lunes, 31 de agosto de 2020

Equipo 10



Ese día habían sido citados por su sensei, este solo les dijo que se presentarán en el campo de entrenamiento que solían utilizar, más no mencionó, el que harían.

La primera en llegar fue Ino Yamanaka que esperaba que su sensei y compañeros aparecieran.

― ¡Hola, buenos días! ― Saludó Ino cuando vio llegar a Chouji y Shikamaru juntos.

― ¡Buenos días, Ino! ― Saludaron a la par Shikamaru y Chouji a la rubia que les sonrió.

― Asuma sensei aún no llega, ¡qué problemático! Pude haber dormido un poco más. ― Bostezó Shikamaru Nara con aburrimiento.

― ¿Por qué no puede estar en el equipo de Sasuke kun en vez del mismo equipo que están estos dos, el comilón y el vago? ― Se quejó la chica ante la queja del Nara que prefería pasar su vida recostado en algún lugar antes que moverse.

― Eso no es muy amable, Ino. ― Acotó Chouji Akimichi mientras se llevaba una papa frita a la boca.

― ¿Y qué quieres que piense? Si al menos, no os mostrarais como si fuera un fastidio u hora del almuerzo. ― Respondió la rubia cruzándose de brazos.

― Pe… ― Intentó hablar nuevamente Chouji.

― Déjala, Chouji. Seguir la discusión no llegará a nada. ― Interrumpió Shikamaru a su amigo.

― ¡QUÉ PRETENDES DECIR! ― Gritó Ino molesta por la insinuación del chico Nara.

― Tan temprano y ya derrocháis tanta energía. ― Dijo Asuma Sarutobi mientras retiraba de su boca el cigarrillo que fuma para apagarlo. ― Entonces, será rápido el realizar nuestra tarea.

― ¿De qué se trata? ― Preguntó Akimichi sin dejar de devorar sus papas fritas.

Asuma sonrió con diversión al imaginarse las quejas que soltarían los menores cuando explicara la misión. Por ello, decidió que sería mejor no revelar de qué se trata e ir hasta el lugar donde realizarían la misión para indicar lo que debían hacer.

― Mm… No hay que hacer mucho. ― Comentó el jounnin quitándole importancia al hecho importante del lugar a donde se dirigirían. ― Mejor apresurémonos y cuando lleguemos os explicaré que hay que hacer. ― Indicó antes de darse la vuelta y comenzar a caminar.

Los gennins se miraron entre sí con confusión para luego, seguir a Asuma.

Para Chouji, Ino y Shikamaru era extraño el que su sensei nos le indicara las instrucciones de la misión antes de ir al lugar, así que este hecho les parecía una actitud sospechosa sobre la misión que debían realizar en esta ocasión.

― Asuma sensei, ¿qué es lo que trama? ― Preguntó Shikamaru suspicazmente ya que era incierta la reacción del jounnin e intuía que debía ser una misión que no le gustaría por ser problemática.

― No tramo nada pero será mejor que os muestre el lugar antes de poder explicar la misión que se nos ha encargado.

Los tres gennins se miraron confundidos sin entender el misterio que estaba creando su sensei antes de seguirlo.

El equipo 10 salió de la aldea hasta llegar al pie de una montaña donde se encontraba una gruta demasiado grande y con aspecto de ser muy profunda.

― Este es el lugar de nuestra misión. ― Indicó Asuma encendiendo un cigarrillo para dar una calada larga.

― No parece un lugar para llevar a cabo una misión o necesite de servicios ninjas. ― Murmuró Ino con escepticismo.

― Al parecer un espeleólogo se adentró a esta gruta como parte de sus estudios pero no ha regresado al pueblo desde hace una semana y tampoco se comunicado con sus compañeros. La misión se trata de adentrarnos y buscar a Arata Suzuki. ― Explicó Asuma.

― ¡Qué problemático! ― Escupió con fastidio Shikamaru pensando que lo más probable es que el hombre se había perdido en la red subterránea de la cueva o pudiera haberse herido o simplemente, había encontrado algo de su interés.

― ¿¡EH!? ¿Vamos a tener que entrar en esa cueva? ― Preguntó Ino señalando la gruta con desagrado.

― No parece una misión muy complicada. ― Comentó Chouji abriendo una nueva bolsa de papas fritas.

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― Entremos. ― Ordenó Asuma para dirigirse al interior de la gruta siendo seguido por los menores.

Ino se acercó un poco a Shikamaru por el pavor que le producía la tétrica gruta y este, solo chasqueó la lengua con fastidio mientras que Chouji iba detrás de ellos dos comiendo sus papas fritas.

― ¡AH! ― Exclamó Asuma al recordar algo. ― Se me olvidó deciros que los habitantes del pueblo cercano hablan de que esta gruta tiene fama de que todo aquel que entra no sale jamás. Así que espero hayáis  disfrutado de vuestro último rayo de sol. ― Contó con una pequeña sonrisa divertida en espera de la reacción de los menores.

― ¡ASUMA SENSEI! ― Gritó Ino ante la advertencia de último minuto dada por el jounnin.

― Solo es una broma, no quería asustaros. ― Se disculpó Asuma mientras sacaba una tiza de la bosa de kunais. ― Usaremos esto para marcar el camino ya que el informe indica que esta cueva es bastante profunda y contiene varias bifurcaciones.

― ¡Qué problemático! Hubiera sido una misión más idónea para el equipo en el que está Kiba. ― Opinó Shikamaru mientras veía como Sarutobi dibujaba una flecha en la pared rocosa.

