
― ¿¡QUÉ
HAS DICHO!? Aún tengo fuerza para patearte el trasero. ― Amenazó con molestia.
― Un día yo me convertiré en Hokage y entonces, tendrás que rectificar tus
palabras y mostrarme respeto, Danzou. ― Aseguró elevando su puño.
― No
voy a dejar que un debilucho se convierta en Hokage. ― Advirtió con una sonrisa
por lo fácil que es molestar a su amigo.
―
¡DEBILUCHO! ¡Este debilucho te ha derrotado más de diez veces! ― Exclamó
Sarutobi mirando de manera fulminante a su amigo.
― ¡Eso
no es verdad, Sarutobi! ― Contradijo mientras Shimura se cruzaba de brazos en
su posición recostada al mismo tiempo que su ceño se fruncía. ― Solo cinco
veces me has logrado derrotar mientras que yo te he vencido ocho veces. ―
Recordó cerrando sus ojos.
Danzou
abrió los ojos lentamente para mirar a su compañero que estaba con la boca
abierta y señalándolo como si quisiera acusarlo por algo, logrando que se riera
por la discusión que estaban manteniendo.
―
Aunque ya verás, ¡yo seré el tercer Hokage! ― Aseguró Hiruzen llevando sus brazos
hacia el cielo con emoción después de retomar la compostura y su personalidad
alegre.
― ¿El
tercero? ― Preguntó curioso Danzou mirando al otro chico con curiosidad.
― Es
obvio que Tobirama-sama será el segundo Hokage cuando el primero decida dejar
el puesto. Por eso, seré el tercer Hokage. ― Explicó consciente de la realidad
y los rumores que indicaban al hermano del actual Hokage como la mejor opción
para ocupar el puesto como sucesor de líder de la aldea ninja.
― Si…
si, Sarutobi. Tendrás que esforzarte mucho para llegar a ser Hokage. ― Comentó
mientras ponía sus manos sobre su panza en espera de la reacción de su amigo.
―
¡DEJA DE REIR A MI COSTA! ― Gritó Hiruzen mientras fruncía el ceño porque aun
cuando Danzou era su amigo, este no dejaba de molestarlo a cada que podía con
sus comentarios. ― Me voy, no quiero seguir escuchando tus burlas hacia mí. ― Indicó
haciendo un mohín.
―
¡Espera! ― Ordenó Shimura tomando del brazo a su compañero. ― No lo hago a
propósito pero es divertido ver tu cara molesta. ― Dijo para soltar al otro
chico y caer riéndose sobre la hierba por el rostro extraño que había vuelto a
poner su amigo a causa de sus palabras. ― Es tan inevitable, te ves muy
chistoso pero no era lo que quería decirte. ― Aclaró mientras calmaba su risa.
― ¿Y
qué es? ― Preguntó con recelo a que se tratase de otra broma de Danzou.
― Yo
seré tu rival, no puedo dejar que alguien como tú tenga el camino libre para
llegar a ser Hokage. ― Afirmó sin la sonrisa en sus labios para mostrar que
hablaba seriamente. ― No importa si somos amigos, yo también quiero ser Hokage
y eso nos convierte en rivales desde hoy. ― Concluyó mientras escuchaba
suspirar a Sarutobi quien sonrió.
― No
tendrás posibilidad alguna frente a mí. ― Aclaró Hiruzen recostándose sobre la
hierba cerca de su amigo para elevar su brazo con su dedo índice estirado como
si señalara algo en el cielo. ― Yo voy a llegar a ser el Hokage y cuidaré de toda Konoha. No
importa si te vuelves mi rival, sé que lo lograré y podrás verlo con tus
propios ojos. ― Sonrió con convicción.
― Es
una promesa. ― Murmuró Danzou para levantarse de donde estaba recostado. ― Ya
debo irme, se ha hecho muy tarde y mañana conoceremos quien será nuestro
sensei. ― Recordó mientras extendía su mano para ayudar a Hiruzen a levantarse.
Hiruzen
asintió mientras sonreía, levantándose quedando de pie con ayuda de su amigo y
declarado rival.
― No
puedo esperar hasta mañana. ― Reveló Sarutobi para sentir como recibía un
golpecito en la frente por su compañero quien lo miró con una sonrisa tierna
que jamás había visto en Shimura y haciendo que Hiruzen se sonrojase al mismo
tiempo que su estómago se sentía extraño.
―
Idiota. ― Susurró Danzou antes de marcharse dejando a un sonrojado Hiruzen que
se tocaba la frente sin entender que había sucedido o que había sido aquello
que sintió en su barriga.
-Fin-