― Ellos tienen una misión fuera de Konoha y por eso no pueden hacer esta misión. Así que nos ha tocado, Shikamaru. ― Indicó Asuma con tranquilidad habitual antes de continuar el camino.

― ¡Problemático! ― Chistó Nara.

El equipo ninja se adentró más profundo en la gruta y tuvieron que utilizar linternas a medida que avanzaban la luz solar desaparecía, por lo que necesitaban ver en lo angosto y dificultoso lugar, sin dejar de marcar las paredes rocosas para poder regresar sin problemas cuando encontraran al perdido espeleólogo. Sin embargo, el equipo 10 llegó a una bifurcación.

― ¿Qué hacemos ahora? ― Preguntó Chouji mientras terminaba su tercera bolsa de papas fritas y buscaba otra en su mochila.

― ¡Qué problemático! En todo el camino recorrido no hemos encontrado rastros de que alguien se haya adentrado a este lugar salvo nosotros. ― Bufó Nara mientras se hurgaba la nariz con el dedo meñique con aburrimiento.

― Me quiero ir… ― Lloriqueó Yamanaka después de pasar por zonas de la cueva en la que habían sido sorprendidos por murciélagos y a pesar de adentrarse aún más en la cueva, no encontraban nada más allá que tierra, roca y agua.

― Seguiremos por aquí. ― Indicó Asuma mientras inspeccionaba el suelo y los dos conductos. ― Este parece ser más accesible y seguro para cualquier persona común.

Mientras caminaban tratando de encontrar algún indicio del espeleólogo, solo parecía ser más probable que ahí no había entrado nadie.

― ¿Y sí se lo comieron? ― Susurró Chouji sin dejar de comer sus papas fritas. ― De seguro, alguna criatura que vive aquí lo devoró.

― ¡CHOUJI! ― Exclamó Ino con enojo y temor de que un ser desconocido pudiera hacer lo que pensaba su compañero.

― ¡Qué problemático! Nada puede vivir tan profundo y tampoco hemos visto huellas pertenecientes a un animal. ― Chaqueó la lengua Shikamaru retirando las manos con las que había tapado sus orejas por el grito de su compañera, quien a este paso los dejaría sordo.

― ¿¡QUÉ!? Yo solo decía porque ya llevamos un buen camino recorrido y no hay indicios de que hubiese estado aquí. ― Comentó Akimichi encogiéndose de hombros mientras se llevaba una papita a la boca.

― Creo que no es así, Chouji, porque ya hay algo que nos indica que el espeleólogo está aquí. ― Interrumpió la discusión de sus kohais Asuma al ver una luz a lo lejos.

Mientras el equipo 10 se acercaba a la luz, pronto se percataron de que se trataba de un fuego debido a lo vivaz que era y no tardaron en confirmar su suposición al ver una fogata con un hombre de bigote sentado cerca de está observando sobre una manta varios pedazos de rocas.

― ¡ARATA SAN! ― Llamó Shikamaru mientras se acercaban al ensimismado hombre que estaba en esa parte de la cueva.

― ¿Quiénes son ustedes? ― Preguntó Suzuki quien cubrió la multitud de pequeñas rocas con su cuerpo como si las protegiera de algún posible daño.

― Nos han enviado a buscarlo, Arata san. Somos shinobis de Konoha. ― Explicó Asuma mientras señalaba su bandana con el símbolo de la Hoja.

― ¡OH…! Debo haber excedido el tiempo aquí dentro con mis estudios. ― Se rió el hombre mientras se rasca la nuca. ― Recojo todo esto antes de que me obliguéis a salir dejando mis pertenencias.

― Es un hombre muy extraño. ― Susurró Ino viendo como Arata solo parecía querer llevarse un montón de pequeñas rocas.

― Eso no es de nuestra incumbencia, solo quiero salir de este lugar tan problemático. ― Refunfuñó Shikamaru mientras escuchaba al espeleólogo murmurar mientras guardaba las rocas.

― ¡VAMOS! ― Gritó Arata pasando frente a los ninjas con un enorme bulto repleto de las rocas que guardó sobre su espalda y que parecía su escuálido cuerpo no podría soportar el peso.

― ¿Está bien llevando todo eso? ― Preguntó Chouji preocupado de que el hombre pudiera hacerse daño.

― ¡NI SE TE OCURRA TOCAR MIS PRECIADOS ESPECIMENES, ESTO ES EL TRABAJO DE MI VIDA Y NADIE MÁS QUE YO PUEDE TOCARLOS! ― Advirtió Arata alejándose de Akimichi con enfado.

― Está bien, nadie va a tocar nada. Solo salgamos ya de aquí. ― Intervino Asuma para que todo el grupo saliera de la cueva y luego, acompañar al espeleólogo hasta el pueblo donde Arata fue recibido por sus estudiantes, quienes estaban muy preocupados por el hombre.



Fin.




lunes, 24 de agosto de 2020

Gai - Kakashi - Kurenai - Asuma



Gai fue corriendo hasta el edificio Hokage donde sabía se encontraría con su amigo y rival, Kakashi Hatake pero no podía esperar de ir en su busca después de haber escuchado la noticia y necesitaba saber si era cierto.

Al llegar, no prestó atención a ningún otro ninja o persona que estaban ahí, observando como Gai aparecía a toda velocidad en el patio del edificio.

Kakashi estaba en el patio charlando con otros dos jounnins, Asuma Sarutobi y Kurenai Yuji, ya que ese día los tres se habían hecho responsables de un grupo de gennins recién graduados de la Academia Shinobi y por tanto, serían responsables de una generación ninja que tendría que demostrar sus capacidades.

Cuando Gai divisó a Kakashi, ni siquiera se percató de que el Hatake estaba acompañado.

― ¡KAKASHI! ― Gritó Gai saltando sobre su amigo - rival para al final, ambos terminar en el suelo, uno encima del otro. ― Me dijeron que por fin tienes un equipo de gennins, ¿es verdad? Pero aun así, no podrás competir con mi equipo, ellos son los mejores porque están explotando la flor de la juventud al máximo gracias a mi supervisión.

― Quita de encima de mío, Gai. ― Ordenó Hatake por la efusividad del peculiar shinobi y avergonzado ya que escuchaba las risas de los otros dos jounnins con los que hasta hace unos segundo, estaba conversando.

― Finalmente, cuando pienso que podríamos competir en cuál es el mejor equipo de Konoha a pesar de que es obvio que yo tengo al mejor equipo bajo mi tutela. Mis chicos van a presentarse al examen chunnin y sería tan injusto que chunnins se enfrentarán a unos gennins aunque estoy seguro de que tengo la confianza de que si mi equipo sería capaz de enfrentarse a chunnins en estos momentos porque saben explotar la flor de la juventud. ― Hablaba Gai ignorando la orden del shinobi bajo él.

― No seas arrogante. Tu equipo no está listo para presentarse a las pruebas de ascenso a chunnin, Gai. ― Espetó Kakashi mirando a su amigo con el ceño fruncido porque aún no se quitaba de encima de él. ― Tal vez… sería más apropiado que esperaras y se presenten el próximo año y así podrás competir, si tanto lo deseas, de quién tiene el mejor equipo.

― Apoyo a Kakashi, lo mejor es que esperes un año para que entrenes mejor a los chicos a tu cargo antes de que presenten el examen. ― Intervino Asuma con diversión. ― Y como dice Kakashi, ahí podríamos ver cuál es el mejor equipo de Konoha.

Gai pareció percatarse por primera vez de los otros dos jounnins y tomando las palabras dichas, se llevó una mano a la barbilla pensando en los consejos sobre que sus kohais presenten el examen chunnin.

― No entiendo por qué no deberían presentarse. Tengo a los mejores gennins que se pueda esperar y me han demostrado que saben explotar la flor de la juventud. ― Contestó Maito mirando directamente a la cara de Asuma.

― ¡APARTA! ― Kakashi empujó a Gai para quitárselo de encima, especialmente cuando se había movido para quedar descuidadamente sobre su ingle mientras se ponía a meditar sobre su equipo de gennins. ― Sobre tu pregunta anterior, acabo de aceptar a un grupo de gennins como mi equipo y el por qué no deberías dejar que se presenten tus kohais al examen chunnin, está claro que es muy precipitado para unos gennins presentarse en los primeros exámenes a chunnin cuando aún faltan de experiencia para poder afrontar el examen de ascenso a un rango superior ninja. Es probable que no puedan lograrlo y es mejor ahorrarte ese punto de que tus kohais lleguen a reprocharte por darle falsas esperanzas de conseguir pasar el examen. ― Habló limpiando sus ropas con el ceño fruncido mientras Kurenai se tapaba levemente su boca con la mano mientras reía y Asuma asentía con la cabeza.
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― ¡NO…! ― Gritó Gai dramáticamente al imaginarse la posibilidad que Kakashi replanteaba que pudiese suceder.

Rápidamente, Gai estaba cubierto por un aura negra al imaginarse que sus kohais lo pudiesen odiar y reprochar su fracaso porque no explotaron apropiadamente la flor de su juventud antes de presentar el examen de ascenso a chunnin y eso, no se lo podría perdonar nunca.

― Como dice Kakashi, Gai, lo mejor es que ellos vayan ganando experiencia para poder enfrentar el examen y las diferentes pruebas que se les asignen. ― Aportó Kurenai viendo a Maito. ― Además, si los dejaras presentar siendo aún unos novatos como ninjas, van a ser carnada fácil para los otros shinobis que estarán más experimentados y sin recordar que está la posibilidad de que alguno de ellos no regrese más. ― Comentó con todo afligido ya que el pensar en que existía esa opción era un suceso que no podría perdonarse al perder  algún gennin bajo su tutoría.

Gai observó en silencio a la kunoichi y le dio la razón no había pensado en esa posibilidad y amaba a su equipo, no quería que ninguno de ellos perdiera la vida a causa de no estar preparados para afrontar solos una prueba.

― Tienes razón Kakashi… Kurenai. No había pensado más que en la victoria de ver progresar a mi equipo sin tomar en cuenta que quizás sea prudencial el que adquieran más experiencia para que puedan enfrentar el examen de ascenso a chunnin.

― Tampoco es para deprimirse, ya el próximo año podrán hacer su debut y si tienen suerte, convertirse en chunnin. ― Indicó Asuma mientras encendía un cigarrillo.

― Seguro tus kohais lo harán bien pero necesitan ahora entrenarse más. ― Afirmó Kakashi.

― Es el mejor equipo que pueda haber en Konoha y lo demostrarán. ― Aseguró Gai mientras levantaba el pulgar y sonreía deslumbrantemente.

― Eso no se puede saber con tanta facilidad, Gai. Ha habido muchos buenos equipos en Konoha pero tampoco garantiza nada. ― Habló con desinterés Hatake para molestar al alborotador shinobi de gruesas cejas.

― Cierto. ― Apoyó Sarutobi antes de expulsar el humo del cigarrillo que había empezado a fumar. ― Me encantaría seguir conversando con ustedes pero tengo asuntos que atender.

― Yo también, lo siento. ― Se disculpó Kurenai para marcharse junto Asuma.

― Kakashi, te puedo garantizar que he visto como mi equipo explota la flor de la juventud. ― Aseveró Gai sin prestar atención a los dos shinobis que se marchaban. ― Te reto a hacer mil sentadillas para demostrarte que mis palabras son reales, Kakashi.

A Kakashi le recorrió un pequeño escalofrío al escuchar el reto de Gai, no tenía ganas de desgastar su cuerpo haciendo aquella actividad hasta desfallecer para contentarlo.

― Acabo de recordar que ayudaría a mi equipo a entrenar porque aún están muy verdes en sus habilidades, así que será en otra ocasión, Gai. ― Se excusó Hatake antes de desaparecer en una nube de humo, huyendo lo más rápido posible del hombre de vestimenta verde para no permitir que lo envolviera en uno de sus retos.

― ¡NO MIENTAS, KAKASHI! ― Exclamó Gai después que su amigo desapareciera tras el viejo truco ninja de la nube de humo. ― Bueno… será otro día pero aseguro que te encontraré y el reto no será fácil, seré yo quien gane en esta ocasión. ― Se prometió antes de retirarse haciendo juramentos y pensando en retos en voz alta que provocaba el desconcierto de otras personas que lo veían pasar, creyendo que estaba loco.



Fin.






lunes, 17 de agosto de 2020

Iruka - Naruto - Sasuke



Iruka había llevado a todos los alumnos de su clase al patio de la academia para proceder a la lección de ese día que sería hacer una práctica de taijutsu, combatiendo uno contra uno. Por ello, Iruka Umino había explicado el día anterior las bases del taijutsu para que sus alumnos comprendieran la diferencia de las técnicas de combate shinobi y hoy, llevarían a la práctica las enseñanzas.

Naruto miraba junto a todos sus compañeros el cómo poco a poco Iruka iba llamando a los demás estudiantes y estos pasaban frente a él para combatir y sabía pronto llegaría su turno. Por alguna razón, Naruto deseaba que fuera Sasuke su contrincante aunque al mismo tiempo no quería enfrentarlo, deseando fuera otro de sus compañeros pero sabía que si el Uchiha era su contrincante y lo vencía obtendría la atención de sus compañeros, incluso Iruka lo felicitara por su esfuerzo de entrenar tanto en su tiempo libre.

Sasuke miraba con aburrimiento el como sus compañeros combatían y podía apreciar los errores en sus movimientos o posturas de ataques y defensa con facilidad. Tan solo quería pasar ya frente el sensei para terminar de una vez. Además, mostraría a sus compañeros cómo era una buena postura y movimientos de ataques y defensa.

Las chicas que habían sido llamada para combatir utilizando taijutsu en ese momento no parecían querer enfrentarse en combate mutuo y los pensamientos de todos los presentes se hicieron realidad cuando se rindieron sin siquiera intentar golpear a la contraria o tomar alguna postura de ataque o defensa.

― Es importante este tipo de prácticas, al menos muestren algo de interés. ― Sugirió Iruka dejando que las chicas regresaran junto a sus compañeros. ― Bien… los próximos en combatir son Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha. ― Anunció Iruka después de observar la lista con los nombres de los alumnos en su pergamino.

Los dos chicos se adelantaron hasta donde estaba el sensei y se colocaron cada uno en su lugar, quedando uno frente al otro.

Iruka observó a los dos jóvenes percatándose del rostro de enfado que mostraba Naruto mientras que Sasuke parecía indiferente a lo que ocurre a su alrededor, quizás por disgusto de tener un adversario tan poco aplicado como lo era el rubio.

― Os recuerdo que esto es solo una práctica, no se puede usar shuriken, kunais o cualquier tipo de arma ninja. Tampoco está permitido usar jutsus, solo se combate utilizando taijutsu. ― Explicó Umino por octava vez a sus dos alumnos que parecían no haber estado prestando atención a las instrucciones básicas. ― ¿Has entendido, Naruto?

― Iruka sensei, siempre me está regañando, no soy tan tonto, dattebayo. ― Refunfuñó Naruto molesto por ser el único que Umino advirtiera sobre si estaba escuchando lo que decía.

Iruka Umino | Naruto Wiki | Fandom

― Usurantonkachi. ― Musitó Sasuke sin mirar a su compañero rubio porque al igual que Iruka, creía Naruto no prestaba atención a las reglas de cómo se realizaría el duelo.

― ¿¡QUÉ HAS DICHO, TEME!? ― Gritó Naruto furioso por el insulto que le dedicó el Uchiha.

― ¡YA BASTA, NARUTO! ― Elevó la voz Umino por percatarse de que Naruto no lo estaba oyendo. ― Presta atención a mis explicaciones y céntrate en la práctica, esto no es una pelea, es una práctica que valora vuestras aptitudes como ninjas. ― Indicó Iruka molesto intentando hacer comprender de la importancia que tenía la práctica.

Naruto hizo un pequeño puchero al seguir siendo regañado por su sensei y prefirió callarse para escuchar lo que tenía que decir.

Iruka volvió a repetir las reglas y el objetivo de aquella clase ya que sabía que sus alumnos olvidaban lo que les explicaba con demasiada facilidad y tenía que estar repitiendo constantemente.

― Bien, pónganse en posición, Naruto… Sasuke. ― Llamó a los dos jóvenes para observar como obedecían. ― ¡Comenzad! ― Exclamó dando la señal de inicio del combate.

Tanto Sasuke como Naruto escucharon la señal de su sensei para enfrentarse pero Naruto a duras penas tuvo oportunidad de moverse ya que Sasuke lo había derribado y estaba sobre él, amenazando su rostro con el puño.

― ¡Bien! ¡Sasuke es el vencedor! ― Declaró Iruka mientras hacía un apunte en el pergamino. ― Levantan Naruto y…

― ¡TEME! ― Gritó Naruto tomando la mano de su rival para intentar derribarlo pero el Uchiha volvió a mostrar su buen taijutsu siendo que el Uzumaki quedó nuevamente en el suelo como el perdedor del asalto.

― ¡ERES GENIAL, SASUKE KUN! ― Gritaron las chicas mientras miraban con admiración al Uchiha.

― ¡NO PELEEN ABSURDAMENTE! ¡AMBOS PONGANSE FRENTE AL OTRO Y DAOS LA MANO EN SEÑAL DE PAZ! ― Gritó Umino molesto por como sus alumnos ignoraban el hecho de ser una práctica de aprendizaje para crear una pelea.

Naruto se levantó y miró a Sasuke frunciendo el ceño pero el Uchiha le devolvió una sonrisa de soberbia, a pesar de su leve ceño fruncido.

― ¡DAOS LA MANO! ― Gritó nuevamente Iruka ante la resistencia de sus alumnos de haber terminado el combate. ― ¿¡NO ME ESCUCHAÍS!? ¡DAOS LA MANO! ― Repitió la orden para ver como ambos chicos se daban la mano, finalmente, de mala gana.

Naruto torció su labio en una mueca de disgusto cuando volvió a escuchar gritar a Iruka, sabía que si no hacía lo que pedía lo castigaría, además de estarlo regañando durante una hora después de clase. Por ello, aunque estuviese molesto, estiró su mano en espera a que Sasuke estrechara su mano.

Sasuke giró los ojos y estaba de brazos cruzados pero él no merecía los gritos de su sensei de academia, así que agotado de la situación estiró el brazo para estrechar la mano de Naruto mientras chaqueaba la lengua con irritación de la situación.

― ¡Lo ven! No era tan difícil el tomarse la mano para sellar el fin del encuentro. ― Comentó Iruka con una pequeña sonrisa.

― La próxima vez, ganaré. Dattebayo. ― Afirmó en voz baja Naruto mientras soltaba la mano contraria para regresar a su lugar entre sus compañeros.

― Como si pudiese hacerlo, dobe. ― Respondió Sasuke con voz indiferente antes de regresar a la multitud mientras el sensei abría su pergamino para llamar a los siguientes alumnos que se enfrentarían en taijutsu.

Iruka llevó su mano derecha al rostro mientras suspiraba preguntándose el cómo debía hacer comprender a sus alumnos que eran compañeros y no debían de llevar al extremo la rivalidad o competencia que pudiesen tener y no eran enemigos antes de tomar el pergamino para llamar a otros dos alumnos para que se enfrentasen.




Fin.




lunes, 10 de agosto de 2020

Juugo - Kimimarou



Había llegado hacía un mes, después de que un extraño chico con técnicas que usaba sus propios huesos como armas indicara que venía a buscarlo por orden de alguien llamado Orochimaru.

Sin embargo, cuando conoció al extraño hombre de aspecto similar a una serpiente parecía estar maravillado con su jutsu aunque este era más una maldición que un jutsu conveniente porque su razonamiento y comprensión se anulaban cada vez que se activa con el único deseo de destruir todo a su paso. Parecía ser un monstruo cada vez que quedaba reducido a su jutsu e incluso le habían denominado como Juugo el bipolar.

Dos semanas después de llegar a la guarida de Orochimaru, el Sannin de las serpientes le presentó al chico que había enviado en su busca, Kimimarou Kaguya, para ser su compañero en prácticas y quien también compartiría habitación.

Kimimaro and Juugo by andi-panda on DeviantArtEn un comienzo, Juugo pensó que Orochimaru había tomado su chakra de forma altruista a pesar de ver cómo era consumido por la ira porque ni él mismo podría predecir cuándo se activaría y no había una garantía completa de que aquel otro chico pudiera salir con vida nuevamente a uno de sus ataque pero aunque predijo la posibilidad de que Kimimarou pudiese morir a causa suya, no ocurrió aunque él despertara en una habitación diferente, luego podía comprobar que Kimimarou se encontraba bien y era quien lo había llevado ante Orochimaru para que lo curase.

Luego de tres meses, Juugo empezaba a despertar cada día sintiéndose agradecido de haber podido conocer a Kimimarou porque no había muerto bajo sus ataques violentos e incluso, había sido capaz de confrontarlo sin sufrir daños, hasta su transformaciones provocadas por la ira parecían ir reduciendo, volviendo a la normalidad porque Kimimarou sería la única persona capaz de detenerlo y enfrentarlo sin morir en el intento. Ese conocimiento, latía en el interior de Juugo como la esperanza que había estado buscando en todo ese tiempo.

― Mañana volveremos a cambiar de guarida. Orochimaru sama dice que ya este lugar no es seguro. ― Habló Kimimarou a su amigo.

― Lo sé. ― Se limitó a responder Juugo sin apartar sus ojos del chico de cabello nacarado, admirando y queriendo grabar en su mente la sutileza con la que se movía.

― ¿Tengo algo en la cara, Juugo? ― Preguntó Kimimarou al notar la mirada de su compañero de cabello naranja en su persona. ― O… ¿Quieres decirme algo? ― Volvió a cuestionar ya que habían notado al otro chico algo pensativo durante todo el día.

― No, no tienes nada en la cara. Solo te observaba, tienes una apariencia algo singular pero igual… caminas diferente. ― Contestó Juugo sin pensar en que sería descubierto tan rápido y sin apartar la mirada del chico de cabello nacarado que parecía un grácil bailarín a cada paso que daba.

― Mi clan es el clan Kaguya. Tengo la apariencia de los que somos miembros del clan aunque ya no existe, soy el último, supongo. ― Explicó Kimimarou con una sonrisa por las palabras de su compañero, pues no pensaba que pudiese caminar de alguna forma concreta.

― Lo sé, me lo contaste… una vez. ― Juugo giró el rostro sintiéndose avergonzado debido al recuerdo que Kimimarou le habló porque fue parte de su presentación la primera vez que se vieron antes de que su ira tomara el control con su chakra para atacarlo. ― Creo que eres el único que puede estar cerca de mí. ― Confesó volviendo a mirar a su compañero.

― No somos tan diferentes, ambos somos seres con chakras inusuales. ― Sonrió Kimimarou como si estuviera contando algo divertido. ― Podemos parecer monstruos para las personas que no son ninjas.

Ambos chicos guardaron silencio como si estuvieran cavilando sobre lo dicho porque sus  técnicas de combates lo hacían parecer demonios hasta para los shinobis.

― Es posible que yo parezca un monstruo pero tú… tú pareces más un Dios. ― Interrumpió el silencio Juugo volviendo a mirar a su compañero.

― ¿Un Dios? ― Repitió dudoso el chico de cabello claro.

Juugo asintió ante la pregunta porque era lo que pensaba podía, Kimimarou era lo más parecido a un Dios para él ya que era el único que podía detenerlo y seguir con vida después de que se enfrentara a él cuando no era consciente de sí mismo.

― ¿Por qué un Dios, Juugo? ― Preguntó con curiosidad mientras se miraba sus manos, él no se parecía a lo que contaban sobre los seres divinos y le asombraba que el otro chico usara esa palabra para referirse a él.

― No lo digo por tu apariencia… únicamente, sino por tu poder. Eres el único que puedes afrontarme y sin salir herido, no puedo pensar en que alguien pueda ser capaz de hacerlo a no ser que sea como un Dios. ― Comentó Juugo mirando a Kimimarou. ― Eres poderoso pero también… haces que sienta paz. No había sentido eso en alguien y mi chakra se descontrolaba más seguido y con mayor facilidad.

― Yo no me veo como un Dios pero… en algo estoy de acuerdo contigo. Puedo enfrentarme a ti con todo mi poder porque tú también eres poderoso. ― Aseguró con una pequeña sonrisa Kimimarou.

― Eres mi amigo y mi igual. ― Sonrió Juugo ampliamente, mirando a Kimimarou mientras extendía el brazo con la mano hecha puño.

Kimimarou sonrió al ver aquel gesto antes de también extender su brazo para chocar su puño con el contrario y ambos emitir una pequeña risa.

― También eres mi amigo y mi igual. ― Afirmó el chico de cabello nacarado.

Los dos jóvenes se miraron genuinamente porque ambos eran el primer y único amigo del otro, ambos podían pensar que después de la desaparición de su clan o familia, era el primer lazo que formaban aunque muchas personas podían temerlos por separado. Por eso, se sentían agradecidos de que encontraran una luz de esperanza cuando aceptaron unirse con Orochimaru porque ahí se encontraba el contrario.

― ¡Vamos! Tenemos que ayudar a desmantelar una de las habitaciones que Orochimaru sama necesita llevar con él. ― Habló Kimimarou antes de emprender camino hacia una de las salas de experimentación del Sannin de las serpientes.

Juugo solo asintió con la cabeza y siguió a su amigo en silencio hasta la sala.


Fin




lunes, 3 de agosto de 2020

Akatsuki

Finalmente y ocupando un preciado tiempo para poder completar la primera parte de su plan, cumpliendo los deseos que Madara dejó sobre él, Obito lo había conseguido aunque tan solo faltaba seguir con el siguiente paso, localizar a los binjus.

Akatsuki se había deshecho de todos los mediocres shinobis que solo hacían ruido para lograr convertirse en una organización capaz de dirigir el País de la Lluvia, dejando en el pasado el grupo rebelde y débil que poco podía hacer. Ahora, Akatsuki contaba con los mejores shinobis que había en el mundo porque ellos eran lo suficientemente fuerte para poder complementar el resto del plan que sembraría la paz definitiva en el mundo.

Cierto es que la traición de Orochimaru había sido reprochable para Obito porque pensar que el famoso Sannin de las serpientes se comprometería con los propósitos de Akatsuki pero no tenía la información necesaria e ignoraba el hecho de que Itachi se tratase del único Uchiha en la organización.
Akatsuki | Wikia Ak@tsuki | Fandom 
― Están a punto de llegar. ― Habló Konan, quien se acercaba junto al cadáver de su amigo y que ahora, se había convertido en una marioneta de Nagato.

― Esta reunión será importante, se debe dejar claro los objetivos que en estos momentos son primordiales para Akatsuki y así poder lograr la paz en el futuro. Una paz real. ― Recordó Obito, sin mirar a la mujer y el títere. ― ¿Seguirás sin un nombre o ya te has decidido por uno? ― Preguntó, sin necesidad de mirar al cadáver que mostraba el Rinengan en sus ojos.

― Pain.

― Buen nombre. ― Se limitó a decir antes de voltearse para mirarlo. ― No cometáis errores, es mejor ser breve y no olvidéis en que solo soy Tobi. ― Advirtió mientras prepara su actuación.

― Ya han llegado. ― Apareció Zetsu resurgiendo desde el suelo para informar a los shinobis allí presentes.

― No se cometerá ningún error, Tobi… ― Afirmó la mujer de cabello azul mientras se dirigieron a la sala donde los miembros de Akatsuki comenzaron a entrar para estar presente a la reunión.

Pain continúo en silencio observando a los primeros en llegar para posicionarse a una distancia considerable a su derecha.

El resto de miembros aparecieron y tomaron un lugar en la sala, creando un círculo, todos distanciados unos de otros y mirando con desconfianza a los demás mientras Pain se preparaba para hablar como líder de Akatsuki.

― Esta reunión es para dejar claro los pilares importantes de Akatsuki y a los que nos regiremos en estos momentos. ― Empezó su discurso Pain.

― ¡ME DA IGUAL SUS MALDITAS NORMAS! Lo único importante es Jashin sama y haré solo lo que Jashin sama diga, por eso estoy aquí. Estaré encantado de ofreceros como sacrificios a Jashin sama y no porque esté de acuerdo con esta burla de club de shinobis renegados. ― Interrumpió el hombre de cabello blanco y ojos púrpuras en forma de amenaza mientras señalaba a todos los presentes con su singular guadaña. ― Yo solo obedezco los deseos de Jashin sama.

― ¡QUIERES CALLARTE DE UNA VEZ, HIDAN! Tú Dios no tiene importancia en este mundo ni ahora mismo y deja que termine, el tiempo que pasamos aquí solo es una pérdida de dinero. ― Regañó su compañero enmascarado de ojos verdes.

― ¡QUÉ TE JODAN, KAKUZU! ¡NO VUELVAS A INSULTAR A JASHIN SAMA, MALDITO ÁVARO! UN DÍA SERÁS UN HERMOSO SACRIFICIO QUE JASHIN SAMA ACEPTARÁ Y YO DISFRUTARE OFRECER.

― Son insoportables, mm… Quizás esto los haga callar por un momento. ― Murmuró el rubio de cabello largo quien tomó un poco de arcilla para moldearla en una de sus manos. ― ¿No está de acuerdo, danna? ― Preguntó a su extraño compañero más bajo y cuyo cuerpo tenía una forma muy grotesca para tratarse de un ser humano.

― Esto es tan molesto. Están retrasando todo, detesto tanto que me hagan esperar. Ya puedes asegurarte de matarlos, Deidara. ― Contestó Sasori viendo como el rubio liberaba de sus manos un ave de arcilla que vuela en dirección de los dos shinobis que discutían.

Rápidamente, el ave alcanzo su objetivo y explotó por orden de su creador pero los shinobis que discutían, advirtieron pronto el explosivo de la figura de arcilla, alejándose del rango de alcance de la explosión.

― ¡MALDI…TO! ¡YA ERES UN PRECIADO SACRIFICO QUE JASHIN SAMA ACEPTARA CON GUSTO! ― Gritó Hidan para mirar en dirección a Deidara mientras su cuerpo se volvía negro con marcas blancas.

― ¡DEJEN DE JUGAR Y ESCUCHEN! ― Impuso Pain mientras lanzaba una onda expansiva hacia donde estaban los cuatro shinobis en discordia.

Sin embargo, Hidan y Deidara fueron sorprendidos y empujados por la onda expansiva que los estrelló contra la pared de la habitación mientras que Kakuzu y Sasori la detectaron a tiempo para usar un jutsu que le permitió moverse rápidamente para esquivar la onda porque ellos no pagarían los platos rotos de los enérgicos ninjas que eran parte de Akatsuki cuando entendía que los ojos del líder eran demasiado peligroso como para exponerse en un enfrentamiento.

― ¡Uoh…! Eso les pasa por molestar. ― Se burló mientras se reía y señalaba descaradamente a sus compañeros Tobi, sin importarle las consecuencias de su comportamiento.

― ¡VOY A MATARTE! ― Gritó Deidara mientras se levantaba y olvidaba el dolor que sentía por ser golpeado fuertemente contra la pared rocosa.

― ¡MALDITO! ¡HARÉ QUE TU SACRIFICIO SEA LENTO PARA DIVERSIÓN DE JASHIN SAMA! ― Aulló Hidan saliendo de los escombros que cayeron sobre él debido al impacto.

― Siempre son tan apasionados, ¿no lo crees, Itachi san? ― Preguntó con una sonrisa divertida un hombre con aspecto de tiburón y piel azulada.

― Kisame, si te escuchan, te pasará lo mismo y no voy a interceder. ― Señaló el chico que mostraba el Sharingan en sus ojos hacia donde estaba el enmascarado corriendo de un lado a otro de la sala mientras era insultado por Deidara y Hidan.

― ¡Déjenlo ya! ― Exigió Pain aumentando su chakra y logrando que todo el alboroto se terminara. ― Como iba diciendo, el objetivo principal de Akatsuki es descubrir el paradero de las bestias con cola, ya sea que están en libertad o el binju está encerrado en un jinchuriki.

― Eso no será tan difícil, aquí todos somos de una aldea oculta que sabe dónde se encuentra un jinchuriki, si es que el binju está en uno. ― Habló a regañadientes Hidan.

― Los binjus son una parte fundamental de localizar en estos momentos para cumplir los propósitos de Akatsuki en cuanto conozcamos su paradero se procederá a comunicar lo que haremos a continuación. ― Habló por primera vez la mujer de cabello azul para ayudar a Pain a comunicar el cómo procederían como organización.

― ¿Y qué pasa con el dinero? No me interesan vuestros absurdos planes o si esta organización tiene algún propósito honorable o sea otro grupo más de criminales, lo único importante es el dinero y fue por eso que acepté ser parte de Akatsuki. ― Interrumpió Kakuzu.

― Esa es otra de las prioridades de Akatsuki. No podemos movernos con libertad u obtener material suficiente si no tenemos dinero, por lo que es necesario que también, realicemos  misiones que importantes aldeas ocultas no toman para poder obtener ganancias. ―Aclaró Pain.

― No suena muy diferente de cómo funcionan las aldeas ocultas, anhelan el poder y los chakras poderosos e ignoran el verdadero poder de permanecer sin deteriorarse en el tiempo. El auténtico arte es lo que perdura en el tiempo. ― Intervino Sasori.

― Parece que ser parte de Akatsuki es como ser parte de cualquier aldea oculta de shinobis, salvo por el hecho que todos traicionamos a nuestra villa natal y otros hasta a su propio clan, ¿no es así, Itachi san? ― Habló sarcásticamente Kisame mirando con una sonrisa a su compañero, quien pareció no haberlo escuchado.

― Pues puede parecer que es así, Kisame, pero no seguimos el mismo camino. ― Habló Pain al escuchar al shinobi con apariencia de tiburón. ― Para poder alcanzar las metas que Akatsuki tiene se tendrán que hacer trabajos que ninguna aldea ninja está dispuesta a aceptar y muchas aldeas pagarán para que nosotros los realicemos. Kakuzu, como es bueno con el dinero se hará cargo de gestionar las ganancias. Serás el tesorero de Akatsuki.

― ¡OH! Suena a que somos ahora una familia. ¡TOBI TIENE FAMILIA! ― Bailaba el ninja de máscara naranja.

― ¡Eso es para estúpidos! Nadie aquí confía en nadie, hasta nos podríamos traicionar los unos a los otros. ― Comentó Deidara escuchando los argumentos y las banalidades de Tobi.

― No necesitamos tener confianza para hacer esas cosas, idiota. ― Reprocho Hidan aún molesto y de que Akatsuki le diera más importancia al dinero que a Jashin.

― ¿Por qué necesitamos saber dónde se encuentran los binjus o jinchurikis? ― Preguntó Itachi sin importarle la discusión de sus compañeros sobre si Akatsuki estaría actuando similar a una aldea oculta shinobi o si el dinero era más importante que alabar a un Dios.

― De momento, no es necesario hablar más, comunicaré más adelante cómo procederá Akatsuki. ― Cortó Pain mirando al Uchiha quien frunció el ceño por el misterio que parecía tener el interés hacia los binjus y jinchurikis.

― ¿Y ya se acabó? Para esto mejor ni se hubiera hecho está perdida de tiempo, llamar reunión a este encuentro es darle un valor innecesario. ― Habló enojado Sasori sintiendo que no se había comunicado nada importante.

― Se necesita tener claro las intenciones iniciales de Akatsuki. ― Habló Konan mientras se acercaba a Sasori. ― Esto es una prueba de que sois miembros reales de Akatsuki ya que cualquier podría arrebatar o copiar nuestro atuendo y simular nuestro chakra. ― Concluyó Konan otorgándole un anillo con un sello que tiene un kanji en su interior mientras seguí su camino para entregarle al resto de ninjas reunidos en esa sala su respectivo anillo.

― No deja de ser una baratija innecesaria. ― Rechistó el maestro titiritero.

― Todos nos dividiremos en grupos de dos con la excepción de Zetsu, él es dos entidades y tiene una función primordial en Akatsuki. ― Retomó la charla Pain.

― ¡TOBI ESTÁ MUY EMOCIONADO! ― Gritó el hombre de máscara naranja dando saltos esperando recibir un anillo.

― ¡NO NECESITO A NADIE! ¡JASHIN SAMA NO PERMITIRÍA A UN IMBÉCIL INÚTIL COMO SU SERVIDOR! ― Gritó Hidan ofendido.

― Ya he asesinado a veinte shinobis que fueron mi compañero de equipo, no soy paciente y tampoco me detendré en cobrar la recompensa que haya por su cabeza. ― Advirtió Kakuzu para recordar el por qué trabajaba solo.

― Por eso vosotros dos seréis un equipo, Hidan… Kakuzu. ― Declaró Pain para acto seguido continuar indicando como estarían distribuidos.

― Tobi no tiene compañero, ¡TOBI TAMBIÉN QUIERE JUGAR! ― Habló Tobi mientras sus compañeros se marchaban del lugar ignorando la pataleta que hacía.

― Todo ha salido bien. ― Afirmó Zetsu apareciendo a un lado de Tobi cuando ya todos los integrantes de Akatsuki se habían marchado con excepción del hombre de mascara naranja que actuaba haciendo parecer que sufría una rabieta infantil por no tener un anillo y un compañero de equipo.

Obito se levantó del suelo y sacudió sus ropas al escuchar a Zetsu mientras sonreía porque todo estaba marchando según el plan.


Fin




Naruto - Sasuke

    Había necesitado de este enfrentamiento para poder sentirse satisfecho, al igual que mostrar sus emociones y sentimientos en cada golp...